Impulsada por el ímpitud que le dan los holgados ingresos y las exitosas experiencias recientes de la República, Petróleos de Venezuela (Pdvsa) incursionó en el mundo de las recompras de deuda externa para mejorar su perfil financiero y tener mayor maniobrabilidad sobre sus propios fondos.
La gigante petrolera estatal anunció el 28 de junio que su filial Pdvsa Finance Ltd lanzó una oferta para recomprar en efectivo notas de su deuda externa, que vencen entre el 2006 y el 2028, por un monto global en circulación de poco más de dos mil 600 millones de dólares.
"Conjuntamente con la recompra, Pdvsa Finance está solicitando el consentimiento de los tenedores de los bonos para realizar ciertas modificaciones a los términos del instrumento bajo el cual fueron emitidos los bonos y asimismo se está solicitando la dispensa de algunos aspectos relativos a otros documentos que rigen la emisión de los bonos", dijo la empresa en un comunicado.
Agregó que para aprobar las dispensas y las modificaciones es necesario el voto afirmativo de la mayoría del monto del capital representado por los bonos.
Pdvsa afirmó que la recompra y la solicitud de consentimiento tienen como propósito "reducir el endeudamiento total"y proporcionar a la firma una mayor flexibilidad financiera.
La deuda total de Pdvsa, una de las petroleras más grandes del mundo, supera los seis mil millones de dólares con un servicio previsto para este año de unos 760 millones de dólares. Y, para una empresa que está valorada en unos 100 mil millones de dólares, "seis mil millones es una deuda muy pequeña", dijo recientemente su presidente, Alí Rodríguez.
"Normalmente una empresa, cuando tiene suficiente solvencia y tiene que aliviar sus costos (...) realiza este tipo de operaciones", dijo Rodríguez el día que fue anunciada la operación de la que no precisó mayores detalles. "Este año tenemos más que suficientemente cubiertos los requerimientos financieros de la empresa", agregó.
Venezuela, quinto exportador mundial de petróleo y cuyo principal cliente es el mercado estadounidense, busca mejorar las condiciones de su deuda pública externa en momentos en que el país se está beneficiando de los altos precios del petróleo.
Pdvsa Finance precisó que la oferta, que expira el 26 de julio a las 12.00 horas de Nueva York, incluye la recompra de ocho distintos tipos de notas denominadas en dólares con vencimiento entre el 2006 y e 2028 de las cuales hay un monto en circulación de 2 mil 500 millones de dólares.
La oferta, liderada por Deutsche Bank Securities Inc y J.P. Morgan Securities Inc., también contempla la recompra de una nota en euros que vence en el 2006 y de la cual hay un monto en circulación de 88,4 millones de euros.
Sospechas de información privilegiada
Algunos operadores y corredores de deuda presumieron que la información sobre la recompra había llegado a algunos oídos antes de que fuera oficializada. Dijeron que en las primeras semanas de junio los papeles de la petrolera, generalmente ilíquidos, se movieron de una forma inusual y subieron de precio de forma inesperada.
Por ejemplo, dijeron que las notas que vencen en el 2028 pasaron desde 78% a mediados de junio a poco más de 82% al 18 de junio y luego a 85% el viernes antes de que fuera anunciara la operación, que hasta ese momento sólo había sido filtrada a un diario de Londres que apuntó a que la recompra sería por unos mil millones.
Los bonos que vencen a más corto plazo registraron alzas menos contundentes
Ex gerentes de la petrolera estatal fueron sorprendidos con la operación. Algunos argumentaron que este tipo de recompras se efectúan cuando hay un flujo de caja muy holgado y dijeron que para este año ya está comprometido.
Calcularon que si Pdvsa logra en el 2004 ingresos por el orden de unos 33 mil millones de dólares -suponiendo un precio promedio de exportación de 30 dólares por barril y un volumen de ventas al exterior de unos 2,7 millones de barriles por día- ya tiene comprometidos unos 20 mil millones de dólares que aportará al fisco.
Los 13 mil millones restantes se distribuirían entre costos operativos e inversiones. Con estas cifras la empresa no tendría fondos para la recompra, dijeron ex gerentes de la empresa. El director de Finanzas del conglomerado petrolero estatal dijo hace ya algún tiempo que Pdvsa pagó hasta noviembre del 2003 unos dos mil millones de dólares en deuda y que quedaba un saldo pendiente de cerca de 250 millones de dólares que debían ser cancelados en diciembre.
Recompra entre temores
Otros ex gerentes dijeron que la petrolera busca con la transacción de recompra y consentimiento, si le es exitosa, librarse de presentar ante la Comisión de Valores de Estados Unidos los estados financieros de la empresa del 2003. Alí Rodríguez desestimó que este pedido de prórroga repercuta en la gestión de la empresa y aclaró que es común solicitar estas extensiones.
La noticia sobre la recompra también despertó temores entre inversores y calificadoras.
Standard & Poor’s dijo que podría recortar la calificación "B+" que tiene para las notas en circulación de Pdvsa Finance porque tras la recompra "podría bajar la calidad del crédito de cualquier nota que se quede en circulación". Habrá que ver qué sucede.
