Peter Rosset es un investigador del Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano (CECCAM). CECCAM es una organización sin fines de lucro, que apoya el movimiento campesino en México. También es el co-coordinador de La Red de Investigación-Acción sobre la Tierra (LRAN) o http://www.acciontierra.org.
Esta entrevista fue realizada (y más tarde editada) por Nic Pager-Clarke para la revista In Motion Magazine del 15 de abril del 2005, en San Felipe, Yaracuy, Venezuela, durante un taller sobre reforma agraria, llevado a cabo como parte de una conferencia nacional denominada “El Tercer Encuentro Internacional de la Solidaridad con la Revolución Boliviana”.
- Más que a modo de introducción, podría usted decirnos ¿para qué está en este evento en Venezuela (taller sobre la reforma agraria)?
- Estoy aquí, en Venezuela, en este encuentro, porque me invitó la Vía Campesina (http://www.viacampesina.org) a dar apoyo técnico a una delegación de cinco personas para representar al movimiento campesino durante este evento en Venezuela. Más concretamente, dentro del evento más extenso estamos haciendo seguimiento de un acuerdo (Chávez, Los Tapes y Las Semillas) que el Presidente Hugo Chávez firmó en el asentamiento de Tapes en Río Grande do Sul, Brasil, durante el Foro Social Mundial (2004), un acuerdo histórico entre un gobierno, el de Chávez, y un movimiento social, el movimiento de los sin tierra, el MST, en Brasil, y con la Vía Campesina, que es la alianza global de las organizaciones campesinas, con una universidad y un gobierno estatal en Brasil, para crear una Escuela Latinoamericana de Agroecología para los movimientos campesinos. También, el acuerdo promueve redes de trabajo de campesinos que recuperarán, reunirán y multiplicarán las variedades locales de semillas en América Latina. Para recuperar las semillas locales. Para recuperar esa clase de soberanía sobre la producción que los campesinos pierden cuando dependen de las semillas comerciales que vienen de las compañías privadas.
Recuperando la semilla
- Eso parece uno de los aspectos históricos de este acuerdo—¿este es el camino para meterse de lleno en el tema de las compañías multinacionales como Monsanto?
- Exacto. Las multinacionales, a lo largo de décadas, han hecho incursiones en cada uno de los aspectos de las actividades campesinas, intentando apropiarse de su beneficio. Si miras lo que los campesinos hacían hace cien años para mantener la fertilidad de la tierra –rotaron los cultivos y usaron estiércol; para controlar pestes sembraron cultivos asociados o policultivos; sea lo que sea lo que el campesino produjo, el insumo único era su trabajo; y todo lo que vendían era su ganancia.
Pero las compañías del sector privado han ido erosionando poco a poco todo eso. En lugar de usar la tracción animal, los campesinos han comprado un tractor, así que ahora el arado del campo es beneficio de la compañía. En lugar de abonar con materia orgánica y usar la rotación de cultivos para la fertilidad del suelo, se utiliza un fertilizante químico – que es otra pieza de lo que era beneficio del campesino y que ahora acaba en manos de la compañía privada—otra pieza del pastel que acaba siendo un beneficio más de la empresa.
Realmente, las únicas cosas que han dejado hasta ahora son las semillas pero incluso las semillas, a través de semillas híbridas, están siendo apropiadas por el sector privado, ahora con las semillas transgénicas y patentes sobre la vida. Esto significa privatizar la última parte de control sobre su producción que tienen los agricultores, la última pieza de su autonomía, la última pizca de soberanía, y la última pizca de beneficio que quedaba de sus actividades agrarias.
Creo que el movimiento de campesinos y agricultores familiares está trazando una línea y diciendo, “hasta aquí, no mas” y “ahora empieza nuestra resistencia,” y “nuestra defensa comienza con la semilla, recuperando la semilla.” La semilla es la esencia de la vida.” Es la esencia de la agricultura. Y "vamos a conquistar el sistema en beneficio de la gente, en vez de las compañías,” con una buena administración de la tierra y el medio ambiente. Y eso comienza con la recuperación de la semilla.
