"Loor a Dios Único, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor Enviado de Dios, su familia y compañeros.
Querido pueblo,
En el día de hoy, me dirijo a ti con el fin de abordar el inicio de la siguiente etapa del proceso de regionalización avanzada, que supone un perfeccionamiento de nuestro destacado modelo democrático y de desarrollo, con la consiguiente profunda revisión constitucional que requiere, y que consideramos como el pilar de las nuevas reformas globales que queremos lanzar, en permanente armonía con todos los componentes de la Nación.
En primer lugar, Hemos de poner de relieve el pertinente contenido del informe de la Comisión consultiva para la regionalización, a la que Hemos encargado, desde el 3 de enero del año pasado, la preparación de una concepción general del modelo marroquí de regionalización avanzada; elogiando el serio trabajo realizado por el presidente y los miembros de la misma, así como la contribución constructiva aportada a esta obra fundacional por las formaciones políticas y sindicales, y las asociaciones.
Con el fin de llevar a la aplicación lo que anunciamos en el Discurso del 20 de agosto de 2010, con ocasión de la celebración de la Revolución del Rey y del Pueblo, invitamos a todos a contribuir en la tarea de seguir impulsando la maduración del contenido de esta concepción general, en el seno de un amplio y constructivo debate nacional.
Dentro de un contexto escalonado, la Comisión ha propuesto la posibilidad de establecer la regionalización avanzada por un texto de ley, dentro del marco institucional actual, en espera de madurar las condiciones para su constitucionalización.
No obstante, consideramos que Marruecos, en atención al desarrollo democrático que ha alcanzado, está preparado para iniciar la consagración constitucional de la misma.
Hemos optado por adoptar esta valiente opción, porque procuramos que la regionalización avanzada emane directamente de la voluntad popular, expresada a través de un referéndum constitucional.
Por tal razón, Hemos decidido, en el marco de la reforma institucional global, cuyas condiciones Hemos ido preparando desde Nuestra accesión al Trono, que la consagración constitucional de la regionalización se asiente sobre orientaciones fundamentales, como:
El otorgamiento a la región del lugar que le corresponde en la Constitución, entre las colectividades territoriales, en el seno de la unidad territorial y nacional del Estado, así como de las exigencias del equilibrio y solidaridad nacional con y entre las regiones;
La estipulación de la elección de los consejos regionales mediante votación general directa, así como la gestión democrática de sus asuntos;
El otorgamiento del poder para aplicar sus decisiones a los presidentes de los consejos regionales, en lugar de los gobernadores y walís;
El refuerzo de la participación de la mujer en la gestión de los asuntos regionales, en particular, y de los derechos políticos, en general; estipulando textualmente la facilitación de su acceso a los mandatos electorales;
La revisión de la composición y las competencias de la Cámara de consejeros, en el sentido de consagrar la representación territorial de las regiones. Así pues, en el marco de la racionalización de la labor institucional, varias instituciones, principalmente el Consejo económico y social, garantizan la representación de las organizaciones sindicales y profesionales.
Nuestro objetivo supremo no es otro sino asentar las bases de una regionalización marroquí, en todas las partes de Marruecos, principalmente en las provincias del Sahara marroquí; una regionalización fundada en la buena gobernanza que garantice una repartición equitativa y nueva, no sólo de las competencias, sino también de los medios entre el centro y las regiones.
Efectivamente, no queremos una regionalización con dos velocidades: regiones privilegiadas que disponen de suficientes recursos para desarrollarse, y otras necesitadas y carentes de las condiciones del desarrollo.
Querido pueblo,
Con el ánimo de aportar a la regionalización todas las condiciones de eficacia, Hemos considerado su inclusión en el marco de una reforma constitucional global, que tiene por finalidad modernizar y habilitar los órganos del Estado.
Ciertamente, Marruecos ha alcanzado grandes logros nacionales, gracias al establecimiento del nuevo concepto de autoridad que Hemos introducido, así como a las reformas y profundas obras políticas y de desarrollo, amén de las pioneras reconciliaciones históricas; todo ello ha permitido un ejercicio político e institucional avanzado, en comparación con las posibilidades que ofrece el actual marco constitucional.
Por otra parte, Nuestra profunda comprensión de la magnitud de los retos, la legitimidad de las ambiciones, la necesaria protección de los logros y la corrección de las disfunciones; sólo son equiparables a Nuestro firme compromiso de aportar un fuerte impulso a la dinámica de la profunda reforma, cuya esencia radica en un sistema constitucional democrático.
La sacralidad de nuestros valores constantes, que gozan de unanimidad nacional -a saber: el islam como religión del Estado que garantiza la libertad del ejercicio religioso; el Emirato de los creyentes; el sistema monárquico; la unidad nacional y territorial; la opción democrática- constituyen, todos ellos, el sólido garante y la potente base de un consenso histórico que representa un nuevo pacto entre el Trono y el pueblo.
A partir de estos inamovibles cimientos referenciales, Hemos decidido llevar a cabo una revisión global de la Constitución, fundada sobre siete bases fundamentales:
Primero: La consagración constitucional del carácter plural de la identidad marroquí unitaria y rica por la variedad de sus afluentes, donde la lengua amazig ocupa un lugar central en tanto que patrimonio de todos los marroquíes.
