Opinar sobre el tema, nos lleva a intentar un informal enfoque del desarrollo y aclarar la importancia de las iniciativas ciudadanas para lograrlo. Es el caso que muchos de los pueblos en vías de desarrollo -ese inclemente cosmos donde se da no sólo la pobreza extrema-, ha sido defendido por "ciudadanos universales" que articulan hoy la voz y acción de protesta, que han forzado a que la definición permanezca en suspenso desde Seattle a Praga, a Davos, a Barcelona, Ottawa. Washington... Queda, por lo tanto, en la carpeta de trabajo seguir aclarando las cada vez más conflictivas relaciones entre desarrollo y conservación del medio ambiente; por ejemplo. Y a su vez los enlaces y dependencia entre estas dos categorías y los sistemas de liberalización del comercio con lo cual ya se nos está chantajeando. Y luego, entre todos ellos y el decisivo del sector laboral.
Es así como las iniciativas nacidas de la comunidad, galvanizadas ante el voraz impacto de la globalización, de hegemonistas, más el costo humano que este tipo de “desarrollo” nos impone; buscaron y buscan formas efectivas para incluir sus objetivos por una vida más justa en la agenda de los países y organizaciones que conforman el poder global. Sus esfuerzos globales, encierran algo más que un reclamo por aumento de ingresos de los trabajadores. Los millones de seres humanos agobiados y desplazados por la miseria producto de la reestructuración del sistema económico, y de la alineación unipolar del poder político mundial, demandan hoy básicamente preservar la justicia, los derechos humanos, la praxis de la democracia. ¿A quienes corresponde esa tarea, sino a los pueblos que ven en la integracion, regionalización y uso racional de sus recursos naturales la apertura natural que ha de abrirse o ser forzada a hacerlo, como camino ineludible hacia una mejor distribucion de los recursos economicos y naturales?
Los desplazados y desarraigados de sus lugares de orígen por las sucesivas crisis y subversión en mayor o menor grado, conllevan la visión cósmica de la Madre Tierra, la protección de sus recursos naturales; estas masas son las que vivían hasta hace poco conformando sociedades agrarias/rurales y que en algunos casos han practicado milenariamente el autoabastecimiento. Sabían los quechuas métodos de largo y efectivo almacenaje en las chullpas, utilizando plantas aborígenes que poseían propiedades naturales de preservación. Grandes agricultores, conocían avanzados métodos de cultivo y distribución no sólo de alimentos, sino también del agua como ocurrió en el imperio de los Incas. Especial atencion merece el metodo utilizado por los antiguos habitantes de Chilca, donde pese a ser zona desertica ellos inventaron método para reunir la humedad del ambiente y del subsuelo.
En el mundo actual la frecuente victimización de los inmigrantes, los flotantes, y explotados en otras tierras que la suya -, es claro ejemplo de cómo los métodos de la globalización económica socavan los fundamentos de la paz social y de los derechos humanos. Se está produciendo un amenazador desequilibrio interno y externo. Fuerzas en tensión que propician más desequilibrio. Si una persona desarraigada de su locus originario en la nación a la que pertenece, sufre el trauma de la exigencia de adaptación, cuánto mayor violencia encierra mudarse de país, otro idioma, otra cultura, otra raza. Y cuán grande la pérdida para su cultura original de la cual se disloca sin poder aportar al cauce del saber heredado.
El surgimiento, y exploración práctica de las iniciativas ciudadanas y sus perspectivas han hecho posible en gran parte, la gestación y materialización de lo que es hoy la Unión Europea el más grande experimento social y político de nuestro tiempo. Conceptos creativos fueron visionarios y basados en el interés común bienvenidos en su tiempo, especialmente estas dos últimas décadas en que las iniciativas ciudadanas sin fines de lucro florecieron y rebasaron sus fines entonces comunitarios, luego locales y hasta extendieron su proyección internacionalmente. (No comentaremos aquí el abuso de los politicos que eon el abuso de su poder se apoderan de las organizaciones no-gubernamemtales, sin fines de lucro y despojan y estafan una vez a la comunidad y a los donantes extranjeros).