Subsidios, apoyos públicos ¿para qué?
- Uno de los grandes temas de divergencia entre las comunidades rurales es el asunto de las subvenciones. Hay muchos debates relacionados con el tema de por qué tenerlos o no tenerlos, pero parece que la posición de la Vía Campesina pone fin a la división.
- El tema de los subsidios es importante para el movimiento de campesinos y agricultores familiares de la Vía Campesina por su relevancia internacional, y es muy diferente a la manera en que aparece en los medios de comunicación. La manera en que se presenta el tema en los medios es: los campesinos en el norte consiguen subsidios, viven bien, y por tanto dañan a los campesinos del sur a través del dumping, de exportaciones baratas. La verdad del problema es otro: todos los campesinos del mundo necesitan tener algún tipo de bienes y servicios públicos, bien una carretera para acceder al mercado, o bien un precio de garantía para sus cosechas, o si es un crédito para su producción, etc. La posición adoptada por el movimiento campesino alrededor del mundo es aquella que se basa en el derecho de cada país de tener un presupuesto público para las zonas rurales, y si quieres llamarlos así, como "subsidios," puedes llamarlo así, y si quieres llamarlo un presupuesto del sector público, puedes llamarlo así también. Lo que no se debe permitir bajo ninguna circunstancia son los subsidios que perjudican a los agricultores en terceros países.
De este modo, eso significa que los fondos públicos de apoyo a la transición hacia una agricultura sustentable están bien, al igual que los apoyos públicos para la conservación de la tierra, para la venta directa de agricultores a consumidores, etc.—porque ninguna de estas cosas perjudica a los demás, y todos contribuyen a una mejor vida en el mundo rural, tanto en términos de la ecología rural como de la economía rural.
La diferencia sería un subsidio a la exportación, como por ejemplo, aquel que hace posible que Cargill, o Archer Daniels Midland, o Nestlé, o Parmalat, tomen un producto y lo coloquen en un mercado de otro país por debajo de los costes de producción, desplazando del negocio a los agricultores locales – eso sí que es un subsidio que perjudica a un tercer país.
La línea divisoria adoptada por el movimiento campesino, está entre los subsidios o los presupuestos que perjudican a terceras partes, y aquellos que no lo hacen. Entre las categorías de esos que no perjudican a terceras partes admiten que cada país y su gente deberían tener el derecho de diseñar su propio sistema de producción y alimentación, incluyendo subsidios. Si ese sistema incluye apoyo público a la agricultura, ese es su derecho—mientras que no perjudique a gente en otros países.
Créditos o subsidios a la exportación
- y los subsidios negativos de los que hablas que son para los agricultores, o ¿son para las compañías?
- Exacto. La manera en que funciona el sistema de subsidios es típicamente así: el dinero a veces pasa brevemente a través de las manos de los agricultores, y a veces no lo hace, y va directamente hacia las compañías como créditos o garantías a la exportación. Claramente el sistema actual tiene que cambiar, pero las organizaciones campesinas, ni en el norte ni en el sur se unen a grito para el fin de todos los subsidios. Lo que dicen es, ¿qué tipo de subsidios? ¿cuánto? ¿pagados a quién y para qué? Y entonces te diremos si es una cosa buena o mala”.
Soberanía alimentaria
- ¿Cómo se relaciona esto con la soberanía alimentaria?
- La filosofía que guía a la Vía Campesina es la soberanía alimentaria. Si somos capaces de alimentarnos a nosotros mismos, como un pueblo o como una nación, es algo equivalente a la soberanía nacional o la seguridad nacional. Si no te puedes alimentar a ti mismo, si tu país vive a expensas de la economía global y la buena voluntad de las superpotencias para que tu gente tenga su próxima comida, entonces no eres un estado soberano.
La soberanía empieza con la capacidad de alimentarte a ti mismo. Pero no sólo la soberanía a nivel nacional, sino la soberanía en todos los niveles, incluso a nivel de mi cuerpo. ¿qué estoy metiendo en mi cuerpo? ¿estoy alimentándome de veneno o estoy comiendo comida sana? Eso es casi un asunto de soberanía personal.
