Su «vuelta al mundo en 80 días» ha conducido a la «bloguera» Yoani Sánchez a Estados Unidos, en el marco de una gira mundial financiada por desconocidos mecenas. O quizás no tan desconocidos, ya que en Washington DC fue recibida en el Capitolio, en la Casa Blanca y se presentó ante un selecto (o más bien seleccionado) auditorio en el CATO Institute. El periodista cubano residente en Miami Edmundo García, comenta la estancia de Yoani Sánchez en la capital estadounidense.
Por fin llegó a donde tenía que llegar: a la capital federal de los Estados Unidos, a Washington DC. Parece que el resto del viaje es una pantalla para hacer menos escandalosa su coronación por quienes pretenden ser el laboratorio central de la política mundial.
El martes 19 de marzo en la mañana, Yoani Sánchez desembarcó al pie de la escalinata de uno de los edificios del Congreso de los Estados Unidos en un jeep negro Chevrolet SUV, con cristales oscuros y muy poca visibilidad al interior, como si se tratara de una jefa de Estado. En Miami hay quienes creen que la transportaba el mismísimo Servicio Secreto, así que siguen comportándose con cautela, como si alguien de muy arriba hubiera orientado pasarle la mano y dejar de criticar a su elegida.
En la acera la esperaba el representante Joe García con un ramillete de flores blancas en las manos, la congresista Ileana Ros-Lehtinen con amplia sonrisa y el también congresista Mario Díaz-Balart. De ahí llevaron a la visitante a una salita para conversar en una mesa donde no había ni diez personas: los también congresistas Albio Sires, Kathy Castor y Debbie Wasserman Schultz (el Senador Bill Nelson cursó la invitación formal), el profesor y bloguero Ted Henken que servía como traductor. Y más allá un grupo de fotógrafos y periodistas sin otra misión que la de publicitar la visita de la bloguera.
Lo que hizo Yoani Sánchez en esa reunión supera cualquier noticia anterior del plattismo [1], el anexionismo y el entreguismo.
Entre contradicciones y mentiras que repite sin ningún tipo de escrúpulo, Yoani pidió a los congresistas estadounidenses apoyo para hacer cambios en Cuba, diciendo sin embargo que quería para Cuba más democracia, que es la palabra que ella usa designar la implantación de un gobierno del gusto de quienes la escuchaban. Yoani dijo que apoya el contacto pueblo a pueblo, entre el pueblo estadounidense y el pueblo cubano. Pero, ¿a qué parte del pueblo cubano se refiere? ¿A esos pocos que la acompañan a las reuniones en la SINA [2] o a los millones que cada día participan en los cambios que se dan en la Cuba real, la que ella mira de lejos desde la ventana de un edificio de La Habana?.
Yoani, que dice creer en la democracia, cuestionó en Washington dos decisiones tomadas por tribunales de su país en procesos reconocidos como justos por los implicados: la sanción al ciudadano español Ángel Carromero por haber provocado el accidente donde murieron los ciudadanos cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero y la sanción al contratista estadounidense Alan Gross por haber realizado actividades subversivas penadas por las leyes cubanas. Yoani dijo que Alan Gross había ido a Cuba por «solidaridad», cuando la propia empresa que contrató a Gross, la DAI, ha mostrado documentos ante autoridades judiciales estadounidenses sobre los casi 600 000 dólares que habían quedado en pagarle por sus actividades en Cuba. Si en el lenguaje de la filóloga eso se llama «solidaridad», que venga Noam Chomsky y lo explique.
Yoani miente ante los congresistas estadounidenses, quienes de paso se mienten entre ellos mismos, y también cae en contradicciones escandalosas. Por un lado le asegura a sus señores que tiene muchos seguidores en Cuba e inmediatamente se desdice agregando que si todos esos seguidores hubieran viajado con ella si acaso alcanzarían a llenar la sala donde ella estaba hablando, que ya rebosaría con cuatro gatos más.
Yoani dice que con las nuevas tecnologías ha logrado cambiar cosas, pero por otro lado confiesa que sabe que con un blog y un teléfono no se puede construir una «democracia» ni se puede tumbar un gobierno.
¿Es que acaso Yoani está pidiendo a estos congresistas que den pasos para otro tipo de acciones que vayan más allá del blog? ¿Quiere Yoani que los aviones y los fusiles extranjeros ayuden a hacer lo que ella sabe que no podrá lograr con videos en la sala de su casa, ni con viajes de lujo alrededor del mundo y hospedaje en hoteles de cinco estrellas con agenda de dignataria extranjera?
Después de concluir la reunión, los congresistas Joe García, Ileana Ros-Lehtinen y Mario Diaz-Balart ofrecieron junto a Yoani Sánchez una conferencia de prensa ante un grupo de periodistas, algunos de ellos llegados desde Miami. En dicha conferencia Joe García calificó a Yoani como «nuestra héroe». Resultó curioso que en tono de broma el propio Joe alertara a Yoani sobre la presencia de funcionarios de la USAID entre el público, a quienes señaló como los que dan la «ayuda».
Comentando el caso de Gross, la bloguera dijo que si ellos arriesgaban su piel dentro de Cuba, la comunidad internacional tenía que arriesgarse también si quería ver un cambio de régimen. En cuanto a lo publicado por The Washington Post como «confesiones» de Carromero, Yoani dijo: «En torno a Carromero no me ha sorprendido. Era una confesión largamente esperada. Es necesario que se haga una investigación internacional y tenemos urgencia de que eso ocurra.»
