Los partidos políticos de Acción Nacional (PAN), actual partido de gobierno, y el PRI que gobernara 70 años los destinos de México, lograron el jueves 7 de abril desaforar al Alcalde de la ciudad de México, del Partido Revolucionario Democrático (PRD) que administra una ciudad con 20 millones de personas y un presupuesto anual de 11,000 millones de dólares, por tres votos a uno, 360 a 127 votos, con 11 abstenciones.
Lo que debió de ser una derrota para el PRD fue manejado por Andrés Manuel López Obrador como un triunfo, porque demostró que el Poder no lo quiere y que va a ganarles de todos modos. Sacó a 350,000 personas a la calle y la mantuvo allí todo el día. Se paralizó la ciudad atenta a los resultados en el Congreso.
El día lo abrió con un mitin a las 8 de la mañana ante un Zócalo repleto donde dijo a las masas enardecidas “Decidí primero estar con ustedes, antes de comparecer en la Cámara de Diputados, porque siempre he sostenido que el presente y el futuro de nuestro movimiento depende, sobre todo, del pueblo, depende sobre todo, de la voluntad popular.” Con eso se ganó la lealtad del pueblo que permaneció doce horas parado viendo por pantallas gigantes los acontecimientos que ocurrían dentro de la Cámara de Diputados.
Allí les anticipó lo que todos intuían
"Me van a desaforar porque, según todas las encuestas, nuestro gobierno tiene en la ciudad una aceptación de más del 80 por ciento y en el país, en toda la República, cuando se pregunta sobre cómo votaría la gente en el 2006, tenemos más de quince puntos porcentuales de ventaja sobre los posibles candidatos del PRI y del PAN. Por eso quieren desaforarme".
Agregó, "no quieren que sigamos insistiendo en el rotundo fracaso de la política económica, que no permite el crecimiento, la generación de empleos ni el bienestar y que sólo ha servido para beneficio de unos cuantos, a costa del sufrimiento de las mayorías".
Estos son los dos problemas de fondo que piensan los políticos del PAN y del PRI que serán atendidos sacando al candidato, aún no inscrito, de la carrera electoral de fines del 2006.
Los pretextos de la denuncia
López Obrador, cuya administración ha sido señalada por tener un entorno turbio vinculado al constructor Ahumada y al uso de fondos públicos para el juego en Las Vegas de parte del Director Financiero de la ciudad, fue acusado por la Procuraduría General de la República de haber cometido abuso de autoridad al no detener la construcción de una carretera que se efectuaba dentro de los terrenos de un presunto tercero que había apelado la expropiación. La obra pública era una pista de acceso a una clínica privada en la zona más exclusiva de la ciudad, cerca de Santa fe.
La obra fue iniciada en el año 2001 y de inmediato un presunto propietario apeló la expropiación remunerada y el juzgado pidió una suspensión de obra. La empresa municipal que estaba efectuándola no la suspendió primero porque consideró que el presunto propietario, no lo era en realidad, y segundo porque el costo de no entregar la obra a tiempo era perder 37 millones de dólares en multas por mora a un banco y a la empresa que ellos habían subcontratado para una parte de la misma.
Después de avanzar algunos pocos centenares de metros desviaron la ruta para asegurarse de no pasar por encima del presunto predio en cuestión. El jefe de gobierno, de hecho, preside todas las empresas del gobierno de la ciudad y es su responsable más alto.
Dijo en el Palacio Legislativo cuando fue enjuiciado para el desafuero que: “el supuesto dueño de El Encino (el predio afectado) primero reclamaba una propiedad de cien mil metros cuadrados; luego presentó una escritura ante el Ministerio Público de 86 mil metros cuadrados, y en el Registro Público de la Propiedad aparece que sólo posee 83 mil metros cuadrados y que el tramo en cuestión ni siquiera es de su propiedad”.