A nivel de la comunidad campesina, o la comunidad indígena, ¿son capaces de producir suficiente comida para alimentarse a sí mismos así como tener una vida con dignidad en el campo?” La soberanía alimentaria dice que cada nación y pueblo deberían tener el derecho a definir su propio tipo de agricultura, su propio sistema de alimentación, en consonancia con su propia historia culinaria y tradiciones agrarias, y pueden incluir subsidios, y puede no incluir subsidios, tal y como ellos decidan, mientras que no perjudiquen, como ya he dicho, a los agricultores o habitantes de otro país.
Los pueblos y países tienen el derecho a la soberanía sobre lo que comen – para definir lo que comen, cómo se produce, quién lo produce. Asuntos de salud, de medio ambiente, de desarrollo económico local son críticos por tanto en este concepto de soberanía alimentaria.
Reforma agraria real: un camino distinto de desarrollo
- Uno de los asuntos específicos de este evento en San Felipe, es la reforma agraria, ya que has estudiado las economías campesinas y agrarias en muchos países diferentes…
- La Red de Investigación-Acción sobre la Tierra (LRAN) es realmente un equipo de trabajo de investigadores activistas en asuntos de reforma agraria, y trabajamos en solidaridad con los movimientos que luchan por la reforma agraria en distintos países.
- ¿Cómo ves este movimiento aquí en Venezuela, y cómo se compara con otros movimientos por la reforma agraria?
- En general, la reforma agraria va más allá del simple reparto de la tierra, donde básicamente estás repartiendo parcelas. La reforma agraria significa también la creación de las condiciones necesarias para garantizar el éxito de la agricultura familiar. Es el primer paso hacia un modelo diferente o un camino diferente de desarrollo. Sin acceso a la tierra es imposible reducir la pobreza rural en cualquier sitio del mundo porque cuando la mayoría de la gente no tenga acceso a los recursos productivos, el resto de las políticas posibles son más o menos irrelevantes. Es el punto de partida de un camino alternativo de desarrollo.
Hubo un período de tiempo después de la Segunda Guerra Mundial en el que la reforma agraria estuvo de moda y se llevaron a cabo algunas de manera efectiva. Efectivas teniendo en cuenta la buena calidad de la tierra que se redistribuyó a la mayoría de la gente que la necesitaba. Eso demostró ser un punto de partida o cambio en el desarrollo económico de los países que actualmente han tenido éxito, desde el punto de vista económico, pero eran muy pobres en aquella época --- tanto socialistas y capitalistas. Países como Japón, Corea del Sur, y Taiwán en el bloque capitalista y países como China, Vietnam y Cuba en el bloque socialista. El cambio en su desarrollo económico hacia un modelo más inclusivo, hacia un aumento de los niveles de vida de toda la gente, empezó con una reforma agraria real.
Pero entonces la reforma agraria se convirtió en un tema tabú. Bajo el Consenso de Washington, si la gente del Tercer Mundo decía palabras como “reforma agraria” probablemente desaparecerían al día siguiente. Esto pasó durante varias décadas.
Ningún gobierno pujó por la reforma agraria, hasta que en los últimos diez años más o menos, los movimientos de campesinos llegaron a ser más fuertes y han empujado el tema de la reforma agraria, volviendo a colocarlo de nuevo en el debate sobre el desarrollo – especialmente el desarrollo rural, pero el desarrollo en general.
En este momento, el único gobierno a nivel mundial con al menos un compromiso semi-serio en el asunto de la reforma agraria es Venezuela, y eso es porque la Vía Campesina, como un movimiento internacional, y LRAN, como investigadores de la reforma agraria, se preocupan mucho sobre lo que pasa en Venezuela. Esta es una de las razones principales de por qué estamos aquí --- para ver qué está pasando con el reparto de la tierra, o la reforma agraria, en Venezuela.