Creo que a quien primero tendría que convencer Yoani es al canciller español García Margallo, quien ha dicho reiteradamente que ni su gobierno ni los diplomáticos españoles en Cuba tienen otras evidencias que las presentadas en el debido proceso. García Margallo confirmó que si Carromero tiene otras pruebas pues debe ir a una corte y no al gobierno ni al partido. Como ha hecho en todas sus comparecencias, la misma Yoani se desdijo y reconoció que era casi imposible que pudieran presentarse pruebas contra lo ya declarado formalmente y agregó que no confiaba en que aparecieran testigos para cuestionar el juicio. Y en eso lleva razón, porque no los hay.
En esta conferencia de prensa Yoani dijo también haber sentido el dolor de quienes en el 2003 fueron apresados en Cuba como parte de la llamada «primavera negra». Pero no dijo, y ningún periodista presente se lo recordó, que en 2003 ella estaba disfrutando de la dulce vida en Suiza y quizás hasta recibiendo entrenamiento para todo lo que hace ahora.
En lugar de reconocer que es gracias a la reforma migratoria implementada por el gobierno cubano que ella y otros amigos suyos han podido emprender esos cómodos, expeditos y pagados viajes, sin ningún problema de visado, Yoani se dedica a tensar el ambiente declarando que alguien pretende tomar represalias contra ella.
Yoani dijo en México, en la reunión de la SIP [3], organización que le paga 6 000 dólares mensuales, que piensa violar la ley cuando regrese a Cuba y que no le importa hacerlo. Ha prometido que va a crear un medio de comunicación que no es legal y que la ley de su país no permite. Ella está totalmente consciente de eso. Y le vuelve a echar leña al fuego ahora en Washington diciendo que ella no se va a quedar a vivir fuera de Cuba, cuando nadie le ha dicho u obligado a tal cosa.
¿Es que acaso los jefes le han pedido a Yoani que «consiga» una condena? ¿Es que la nueva parte del plan requiere de un pretexto para pasar a acciones de fuerza contra Cuba?
Las contradicciones y mentiras de Yoani no son tan ingenuas. No por gusto estoy alertando sobre estas cosas. El artículo de Juan Carlos Chávez, en El Nuevo Herald del martes 19 de marzo, dice que Yoani Sánchez tendrá algunas reuniones muy importantes en Washington DC y cito: Yoani continuará el miércoles 20 de marzo «su agenda de actividades que incluye una reunión de alto nivel con el senador republicano Marco Rubio y un encuentro con funcionarios del Departamento de Estado». Es algo a lo que no se le ha prestado mucha atención pero que resulta curioso, tanto por lo que pueda contener la agenda de Yoani en Washington como por la agenda que en Washington se le dicte a Yoani Sánchez para llevar a La Habana.
No es posible seguir con el engaño, el blog de Yoani Sánchez no nace de la necesidad de escribir de una humilde filóloga. Como expliqué en el programa La Tarde se Mueve del pasado lunes 18, el blog Generación Y y otros blogs anticubanos surgieron como parte de una cuidadosa estrategia elaborada por la USAID, la SINA y otros departamentos y agencias estadounidenses para provocar un cambio de gobierno en Cuba, al estilo de las llamadas «primaveras árabes».
¿Quién es mi fuente y en qué me baso para hacer esta afirmación? Pues les digo que ni en la Mesa Redonda [4], ni en el noticiero de la televisión cubana, ni en el periódico Granma [5].
Para decirles que el blog de Yoani y la propia Yoani es un invento de los enemigos de Cuba me estoy basando en un informe de la GAO, la U.S. Government Accountability Office, que es una dependencia oficial estadounidense para el control de la responsabilidad en el funcionamiento de otros organismos del gobierno. Es un informe público, que todos pueden leer y sobre el cual el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba ya ha asumido una posición que también comentamos en La Tarde se Mueve.
¿Y saben quién solicitó ese informe? ¿Saben quién quería que le dijeran qué estaba pasando con esos proyectos para «democratizar» Cuba, que van por más de 205 millones de dólares derrochados sin lograr nada? Pues el senador John Kerry, que en aquel momento presidía la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y que hoy es el secretario de Estado.
Ese informe revela que los famosos programas para fomentar una llamada «democracia» en Cuba incluyen la creación de blogs y el uso general de internet para promover una subversión más enmascarada. El blog de Yoani aparece en el año 2007 y está contemplado en el informe del GAO. Su blog Generación Y es un sitio premiado sucesivamente en los años posteriores con una dotación de más de un cuarto de millón de dólares. Una inversión inútil, como todo este caro y largo viaje de la bloguera.
Yoani vendrá a Miami a principios de abril y Miami le prepara su sorpresa. Aunque han sido maniatados muchos de sus críticos por mandato superior, si se decide a dar una conferencia de prensa realmente democrática y no sólo con quienes están a su favor, le podrían caer algunas preguntas. Como estas dos:
–¿Qué piensa Yoani, sin ironía, de la libertad de Los Cinco?
–¿Qué piensa Yoani, sin ironía, de que el terrorista Luis Posada Carriles se pasee a sus anchas por la ciudad de Miami?
[1] Referencia a la Enmienda Platt, texto que Estados Unidos impuso a la Asamblea Constituyente cubana en 1901 como parte de la primera Constitución de la República de Cuba, bajo la amenaza de que, en caso de no ser aceptada la enmienda, el gobierno estadounidense mantendría la ocupación militar sobre la Isla.
[2] Sección de Intereses de Estados Unidos, oficina que funge como representación diplomática oficial de Washington en Cuba. Nota de la Redacción.
[3] Sociedad Interamericana de Prensa, asociación de propietarios, editores y directores de medios de prensa. NdlR.
[4] Programa de debate de la televisión cubana. NdlR.
[5] Órgano oficial del Partido Comunista de Cuba. NdlR.
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