Según el Periódico La Jornada, al comparecer en el Palacio Legislativo de San Lázaro, (Congreso de la República) durante el juicio de procedencia en su contra, AMLO sostuvo que Fox actúa "de manera facciosa", y mencionó una reunión del pasado 10 de junio, en casa de Rómulo O’Farril, donde un grupo de empresarios le pidió al jefe del Ejecutivo federal no permitir, por ningún motivo, que "ese populista de Andrés Manuel llegue a la Presidencia".
El temor es el fantasma de Hugo Chávez, que desde México se ve mediante el filtro de la prensa estadounidense. Hay que recordar que Chávez apoya a Cuba; y que México a partir del gobierno de Fox ha enfriado sus relaciones diplomáticas con Cuba. Se recuerda el papelón que llevó a la renuncia del Canciller Castañeda cuando hubo la Cumbre de Monterrey y se filtró a la prensa la conversación entre Fox y Castro. Chávez es amigo de Castro. La elite económica mexicana teme un nuevo acercamiento a Cuba y un alejamiento de los Estados Unidos, su vecino y ahora socio en el TLCAN, del Norte. La combinación de esto más las criticas económicas son fatales para los empresarios y la derecha política.
Dijo López Obrador ante la Cámara:
Quienes me difaman, calumnian y acusan son los que se creen amos y señores de México, son los que en verdad dominan y mandan en las cúpulas del PRI y del PAN, son los que mantienen a toda costa una política antipopular y entreguista, son los que ambicionan las privatizaciones del petróleo y de la industria eléctrica, algo que aún no consiguen tras la entrega sucesiva de los bienes nacionales.
Son los que utilizan al Estado para defender intereses particulares y rescatar instituciones financieras en quiebra, son los que al mismo tiempo consideran al Estado una carga y quieren desvanecerlo en todo lo tocante a la promoción del bienestar de los pobres y de los desposeídos, que es también, si bien se ve, el bienestar de una nación corroída por la desigualdad.
Son los que manejan el truco de llamar populismo o paternalismo a lo poco que se destina en beneficio de las mayorías, pero nombran fomento o rescate a lo mucho que se entrega a las minorías rapaces.
Son los partidarios de privatizar las ganancias y de socializar las pérdidas, son los que han triplicado en 20 años la deuda pública de México, son los que defienden la política económica imperante, no obstante su serie de fracasos que dan como resultado el cero crecimiento y el aumento constante del desempleo.
"Son los que quieren cobrar IVA a los medicamentos y a los alimentos, pero exentan de impuestos a sus amigos y protectores. Que la mayoría lo pague todo y que la minoría selecta nos dé por favor una limosna".
El procedimiento para juzgar a un Jefe del Gobierno del Distrito federal
En México, quizás de manera singular, el jefe del gobierno del distrito federal (alcalde metropolitano) tiene inmunidad jurídica, como si fuera jefe de uno de los poderes del Estado. De forma bastante novedosa en el hemisferio occidental, el pleno del Congreso juzga primero si tiene mérito una acusación contra el alcalde metropolitano, lo que lo convierte en invulnerable. Es la primera vez que a un jefe del gobierno del distrito federal lo desaforan, y seguramente la última.
La opinión pública reconoce que no detuvo la obra pública y que desacató la orden judicial pero no ve el problema existente en ello si se considera que era para un bien ulterior, el acceso a una clínica. El gobierno del distrito argumentó siempre que los terrenos no eran de propiedad del señor que había apelado la expropiación, por lo que no había causa.
En cualquier caso, la proporción entre el desacato y el desafuero con la inhabilitación política correspondiente indican que se está frente a un acto político de recorte del espacio a un adversario que no está dispuesto a seguir las reglas del Consenso de Washington, a pesar de todo. Que se enfrenta al poder con desparpajo y de forma articulada.
Dos días antes del desafuero, López Obrador estuvo en la TV nacional en un programa de entrevistas y anunció que iría a la cárcel y desde allí haría la lucha, provocando el recuerdo de las imágenes de los luchadores sociales perseguidos de las décadas del 60 y 70, y la de Fox hablando de que México está en una transición democrática. No lo está, dice, pero, advierte, lo va a estar, con él a la cabeza desde la cárcel. Será el Gramsci del siglo XXI si consigue poner unos escritos desde allí.
