El corresponsal de guerra y estrella de la televisión árabe Al-Jazeera, Tayseer Alouni, ha sido arrestado el 8 de septiembre de 2003 en España. El juez Baltazar Garzón, lo acusa de ser «un miembro eminente de Al Qaida», en base a los datos transmitidos por los servicios de información israelíes y estadounidenses. Los reportajes del periodista Tayseer Alouni sobre los daños infligidos a las poblaciones civiles en Afganistán, luego en Irak, le han atraído las iras del Pentágono. Una delegación de la Red Voltaire para la libertad de expresión aporta su apoyo a la redacción de Al-Jazeera.
Se detuvo al corresponsal de guerra y estrella de la televisión árabe Al-Jazeera, Tayseer Alouni, el 8 de septiembre de 2003 en España, encarcelado en la prisión de alta seguridad de Soto del Real después de una detención preventiva prolongada. El juez de la Audiencia Nacional española, Baltazar Garzón, acusa al periodista de ser «un miembro eminente de AL Qaïda».
De doble nacionalidad española y siria, Tayseer Alouni comenzó su carrera de periodista en la agencia de prensa nacional española (EFE) antes de unirse a Al-Jazeera. Se volvió mundialmente famoso instalando una oficina de la cadena TV árabe en Kabul, bajo el régimen talibán, y entrevistando a Osama Ben Laden poco después de los atentados del 11 de septiembre del 2001. Durante la guerra en Afganistán llevada por los Estados Unidos, su cobertura de los daños infligidos a la población civil levantó la cólera del Pentágono. Su oficina fue entonces «accidentalmente» bombardeada por la US Air Force. Cuando Estados Unidos atacó Irak, el mismo periodista dio cuenta de los sufrimientos de las poblaciones civiles y del contradictorio comportamiento de las tropas de la Coalición. Se bombardeó nuevamente su oficina en Bagdad, esta vez matando a uno de sus colaboradores. Buscó refugio en la oficina de sus colegas de Abou Dhabi TV, quienes fueron bombardeados también. No sabiendo dónde ir, se unió a sus colegas españoles en el hotel Palestina, hotel que fue el objeto inmediatamente de un ataque estadounidense, en el que resulto muerto un español.
Basandose en la información transmitida por servicios de información israelíes y estadounidenses, el juez español Baltazar Garzón acusa a Tayseer Alouni de mantener contactos con AL Qaida, como miembro de la organización terrorista infiltrado en la TV árabe Al-Jazeera. Se le acusa a Alouni igualmente durante sus estancias en España, de haber constituido la célula de Al Qaida, a la cual habría estado vinculado Mohamed Atta, supuesto cerebro de los atentados del 11 de septiembre. Esta célula estaría compuesta por una treintena de personas, todas ellas detenidas y encarceladas en el marco de la operación policial «Datil». El Sr. Alouni y el conjunto de los sospechosos deberán ser juzgados en Madrid el próximo año. El descubrimiento de una célula terrorista islamista en España proporciona un argumento político importante para el Gobierno Aznar, cuya sumisión hacia los EE.UU fué masivamente criticada en la calle. Extrañadamente, a pesar de las acusaciones llevadas contra ellos, ningún de los sospechosos no fue objeto de una solicitud de extradición por parte de la justicia de los Estados Unidos.
Siempre dando fe a la información transmitida por los servicios de información extranjeros, el juez español Garzón ha acusado a Tayseer Alouni ha haber transportado el tesoro de Al Qaida. Según los abogados del periodista Alouni, lo que en realidad ha transportado varias veces, son pequeñas cantidades de dinero que llevaba a sus amigos en Afganistán e Irak; en particular, una suma de 1000 dólares con motivo de un matrimonio. El total no excedió 4000 dólares.
A partir de la detención de este corresponsal de guerra, Aidan White, Secretario General de la Federación Internacional de Periodistas, ha constatado que «durante estos últimos años, existe una creciente irritación de los Occidentales, especialmente de los Estados Unidos, en contra de la expresión de los medios de comunicación árabes, y especialmente de la televisión Al-Jazeera. Después de los ataques militares contra sus oficinas, en primer lugar en Afganistán, luego dos veces en Irak, y con esta última detención, todo este desarrollo internacional comienza a semejarse a una cacería de brujas».
Este asunto debe ser relacionado con el cierre del Centro de estudios Zayed el 27 de agosto 2003, a consecuencia de una violenta campaña de difamación por parte de los Estados Unidos, iniciada y conducida por organizaciones cercanas a Ariel Sharon, y sobre por presión del Departamento de Estado norteamericano. El sultán Al-Zayed bin-Nahyan se decidió por el cierre de dicho centro de investigación político que llevaba su nombre en Abu Dhabi. El Centro empleaba a ciento veinte investigadores residentes y a ciento cuarenta investigadores asociados. Dicho instituto se convertió en el Ogro de Washington desde que publicó y difundió una versión árabe del libro la La Gran Impostura. «El cierre del Centro Zayed es una pérdida inestimable para la vida intelectual del mundo árabe», comentó Amre Moussa, Secretario General de la Liga Árabe.
El 9 de septiembre, una delegación de la Red Voltaire para la libertad de expresión conducida por su Presidente, el periodista francés Thierry Meyssan y su Secretario General Jean Claude Ramos, vino a aportar su apoyo a los colegas y amigos del prisionero Tayseer Alouni en la redacción de la TV Al-Jazeera en Doha (Qatar). Thierry Meyssan declaró que: «ni bombardeando a las poblaciones civiles, ni deteniendo a los periodistas será la manera como se favorecerá la democracia en el Medio Oriente, sino que se logrará esto más bien defendiendo las libertades y la pluralidad de la prensa.»
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