Reforma agraria y participación ciudadana
- ¿Cuál es la relación entre las ideas de democracia participativa y agroecología? --- ¿la gente realmente usa las ideas de agroecología y reforma agraria?
- Sin ninguna clase de participación ciudadana nunca vas a tener reforma agraria y nunca vas a tener una transformación del sistema de producción intensivo en el uso de productos químicos y el modelo transgénico, a un modelo agroecológico. Es simplemente imposible, porque la fuerza de las instituciones del status quo es demasiado poderosa. Si el sistema está defendiendo el latifundio o si está defendiendo la industria agro-química, sin un movimiento popular, un movimiento de masas, no lo vas a cambiar.
Lo que vemos como el factor clave es la fuerza, la cohesión, la inteligencia, la madurez, y las estrategias de los movimientos campesinos, en términos de ser capaces de tomar control sobre su propia realidad y transformarla. Parte de eso significa luchar por el acceso a la tierra y la reforma agraria. Parte de ello significa romper con el modelo tecnológico predominante que hace a los campesinos dependientes, que les hace quebrar por los altos costes de producción. Significa desarrollar modelos autóctonos basados en la recuperación del conocimiento local, los procesos ecológicos locales, y los sistemas ecológicos de producción más diversificados.
En términos generales, la Vía Campesina es un movimiento global de campesinos comprometidos con todo eso. Pero una cosa es estar comprometido retóricamente, y otra es hacer que realmente ocurra. Precisamente para que ocurra requiere una cantidad tremenda de capacidad organizacional en la base, en las zonas rurales. Vemos la expresión más grande de esto en Brasil con el MST, que es el movimiento campesino mejor organizado en el mundo, justo ahora, y ha transformado activamente la realidad de más de un millón de personas ocupando más de ocho millones de hectáreas de tierra que previamente pertenecían a propietarios absentistas de la alta burguesía. El MST está ahora apostando por una transición hacia una agricultura ecológica en aquellas áreas donde han creado asentamientos.
Brasil/Venezuela: dos situaciones diferentes
La situación de Venezuela es muy diferente. En Brasil, el MST está llevando a cabo la reforma agraria a pesar del hecho de que incluso el gobierno de Lula, y mucho menos los anteriores gobiernos, no han mostrado ningún compromiso real para llevar a cabo una reforma agraria seria. Los del MST han estado nadando en contra de la corriente. Han sido capaces de hacerlo solamente gracias a su poder de organización. La situación de Venezuela es muy diferente. Es casi la opuesta.
Aquí, hay un presidente muy progresista que ha afirmado un compromiso muy serio de reforma agraria. Ha aprobado una ley de la tierra relativamente progresista. Sin embargo, el movimiento campesino aquí está mucho menos organizado y es mucho más joven que el brasileño. Chávez podría haberse convertido en presidente de Venezuela, pero eso no cambia automáticamente de la noche a la mañana las instituciones, ni cambia la estructura de la propiedad. No cambia el hecho de que en las zonas rurales en Venezuela son todavía los propietarios, y sus matones privados, sus guardias de seguridad contratados, quienes controlan lo que sucede en la vida rural.
Chávez como presidente no cambia los empleados de los ministerios. Él puede cambiar los ministros, pero no hay suficiente gente joven formada para ocupar cada una de las posiciones en el Ministerio de Agricultura (por ejemplo), como para cambiar de la noche a la mañana. Por lo tanto, a pesar del hecho de que hay una reforma agraria declarada desde arriba, esta siendo muy difícil lograr avances reales.
En teoría, los campesinos, bajo la ley de tierra en Venezuela, pueden identificar una parcela de tierra que ha sido adquirida de manera ilegal – típicamente la mayoría de la tierra en manos de los grandes propietarios fue adquirida de manera ilegal, y esto es generalmente cierto en todo el mundo - y si pueden demostrarlo entonces, hay un proceso legal que llevar a cabo para solicitar que se les transfiera la tierra. Pero ese proceso no ha funcionado muy bien precisamente porque Chávez como presidente no transforma de la noche a la mañana toda Venezuela.
