Los medios internacionales ven en la conferencia de prensa del ministro sirio de Relaciones Exteriores, Walid Al-Muallem, la confirmación de los comentarios de ayer de la propia prensa sobre las decisiones del Comité ministerial ad hoc de la Liga Árabe (prolongación de la misión de observación y proposición de una hoja de ruta) y sobre el rechazo de algunas de ellas por parte de Damasco. .
Ninguno de esos medios de prensa informa a sus lectores sobre el contenido del informe de los observadores de la Liga Árabe, donde se estipula claramente que nunca hubo represión sangrienta contra manifestaciones pacificas en Siria. Todos estos medios, siguiendo el ejemplo de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, repiten las historias del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos sin cuestionar su veracidad, sus métodos o su credibilidad. Así que los medios interpretan las palabras del ministro sirio de Relaciones Exteriores –quien señaló que el Estado sirio cumplirá con sus responsabilidades en materia de protección de la población frente a los grupos armados– como el anuncio de un recrudecimiento de la represión política.
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