El viernes 3 de junio del 2005 en Lima, miles de personas agrupadas en la Comisión Nacional de Defensa del Agua y la Vida CONAGUAVIDA, marcharon por las
calles en defensa de un solo interés: EL AGUA. Señalando un NO rotundo a la privatización y concesión del agua a empresas transnacionales, expresando su
rechazo al anteproyecto de Ley General de Aguas aprobado por la Comisión Agraria del Congreso y que prometen aprobarlo antes del cierre de esta legislatura sin la consulta a los pueblos directamente afectados.

En 18 regiones del país las comunidades afectadas por la minería se
movilizaron, porque el mencionado anteproyecto de ley legitimaría la
contaminación de los ríos y lagunas en las zonas alto andinas, además no fueron
consultados y piden mayor información antes de tomar una decisión final.

Hubo multitudinarias movilizaciones en Lima, Junin, Cerro de Pasco, Moquegua, Piura,
Tacna, Puno, Cusco, Lircay, Abancay y Chalhuanca, Arequipa, Huaraz y San Marcos,
Ayacucho, Ica, Lambayeque, Cajamarca, Amazonas e Iquitos, entre otras.

En Lima, el destino fue la sede del Parlamento donde los representantes de
CONAGUAVIDA entregaron un memorial al congresista Amprino en representación del
Presidente del Congreso, recibiendo sus demandas y manifestó que apoya la
posición de la privatización, la cual causo mucha preocupación y malestar; al
final se comprometió a apoyar en la realización de un foro abierto donde se
pueda debatir y escuchar los pedidos. En la misma reunión estuvo presente
Michael Martinez como Presidente de la Comisión que propone el anteproyecto de
Ley que está en discusión. Necesita enfatizar que los dirigentes sociales
pidieron que ese poder del Estado respalde la implementación de una política
nacional del agua en forma concentrada, técnica y participativa con todos los
usuarios; así como plantear una reforma constitucional para considerar el agua
un derecho de dominio público y de interés social.

Por la tarde, un grupo de dirigentes se entrevistó también con el
Presidente encargado David Waisman, quien se pronunció a favor de la no
privatización de Sedapal y se mostró inclinado a actuar con cautela en el tema
de la privatización del agua. Sobre el anteproyecto de la ley de aguas dijo que
"no se puede legislar a espaldas de la población".

Marchas similares también en otras 23 regiones del país, con la
participación de organizaciones, gremios y bases sindicales, que anteriormente
han analizado el Anteproyecto de ley general de aguas que
promociona la privatización del agua a través de la concesión de manera
indefinida, que es una forma de poder hacer transferencia y venta de dicho
recurso, y además autoriza el vertimiento de residuos de las mineras en las
fuentes de agua natural que se ubican en las cabeceras de cuenca a cambio de un
pago al Estado, afectando directamente a los pueblos que viven a sus alrededor y
que actualmente luchan por defender su vida, la salud y medio ambiente.

La movilización fue convocada por la Comisión Nacional de Defensa del Agua
y la Vida CONAGUAVIDA, creada el 14 de mayo del presente ano y esta integrada
por la Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la minería
CONACAMI, la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana AIDESEP,
la Federación de Trabajadores del Agua Potable FENTAP, la Confederación Nacional
Agraria CNA, la Confederación Campesina del Perú CCP, el Consejo Nacional de
Desarrollo Sostenible CONADES, la Confederación General de Trabajadores del Perú
CGTP, las rondas campesinas de Perú, los Frentes regionales, etc.

Crisis del Agua: problema global

Según datos referenciales, el 97,5% del agua en el mundo es salada y solo
el 2,24% es dulce y esta contenida en las profundidades de la Antártida
(congelada), en las aguas subterráneas profundas y en los lagos, embalses y
suelos pocos profundos.

Hay un déficit crónico de agua dulce en 31 países del
mundo y se prevé que para el 2005 ya serán 48 las naciones que afronten este
grave problema, entre ellas el Perú. La crisis del agua se debe a las altas
tasas de crecimiento de la población y el aumento de la demanda de agua para
consumo humano y para diferentes usos de la actividad productiva.

Perú tiene 106
cuencas hidrográficas y por ellas discurren anualmente un promedio de 780000
MMC, pero el 90% del agua se va al Atlántico a través del rió Amazonas y del 10%
restante solo se aprovecha una pequeña parte debido al régimen estacional de las
corrientes de agua.