Sin embargo, las evidencias de lo que han logrado las iniciativas ciudadanas en el mundo, no pueden ser descartadas. Pareciera que su rol, habiendo detectado sus propios hallazgos y defectos, está regresando a su punto de partida para iniciar de nuevo su ruta desde las raíces mismas de la comunidad organizada. Quiero destacar aquí que cualquier gobierno central al prestar atención a este aporte y caudal espontáneo, al incluir los intereses surgidos de la herencia y características individuales y colectivas de todas sus regiones, tomemos el caso del Perú, estará ejerciendo uno de sus deberes: prevenir la explosión social, mantener la estabilidad y promover la paz.
La ayuda y asistencia social, contra la que últimamente he leído algunas airadas protestas en Lima teñidas de irrisorio clasismo social, sin detenerse a analizarar qué recursos existen realmente para ser donados a los indigentes - es una realidad que los países del mundo aceptarán mientras exista la mala distribución de los recursos naturales y de la riqueza. Eso sí, la ayuda social no es caridad ya que si existe proviene de los miembros pudientes de la misma comunidad. Si se corrompe ese sistema o sino existe, es lógico que la comunidad reclame el cambio a través de la participación organizada. Volvemos al punto de partida: que es básico reconocer que un sistema que no efectúa los cambios estructurales necesarios, en el orden económico y social local e internacional, está condenado a la inestabilidad y finalmente a la violencia. El discurso político vacío de significado por su falta de correspondencia con la realidad no puede despertar confianza, y mucho menos solidaridad.
Es oportuno mencionar que las interrelaciones entre los diversos objetivos y requisitos para el desarrollo llamado sustentable pueden, naturalmente, variar de región a región pero su poder integratorio está en que implica, presupone, la preservación del medio ambiente, la descentralización del trabajo y la capacitación ciudadana para un mejor entendimiento de las características de sus problemas regionales.
Los proyectos de desarrollo que son en sí producto de iniciativas ciudadanas, aunque varían en cuestiones específicas de país a país, son caracterizados por la importancia que dan a la conservación y respeto de su diversidad cultural, a la igualdad, la reciprocidad. Incluyen la participación comunitaria, incluyen a la mujer y a la familia. Esta es la vena madre para el nuevo tipo de desarrollo sustentable, el que nace espontáneo de la iniciativa comunal. Estos son movimientos inter relacionados que desembocarán por su propia dinámica en una creciente participación organizada a través de los municipios. Realidad que en un ambiente envenenado politicamente por los que están de turno, impulsa ciegamente al status a tomar posiciones politicas irreductibles sin considerar que el proceso de desarrollo regional no puede saltar sobre los representantes de la comunidad si elproceso es viciado, se cosechará la inestabilidad.
Es de desear que cuando esa confluencia inevitable (histórica) entre los politicos y las organizaciones laborales, comunales y feministas ocurra, no se pospongan cuestiones globales como la paz, los derechos humanos, el racismo, el trabajo infantil y otras injusticias que conocemos de manera directa. De allí que desde hace algo más que esta década hemos visto crecer a nivel mundial la importancia de los municipios como trampolín hacia el ascenso al poder político. Lo que en países faltos de libertad, como esta el Perú, hace vulnerables a los gobiernos locales al ataque del peso pesado (los que están entornillados el poder del Estado central) todo su gobierno centralizado les ajusta los tentáculos. Esto destaca también, la vital importancia de la promoción del liderazgo desde las escuelas, la formación que permita al ciudadano a establecer las relaciones entre las cuestiones globales, las acciones personales y locales, y el bienestar colectivo. Características que revelarán a un potencial humano aspirante y capacitado para gobernarse en la historia nueva del siglo XXI.
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