En un comunicado explicó que puso las notas en "crédito en observación con implicaciones negativas", lo que significará una revisión hasta un nivel que dependerá del volumen que quede en circulación y del perfil de amortización.
Por su parte, el analista de mercados emergentes Jan Dehn, de Credit Suisse First Boston, dijo a la agencia de noticias Reuters que la recompra debería derivar en otra operación de deuda de la firma, sea en la forma de una nueva emisión de bonos o nuevos préstamos, para que no se vea afectado el flujo de ingresos y gastos de Pdvsa.
Pero Rodríguez aseguró recientemente que "Pdvsa tiene una relación sumamente confortable entre lo que debe y lo que tiene como patrimonio".
Las ventas de crudos y productos aportan alrededor de la mitad de los ingresos del Estado, que este año prevé recibir ingresos extraordinarios de entre cinco mil y siete mil millones de dólares por los altos precios petroleros, según han calculado a grandes rasgos algunos funcionarios.
Un ahorro de 400 millones
Con la recompra de bonos por 2,6 millardos de dólares Petróleos de Venezuela obtendrá un ahorro de 400 millones de dólares, informó en Maracaibo el titular de la estatal, Alí Rodríguez Araque, quien dijo que se ha decidido valorar el recurso petrolero, "porque en la medida que se hace, se genera mayor contribución fiscal al sector no petrolero, para ello hemos emprendido un conjunto de acciones como mejorar las reservas di sponibles de gas no asociado, certificación de buques y puertos, además de la recompra de papeles".
“El peso de estas acreencias en los costos promedios de la Corporación resulta importante. El año pasado anunciamos que el saldo sobrepasaba los ocho millardos de dólares y se pagaron 2,2 millardos de dólares, lo que situó la deuda ligeramente por encima de los seis millardos y el servicio en 700 millones de dólares, es decir que con la transacción de los bonos la acreencia se reducirá a 3,4 millardos de dólares”, explicó.
Rodríguez explicó que uno de los compromisos contraídos con esos préstamos fue dar en garantía 27 millones de barriles mensuales, lo que equivale cuatro veces el servicio de la deuda que hay que cumplir, además de los costos agregados que también son significativos, “aprovechando la excelente bonanza financiera emprendimos la operación. Este año no necesitaremos financiamiento”.
Rodríguez reafirmó que en los mercados a futuros existen altos niveles de especulación, la diferencia normal de precio entre el mercado físico con los de papeles está a seis dólares por barril. En relación con los precios del crudo, dijo que era muy probable que el promedio de la cesta venezolana cierre de 2004 sobre los 30 dólares por barril, dado que en el segundo semestre por razones estacionales caen las demandas y los precios. “Este año no ocurrió eso, por varios factores como la caída de las reservas de crudo liviano, situación de Irak y los bajos niveles de refinación”, destacó.
VenEconomía:
La recompra, peor imposible
Pdvsa Finance inició este lunes una recompra de bonos de la corporación por dos mil 500 millones de dólares y 88 millones de euros que vencen entre 2006 y 2028. VenEconomía trató de encontrar algún beneficio en esta negociación, pero realmente, no lo encontró.
Es inexplicable que si Pdvsa ha admitido que tiene un programa de inversión atrasado, utilice ese dinero para comprar una deuda con buen perfil y fácilmente pagable de acuerdo con el flujo de caja de la compañía. Más lógico sería destinar ese dinero a los planes de inversión para mantener y mejorar la capacidad de producción.
Pdvsa podrá decir que se trata de deudas respaldadas por cuentas por cobrar y que su estado financiero es tan bueno, que no necesita endeudarse con esas garantías. Sin embargo, si se tratase de una nueva emisión, el costo del dinero sería mucho mayor.
Y allí está lo más grave del asunto. Preocupa que estén pensando que al recomprar suficiente deuda -respaldada con facturas de clientes AAA de Pdvsa por exigencia de los compradores de bonos- puedan cambiarla ahora por más deuda avalada con facturas de otros clientes menos calificados, como podría ser Cuba, por ejemplo.
Finalmente, se comenta que hubo una fuga de información que favoreció a determinados grupos de inversionistas. Entre el 14 y el 25 de junio la compra de bonos de Pdvsa aumentó vertiginosamente por una repentina alza de la demanda, al punto que el volumen transado llegó a batir el récord de 300 millones de dólares el miércoles 16 de junio. La ola de compras hizo que el precio de uno de los bonos ofertados subiera de 78% a 85%. Y ahora, Pdvsa ha ofrecido 91% para recomprarlos.
Esto quiere decir que quien haya comprado un millón de dólares en estos papeles, habrá obtenido una ganancia de 130 mil dólares en menos de dos meses.
Habría que preguntarse -y con razón- quiénes fueron los privilegiados que con el uso de la información de Pdvsa se enriquecieron en tan pocos días en una operación que desde todo punto de vista es negativa para la corporación y para Venezuela.
Se está comprando una deuda buena para cambiarla por una peor utilizando el dinero que debe ser invertido en el desarrollo de Pdvsa.
Peor imposible.
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