Miguel Palacin, coordinandor de CONACAMI - Coordinadora Nacional de
comunidades afectadas por la minería analiza que "por su oferta y potencial de
recursos naturales el Perú es un blanco y objetivo de las empresas
transnacionales extractivas como las mineras, petroleras, gasíferas,
agroforestales y pesqueras. No es casual que financieras internacionales como el
Banco Mundial, el BID, el FMI, entre otros, le concedan créditos económicos,
pero a la vez ejercen presiones para continuar con el modelo neoliberal que obliga
al otorgamiento de concesiones y privilegios tributarios y legales a las
transnacionales.

Ahora el Gobierno pretende considerar al agua como un bien o
recurso privatizable sujeto a las leyes del mercado y por lo cual debe ser
mercantilizado a capitales privados, dejando de lado su condición de patrimonio
común y de dominio público que predominó durante siglos con excelentes resultados
en nuestros pueblos ancestrales.

(...) El Perú tiene una diversidad cultural amplísima: 72 pueblos indígenas,
entre andinos y amazónicos, agrupados en 7.201 comunidades. Sólo en las
comunidades andinas habitan aproximadamente 8 millones 603 peruanos, a quienes
no se les ha informado debidamente sobre el anteproyecto de Ley General del
Agua, toda vez que ellos viven en las nacientes de las aguas, es decir en las
cabeceras de las cuencas hidrográficas. Son ellos quienes tienen una relación
con la Madre Tierra y reconocen, honran y respetan el agua como un elemento
sagrado que sostiene la vida y que a través de esa convivencia con la naturaleza
han asimilado conocimientos y formas de vida que permiten cuidar el agua y los
demás recursos naturales. Preguntamos a los responsables de las audiencias
publicas en lo que se expone el anteproyecto de ley general del agua si han
contado con la participación de los representantes de los pueblos indígenas y si
estos realmente están de acuerdo con las llamadas concesiones del agua y su
forma de administración..."

Movilización popular contra la explotación minera

La historia de las movilizaciones populares en Perú indica una fuerte
relación entre el derecho al agua y la lucha contra la explotación minera.

Un ejemplo simbólico es la lucha en Cajamarca, ubicada en el norte del
Perú, donde a finales de junio se han realizado nuevos conflictos.

La Coordinadora nacional de Derechos Humanos CNDHH del Perú, subraya que
"desde hace más de 12 años, la empresa Minera Yanacocha ha venido desarrollando
actividades mineras en el departamento de Cajamarca con obtención de importantes
ingresos. Sin embargo, se han generado impactos ambientales y sociales
negativos, que perjudican más a los campesinos de las zonas aledañas."

El
malestar de la población ha ido creciendo debido a que Cajamarca, continua
siendo uno de los departamentos mas pobres del Perú, teniendo indicadores en
analfabetismo, desnutrición, mortalidad materna infantil e indocumentación que
se encuentran entre los peores a nivel nacional.

En septiembre del 2004, el intento de la Minera Yanacocha de realizar
explotaciones mineras en el Cerro Quilish generó honda oposición de la población
urbana y rural de Cajamarca (hasta 30,000 campesinos marcharon por las
calles...) que temía se contaminaran las fuentes que abastecen de agua potable a
la población urbana y rural. La empresa Minera Yanacocha reconoció públicamente
que había cometido muchos errores en su relación con la comunidad, así como
lamentó la conducta prepotente de muchos de sus representantes.

A la fecha de hoy 5 de julio, sin que se haya aún resuelto el clima de
tensión social existente, Minera Yanacocha está realizando labores de
explotación en el Cerro San Cirillo lo que ha provocado la oposición de varias
comunidades campesinas, debido a que en este lugar existen numerosas lagunas
aque, proveen de agua a las comunidades de Yanacanchilla y la cuenca del Río
Llaucano.

La propuesta de la Red Muqui por el diálogo y la no violencia

Ante los graves conflictos que se están agudizando entre las
comunidades rurales, pobladores, empresas mineras y el Estado en Cajamarca,
Espinar y otras localidades del país, la Red Muqui, conformada por organismos de
las iglesias, instituciones sociales y académicas y
ONGs especializadas, evidencia que "es
urgente promover un clima de convivencia pacífica que se base en el respeto, la
tolerancia y el diálogo entre los representantes de las comunidades, empresas
mineras y el Estado para una concertación adecuada y transparente, con voluntad
política que ayude a encontrar reales salidas a los conflictos. Buscando un
equilibrio entre los intereses de la actividad minera con los de las poblaciones
aledañas a las minas, que posibilite un verdadero desarrollo sostenible que
asegure la vida a las generaciones futuras."