El proceso de desafuero es idéntico al que se sigue en todos los países con congresistas, ministros de Estado y el propio Presidente. Primero una comisión investigadora del congreso verifica los hechos y ve si hay mérito para elevarlo al pleno, luego si la mayoría aprueba llevarlo al pleno, pasa a una presentación del caso por una persona de la Procuraduría que debe de presentar los argumentos delincuenciales en cuestión. Los representantes luego hacen los argumentos a favor y en contra y finalmente deciden.
En este caso, el Sub Procurador presentó el argumento político de que, “nadie está encima de la ley” y sin esclarecer si estaba haciendo una demanda administrativa o penal, pasó a pedir el desafuero. López Obrador respondió diciendo que era un ardid para sacarlo de la carrera electoral. Todo parece indicarlo.
El juicio es político
López Obrador, visto como el candidato de la izquierda mexicana, posiblemente pueda ser visto como un social demócrata por sus orígenes políticos dentro del PRI. A diferencia de su antiguo partido, convertido a la doctrina económica en boga, ganó las elecciones de la ciudad con una plataforma preocupada por la gente, abrió la plaza pública a lo ciudadanos, se encargó de iniciar la reconstrucción del Centro histórico pero sobre todo, identificó a los adultos mayores de la ciudad en situación de pobreza y haciendo gala de un notable manejo de focalización del gasto público, les dio una pequeña jubilación.
Permanentemente habla en contra de la privatización del Seguro Social, de la educación y de la salud, en la agenda del PAN y del PRI, y también se opone abiertamente a la privatización de las empresas de petróleo, de electricidad y del agua potable. México, modelo de integración con Estados Unidos desde antes de su tratado de libre comercio, hace gala de tener más del 50% de la población debajo de la línea de pobreza y mas de 20% en pobreza extrema, sobre todo en la zona de Chiapas donde actúa el EZLN. De los últimos cinco años, en uno ha tenido crecimiento económico.
El PRD y López Obrador en particular expresan el descontento ciudadano con la política económica vigente que ha llevado a 10 millones de mexicanos al otro lado de la frontera, donde son vistos como una amenaza como señaló Huntington, cientista social, recientemente. La cacería de migrantes en la frontera es el otro extremo de la falta de permeabilidad del gobierno de los Estados Unidos para tener una política migratoria íntegra con su vecino.
El resultante es que el malestar de todo esto, que viene envuelto por un discurso oficial de los éxitos mexicanos y el manejo de cifras de desempleo de 3% es que la población vota por el PRD pensando que será el cambio. El PRD en la ciudad de México ha significado un cambio sustantivo y un cambio de discurso sobre todo. Con esto, en la última encuesta publicada por el diario Reforma de inicios de abril, el PRD salía con una intención de voto de 57% si las elecciones nacionales fueran mañana. La razón del voto es la desconfianza en el PRI y el PAN según las mismas encuestas.
Dijo ante la Cámara: “Atendamos lo evidente, diputadas y diputados. En México hoy se debaten dos proyectos de nación, y de nación en la globalidad distintos y contrapuestos, y a los que verdaderamente mandan, junto con los que malgobiernan al país les preocupa y les molesta que nuestro programa en la ciudad de crecimiento económico, generación de empleos, construcción de obras públicas, de educación, salud y vivienda, y de apoyo a los más humildes y olvidados se propague cada día más, se acredite entre la gente y se aplique a nivel nacional. Ese es el fondo del asunto. Por eso y por ninguna otra causa nos quieren atajar y me quieren quitar mis derechos políticos con miras a las elecciones del 2006”.
El desarrollo político de López Obrador y su surgimiento como un líder nacional ha ido de la mano de una estrategia de poner la agenda diariamente en una entrevista radial a las seis de la mañana y de hablar en contra de lo que el Poder propone para el país. Con esto, el presidente de la República y los diversos políticos se pasan el día esclareciendo las preguntas que hizo o la dudas que planteó. En una sociedad donde la confrontación está mal vista, López Obrador lo hace y lleva a los políticos del PAN y del PRI en puntitas.