Segundo: Consolidar el Estado de derecho y de las instituciones, ampliar el ámbito de las libertades individuales y colectivas, y garantizar su ejercicio, además de afianzar el sistema de los derechos humanos en todas sus dimensiones política, económica y social, así como en el dominio del desarrollo, la cultura y el medioambiente, especialmente a través de la constitucionalización de las pertinentes recomendaciones formuladas por la Instancia Equidad y Reconciliación así como de los compromisos internacionales asumidos por Marruecos;
Tercero: Hacer de la justicia un poder independiente y reforzar las atribuciones del Consejo constitucional, consolidando de este modo la preeminencia de la Constitución, el imperio de la ley y la igualdad de todos ante la misma;
Cuarto: Reforzar el principio de la separación y equilibrio de los poderes, obrando por el arraigo de la democratización, modernización y racionalización de las instituciones a través de:
Un parlamento surgido de unas elecciones libres e imparciales, en el que la Cámara de diputados ocupa la primacía, ampliando el ámbito legal y otorgándole nuevas atribuciones, que le permiten ejercer sus funciones de representación, legislación y control;
Un Gobierno elegido, como resultado de la voluntad popular expresada en las urnas y que obtiene la confianza de la mayoría de la Cámara de diputados;
consagrar el nombramiento del primer ministro presentado por el partido político que ha obtenido los mejores resultados en las elecciones a la Cámara de diputados, y sobre la base de los votos conseguidos;
Reforzar la posición del primer ministro en tanto que presidente de un poder ejecutivo efectivo, que asume totalmente la responsabilidad del gobierno y de la administración pública, amén de dirigir y aplicar el programa gubernamental;
Constitucionalizar la institución del Consejo de gobierno, y explicitar sus competencias;
Quinto: Consolidar los instrumentos constitucionales del encuadramiento de los ciudadanos, mediante el refuerzo del papel de los partidos políticos, en el marco de una verdadera pluralidad, consagrando el lugar de la oposición parlamentaria y la sociedad civil;
Sexto: Reforzar los mecanismos de moralización de la vida pública, vinculando el ejercicio del poder y de la responsabilidad pública al control y rendimiento de cuentas.
Séptimo: Constitucionalizar los instrumentos de la buena gobernanza y de los derechos humanos, además de proteger las libertades.
Querido Pueblo,
Siguiendo sobre la vía de Nuestro consolidado enfoque asociativo en todas las grandes reformas, Hemos decidido crear una comisión especial para la revisión de la Constitución, para cuya elección Hemos tomando en consideración la cualificación, objetividad e imparcialidad de sus miembros.
De este modo, Hemos asignado la presidencia de la misma al Señor Don Abdeltif Mennouni, por su reconocida competencia, elevado dominio científico del derecho constitucional y amplia experiencia en materia de derechos humanos, invitando a los componentes de la Comisión a atender y consultar a las formaciones políticas y sindicales así como a los actores juveniles, asociativos, intelectuales y científicos cualificados, a fin de recabar su concepción sobre la materia, sometiendo los resultados de sus trabajos a Nuestra Alta Apreciación en el curso del próximo mes de junio.
En este sentido, es deseo Nuestro que a partir de estas orientaciones generales, se establezca un marco referencial para la labor de la comisión. No obstante, ello no le exime de llevar a cabo un esfuerzo creativo con el fin de proponer un avanzado sistema constitucional para el Marruecos de hoy y de mañana.
Así pues, en espera de que el proyecto de la nueva Constitución sea presentado a un referéndum popular, aprobado y llevado a la aplicación, y se establezcan las instituciones que del mismo emanan; las instituciones actualmente en vigor, seguirán ejerciendo sus funciones, en el marco de las disposiciones de la presente Constitución.
En este contexto, invitamos a una movilización colectiva a fin de culminar con éxito esta gran obra constitucional, emprendida con confianza y valor, voluntad y compromiso, colocando los intereses supremos de la Nación encima de cualquier otra consideración.
De igual modo, queremos expresar Nuestro orgullo por el elevado sentido de patriotismo que caracteriza a Nuestro fiel pueblo, con todas sus categorías y regiones, sus serias formaciones políticas y sindicales, y su ambiciosa juventud, esperando que el amplio debate social abarque las cuestiones decisivas de la patria y de los ciudadanos.
Al lanzar, en el día de hoy, la obra de la reforma constitucional, estamos dando un paso fundamental en el proceso de consolidación de Nuestro distinguido modelo democrático y de desarrollo, que afianzaremos promoviendo continuamente la reforma global en los ámbitos de la política, la economía, el desarrollo, así como en el dominio social y cultural. Velaremos por que todas las instituciones e instancias cumplan del mejor modo la función que les es asignada, respetando la buena gobernanza y arraigando la justicia social y las condiciones de la ciudadanía digna.
“No quiero sino corregir aquello que pueda. No podré estar bien encauzado si no es por Dios, en Él me apoyo y a Él me vuelvo.” (Sagrado Alcorán).
El saludo, la bendición de Dios el Altísimo y sus gracias, sean con vosotros".
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