La actividad minera puede y debe hacerse observando planes
de ordenamiento territorial que no comprometan el derecho a la salud, agua, las
tierras de las comunidades y en general la existencia de otras actividades
productivas de las poblaciones aledañas. Es decir de manera regulada, no en
cualquier lugar, ni imponiendo a las comunidades que viven de otras actividades
económicas como la agricultura o la ganadería, porque todos tenemos derecho a la
vida, al desarrollo y al disfrute de sus beneficios.

Es necesario que se reconozca que a pesar de existir un mayor
crecimiento de la inversión y las utilidades de las empresas mineras en el país,
esto no se refleja en un mejoramiento de las condiciones de vida de las poblaciones rurales y urbanas aledañas a los yacimientos. Por el contrario, persisten problemas como los altos niveles de pobreza, desnutrición infantil,
carencia de servicios básicos, deterioro de la salud por los efectos de la contaminación ambiental, entre otros aspectos. Estos contrastes son generadores
y perpetuadores de situaciones de conflicto.

Por ello es fundamental la participación de las poblaciones y
de sus representantes en el destino de las inversiones sociales de la empresas,
en el monitoreo y control del impacto ambiental, con mecanismos de consulta
democrática para un manejo pacífico que permita encontrar soluciones duraderas
ante los conflictos.

Para contribuir a superar estas situaciones:

Corresponde al Estado: Formular una adecuada política
minera a fin de asegurar que las empresas contribuyan decididamente al
desarrollo; así como establecer un marco legal idóneo para asegurar una adecuada
redistribución de los impuestos y una transparente, participativa y eficaz
gestión de los recursos destinados al desarrollo local y regional.

Contar con un adecuado sistema de gestión y fiscalización ambiental que genere
confianza en los diferentes actores: empresas, organizaciones sociales,
autoridades locales y regionales. Hacer transparente y disponible la información
sobre impuestos y el destino de estos, así como los informes ambientales para
que la población supere las desconfianzas.

Corresponde a las empresas mineras: Actuar de acuerdo a
criterios de responsabilidad social y de justicia (cumpliendo con el pago de
impuestos y regalías), contribuyendo al desarrollo sostenible de las
localidades, así como controlar y minimizar adecuadamente los impactos negativos
hacia el ambiente y las comunidades que pueden generarse por la actividad;
construyendo relaciones de confianza y colaboración con las comunidades,
fomentando respuestas no violentas frente a los conflictos.

Las comunidades y líderes de organizaciones sociales deben
tomar en cuenta: Que la violencia desnaturaliza las protestas, le restan
legitimidad, provoca más violencia y represión. Que nada justifica poner en
riesgo la vida humana, la propiedad pública y privada. Que por el contrario,
deben articular adecuadamente sus demandas y organizarse proponiendo verdaderas
agendas para el desarrollo respaldadas por métodos legítimos basados en la
información, el diálogo y concertación.

Los peruanos y peruanas: "Necesitamos construir una visión
común sobre nuestro desarrollo como país, región y localidad, con la
participación responsable de todos: sociedad civil (organizaciones sociales,
políticas, académicas, eclesiales, Ong’s), Estado y empresas mineras porque el
Perú es tarea de todos".

La Red Muqui está integrada por: Centro Pastoral de Diócesis de Chulucanas, Pastoral Social del Vicariato San Francisco Javier - Jaén, Diaconia para la Justicia y la Paz del Arzobispado de Piura y
Tumbes, Comisión Episcopal de Acción Social- Ceas, Pastoral de Dignidad Humana -
Pasdih de la Arquidiócesis de Huancayo, Fundación Ecuménica para el desarrollo y
la Paz -Fedepaz, Grupo de Formación e Intervención para el Desarrollo Sostenible
 Grufides Cajamarca, Asociación Civil Labor, Grupo para la Promoción del
Desarrollo de los Andes, CooperAccion, Acción Solidaria para el Desarrollo,
Asociación Evangélica Paz y Esperanza.

La movilización popular contra la privatización del agua
representa otra etapa histórica de la lucha popular del Perú que, gracias a la
experiencia victoriosa de Tambogrande, testimonia la soberanía de los pueblos
frentes a los intereses neoliberales.