Los alcances del desafuero
López Obrador significa la posibilidad de un gobierno distinto, si bien algunos dudan que una vez presidente pudiera tener muchos grados de libertad considerando los condicionamientos de los organismos internacionales y las presiones del hermano país del norte. De todos modos, es el candidato de los pobres a pesar de provenir de la estructura política del PRI.
Sin el pedigrí de Lula como dirigente obrero, ni de Tavaré Vázquez como perseguido de la dictadura uruguaya, convoca a las masas y las convence, ha hecho obra y tiene la imagen de un hombre sencillo, que camina en un automóvil pequeño, sin los ropajes del poder que tanto atraen a los políticos. El jueves 7 convocó un mitin donde asistieron 330,000 personas que estuvieron paradas casi doce horas, seguramente un récord Guinness de la política de calles. Es el alcalde más popular del mundo, seguramente.
El desafuero de López Obrador es el segundo intento de sacar al PRD del poder político nacional. El primero fue en 1988 cuando Salinas de Gortari anunció su triunfo antes de haber terminado el conteo de los votos y luego aparecieron ánforas perdidas y quemadas por toda la república. El Poder en México, y probablemente en Estados Unidos, no adquieren un gobierno de izquierdas, ni moderadas.
El triunfo en la costa atlántica de América del Sur de gobiernos de izquierdas, versus los gobiernos sujetos por Washington en la costa pacifica, ahora más sujetos con tratados de libre comercio bilaterales y la presencia de sus fuerzas armadas, debe hacer temer a un Washington que considera que las demandas sociales son una amenaza terrorista y que los pandilleros son todos terroristas.
Para la gente representada por el PRD este es un golpe, un segundo escollo para llegar al gobierno y ha generado mucha frustración. En las próximas semanas, cuando se calme la muerte del Papa y la elección del nuevo Papa veremos las campañas del PRD propuestas por él para informar a la opinión pública sobre lo realmente acontecido en el predio en cuestión. La acusación en el Pleno del Congreso no permitió comprender los hechos judiciales en cuestión.
El PRI y el PAN acaban de convertirlo en mártir de la democracia y de abrirle a puerta internacional para un éxito electoral sin precedentes sino en el 06, en el 12. El descrédito de la política, que existe en México desde hace unas décadas se está ampliando a niveles sudamericanos. La derecha lo ataca por ser un nuevo Chávez, dice. En una cosa tienen razón, es una alternativa a dos partidos políticos que han perdido credibilidad, el PRI y el PAN.
Lo que implica
El fenómeno político del López Obrador y haber convertido en victoria su desafuero recuerda que hay un viento que sopla a la izquierda en los países que miran al Atlántico de Sudamérica y que aunada a México esto podría convertirse en un cambio de correlación de fuerzas en un mundo unipolar donde Washington, en su debilidad, golpea los sentidos comunes y deja de buscar el consenso, que no encuentra. López Obrador habla de eso que se ha perdido.
Dijo, afectando directamente a empresarios, abogados y al Poder judicial, "¡En México, desgraciadamente, el derecho ha significado por lo común lo opuesto a su razón de ser! ¡El derecho que ha imperado ha sido el del dinero y el del poder, por encima de todo! ¡El derecho de un modelo de país exclusivo para los privilegiados y el derecho de destruir a quienes pongan en peligro ese modelo!"
Seguramente este enfrentamiento de los partidos políticos con López Obrador, más que con el PRD, le va a sumar votos al PRD, en un efecto análogo al de Evo Morales en Bolivia. Esto deriva en un peso mayor del PRD en la vida política nacional en los próximos años, y si se descuidan, en un AMLO de presidente de México, que podría marcar el campanazo en Mesoamérica como Lula en Sudamérica. El obstáculo siempre será que está “tan lejos de dios y tan cerca de Estados Unidos.”
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