Las armas de la masacre de Charlie-Hebdo fueron adquiridas a través de un ex combatiente croata

El fusil de asalto Kalachnikov que Amedy Coulibaly utilizó el año pasado para cometer la matanza en el mercado de alimentos de la Porte de Vincennes, simultáneamente con el ataque contra las oficinas del semanario humorístico Charlie-Hebdo, provenía de la ex Yugoslavia, probablemente de un antiguo arsenal revendido en los últimos años, según reportaron los medios de difusión franceses.

Al principio, la investigación sobre la reciente masacre de París demostró que los terroristas utilizaron varias armas producidas antes de la guerra en la fábrica Crvena Zastava, en Kragujevac, Serbia.

Durante la investigación sobre la venta de un arma hallada en el domicilio de Coulibaly, el ex miembro de la Legión Extranjera y militante de derecha Claude Hermant fue interrogado recientemente en Francia. Según los medios, Hermant también participó, del lado de los croatas, en la guerra en la ex Yugoslavia.

Crvena zastava

A través de la empresa registrada a nombre de su esposa, Claude Hermant compró a una empresa eslovaca, en internet, una gran cantidad de armas averiadas, armas que él mismo reparó en su propio taller, antes de revenderlas. Lo anterior fue demostrado mediante un análisis que prueba que las huellas halladas en el arma de fuego encontrada en el domicilio de Amedy Coulibaly corresponden con las herramientas halladas en el taller de Claude Hermant.

Hermant vendió parte de aquellas armas a través de un conocido de nacionalidad kurda, que mantenía relaciones con varios extremistas islamistas en Bruselas. Es por consiguiente posible que parte del armamento recientemente utilizado en las masacres perpetradas en Paris haya llegado por esa vía a manos de los terroristas.

Por la venta de armas, Hermant fue puesto bajo arresto preventivo varios meses antes del ataque contra las oficinas de Charlie-Hebdo, y recientemente fue llamado a declarar de nuevo cuando se demostró que el fusil Kalachnikov utilizado en la masacre del supermercado de la Porte de Vincennes había sido fabricado por Crvena Zastava.

Es un hecho ampliamente demostrado que, a principios de 2011, Croacia y Serbia vendieron importantes cantidades de armas –el ministerio del Interior croata reconoció la venta de 15 000 armas diferentes, principalmente armamento confiscado en diferentes operaciones de la policía, mientras que el ejército serbio ponía en venta 60 000 armas de diferentes tipos. Los medios franceses no precisan la procedencia del arma mencionada.

Ese tipo de tráfico no es nada fuera de lo común en los países europeos y, después de los atentados terroristas perpetrados en París, la Comisión Europea había anunciado restricciones y controles más estrictos de la venta de armas de segunda o averiadas. Sin embargo, el ministerio del Interior de Croacia confirmó recientemente que no ha recibido ningún pedido de información sobre las armas averiadas vendidas desde nuestro país [Croacia].

El tráfico con Croacia

Claude Herman, de 52 años, cuenta con una rica biografía. Fue paracaidista en la Legión Extranjera hasta 1982. Participó después en diferentes guerras. Además de Croacia, también se implicó en el Congo y en Angola. Este elemento de su biografía es algo que tiene en común con otros ex miembros de la Legión Extranjera que estuvieron en Croacia. Es de público conocimiento que James Cappiau, el asesino de Vjeko Sliska, legionario y participante en la guerra en Croacia, trabajó, a través de su empresa “Joy Slovakia”, para Jacques Monsieur, uno de los más grandes traficantes internacionales de armas.

A principios de los años 2000, Cappiau dirigía también el reclutamiento de individuos con experiencia militar para entrenar las fuerzas armadas del Congo. Según los medios franceses, Hermant dice haber colaborado con los servicios secretos franceses, los mismos que dieron a Jacques Monsieur la luz verde para vender armas a Croacia entre 1991 y 1995. Esto fue mencionado ante el tribunal, luego de su asesinato en 2009 por haber violado el embargo contra Irán.

Durante los años posteriores al fin de la guerra en Croacia, los nombres de varios ex legionarios aparecían a menudo en casos de tráficos ilegales de armamento proveniente de territorios de la ex Yugoslavia hacia Francia. Fue así como, en 2001, todo un grupo de individuos del entorno de Ante Zorica fue arrestado por la venta de una importante cantidad de armas, pero el tribunal rechazó las acusaciones. Uno de los principales actores de esta historia, Zvonko Lukic de Konjic, otro ex legionario, fue arrestado en 2007 como organizador de un grupo de 14 personas que vendían armas a diferentes organizaciones terroristas. En aquel momento fueron descubiertos 54 Kalachnikov y 350 kg de explosivo.