En un artículo anterior adelantamos algo sobre la fuga del chileno Condell en pleno combate naval de Iquique el 21 de mayo de l879. Ahora le voy a mostrar, estimado lector, lo que hizo el fugitivo Condell una vez que se le pasó el susto, cuando verificó que su perseguidor estaba inutilizado. Cuando nadie lo amenazaba...
Ya sabemos que Grau ordenó al Capitán de Navío Juan Guillermo More, Comandante de La Independencia, que proceda a perseguir y hundir al fugitivo que se dirigía al sur. Condell tenía a bordo al práctico Stanley, un inglés que conocía muy bien los secretos de aquellas costas y con su ayuda se internó en aguas peligrosas “conduciendo”- sin habérselo propuesto- a su perseguidor hacia unos peñascos que no eran visibles ni figuraban en las cartas de navegación. More se vio obligado a acercarse para poner fin al combate con el espolón porque su único cañón de proa se había desmontado al segundo disparo. Cuando menos lo esperaba, una roca imprevista paralizó la persecución. La Independencia había varado destrozando su casco y quedando inclinada en las rocas, inmóvil e incapacitada de emplear sus cañones. Totalmente inutilizada con su gente tratando de salvarse...
– Tomás Caivano se refiere a la fuga de Condell y la varadura en “un escollo submarino desconocido” de nuestro mejor buque, y continúa: “¿Qué hizo entonces La Covadonga?: ¡cañonear impunemente por más de 40 minutos a los náufragos...! ¡Qué diferencia entre la conducta de La Covadonga y la del Huáscar!.” Esto de la cobarde matanza lo confirman los propios chilenos, pues El Mercurio del 4 de junio, dice:
“Eran las 12:45 p.m. y todo había concluido. La Independencia se recostaba por estribor, su gente caía al agua, sus botes se volcaban, la fusilería de la Covadonga hacía destrozos...”.
Continúa Caivano y dice:
“Sin embargo Chile celebró semejante acontecimiento, como la más espléndida victoria... de cuantas fueron conquistadas en el reino de los mares desde la creación del mundo... El pueblo chileno sentía la necesidad de celebrar una clamorosa victoria, que cubriese ante él y ante el mundo la impericia desplegada por su escuadra... y festejó como victoria chilena una desventura del enemigo de la cual solo el acaso fue el único autor...”.
También cuenta Caivano que en la Cámara de Diputados de Chile se presentó un proyecto de ley para “recompensar a Condell”. Entre los artículos de la propuesta se decía: “La goleta Covadonga hábil e intrépidamente dirigida luchó contra la fragata acorazada Independencia... actos tan heroicos servirán de ejemplo a las generaciones venideras...”.
– El historiador venezolano Jacinto López cuenta cómo, mientras Prat se batía, su subalterno Condell huyó en pleno combate y termina diciendo:
“Es de notarse que Condell en su informe no dice la verdad sino a medias, cuando asegura que al vararse La Independencia en la roca, él viró y le asestó 2 balas de 70 que perforaron el blindaje y que en ese instante el enemigo arrió su bandera...”.
Continúa Jacinto López y dice:
“No es concebible que con solo 2 tiros de cañón More hubiera ordenado arriar la bandera... Además, en su Despacho al Comandante General de la Marina chilena dice Condell que sus cañonazos fueron contestados por La Independencia con 3 tiros, lo cual es contradictorio con la aseveración respecto a la bandera...”.
Veamos las versiones chilenas:
“El Mercurio” del 19 de junio de 1979 transcribe un artículo publicado en el diario “La Nación” de Montevideo el 19 de junio de 1879, relacionado con los combates del 21 de mayo, lleno de mentiras como es su costumbre. Cuando se refiere al Combate de Punta Gruesa, dice:
“La débil Covadonga con una habilidad increíble imposibilita los movimientos del poderoso blindado Independencia y concluye con él sepultándolo con todos sus numerosos tripulantes en el fondo del mar. Después de triunfo tan increíble La Covadonga con su tripulación que constaba de 120 hombres, de la cual solo restaban 30, porque los demás habían muerto, muerte gloriosa... “.
Para que vea usted cómo son de mentirosos y torpes, le informo estimado lector, que ese mismo diario de la misma fecha y en la misma página, publica el Parte Oficial de Condell que dice:
“...muertos he tenido al Dr. Videla y 2 marineros, y 6 heridos.”.- Pregunto yo: ¿Dónde están los 90 de la muerte gloriosa?. ¡Mentirosos...!
– El 30 de junio de l979, publica un artículo traducido del “Standart” de Londres de fecha 30 de junio de l879. El articulista cuenta que le han alcanzado una información, pero –como veremos- no se deja manipular como sucedió con el de Montevideo, y dice:
“Según la relación que tenemos, fue la pequeña Covadonga la que echó a pique a la Independencia...”. Continúa con sorna y dice: “Pero cómo pudo hacerlo? ¿Podría chocar con semejante buque con alguna esperanza de éxito? ...Si realmente se lanzó sobre el blindado, debería haberse hundido ella en el acto mismo”.
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