Los latifundistas todavía tienen contratados a sus matones y cuando los grupos de campesinos solicitan la tierra muy a menudo sus líderes son asesinados. Ciento treinta líderes campesinos han sido asesinados en Venezuela desde la aprobación de la ley de tierras y ni una sola persona ha sido procesada por ello. No porque Chávez no quisiera llevarlos ante la ley, pero precisamente porque los propietarios usan la técnica de contratar miembros de sicarios en ocasiones especiales para asesinar a alguien y los sicarios desaparecen, a menudo hacia Colombia. No hay manera de identificarlos y localizarlos, ni mucho menos que sean arrestados, ni mucho menos probar que existe una relación de autoría de los hechos. Las instituciones no se mueven porque las instituciones son todavía las mismas del gobierno anterior. En términos generales, el 95% de los empleados son los mismos. Tienes una situación bastante peculiar donde hay muchos campesinos sin tierra que quieren una reforma agraria, siendo intimidados por los propietarios, con un gobierno revolucionario reclamando un reparto agrario y teniendo una ley de reforma agraria en la mano.
Momentos de transición
Creo que esto va a cambiar para mejor porque la frustración por parte del campesinado por no conseguir su sueño de reforma agraria, con la presidencia de Chávez, está forzándoles a organizarse mucho mejor. Vemos como las reformas agrarias han tenido éxito en el pasado… Por ejemplo, la revolución cubana – no fue sólo Fidel Castro diciendo, “Ahora hay una reforma agraria”. De hecho, hacer una reforma agraria real en Cuba tardó muchos años en los 60. Fue sólo porque los campesinos se organizaron y empujaron desde abajo por lo que la reforma agraria podría llegar a ser exitosa. Requiere un compromiso desde arriba, pero también requiere el empujón desde abajo --- desde ambos lados—para que la reforma agraria realmente ocurra, para que el reparto de la tierra realmente suceda.
Así que creo que este es un momento de transición. Hay estos puntos de inflexión en la historia --- lo mismo que ha pasado en otras revoluciones--- el descontento lleva a un punto en donde las personas consiguen realmente organizarse lo suficiente como para protegerse así mismos frente a los matones de los propietarios, y para forzar a las burocracias reacias a aplicar verdaderamente la ley. Veo este momento como un momento de transición en Venezuela. Estoy prediciendo el futuro, lo cual es siempre peligroso, pero tengo la sensación de que vamos a ver una maduración conjunta y rápida del proceso de formación del movimiento campesino. Espero y creo que es ahora cuando finalmente conseguimos la fuerza necesaria para pujar por la aplicación real de la reforma agraria que ha sido más teoría que práctica hasta ahora.
Vía Campesina: respondiendo a las crisis rurales en todas partes
- Volviendo a la Vía Campesina. ¿cómo comenzó? ¿qué hace?
- Tal y como he comentado antes, la Vía Campesina ahora mismo es una coalición global o una alianza de los movimientos de agricultura familiar y campesinos en el mundo. Con el mundo, quiero decir los países del norte, del sur, del este, oeste, y los agricultores familiares, organizaciones campesinas, organizaciones de pueblos indígenas, los sin tierra, las mujeres rurales, los jóvenes rurales, los sindicatos de jornaleros, algunas organizaciones de pescadores artesanales, etc. Probablemente representa de manera amplia a unos 200 millones de personas en el mundo, y está creciendo muy rápidamente.
Fue fundada en 1992 a medida que las organizaciones de campesinos fueron dándose cuenta de que hay una crisis rural en todos los lugares del mundo. Si era los Estados Unidos rural, en el medio oeste con la crisis de las granjas, bien Europa en donde 4.000 explotaciones familiares pierden su tierra cada semana, bien es América Latina, o África, o Asia, todos han visto un éxodo masivo del campo a la ciudad --- la crisis rural era lo mismo y había un conflicto en todas partes entre dos modelos diferentes de agricultura.
Dos modelos de agricultura
Uno, el modelo del agronegocio: agricultura industrial, monocultivo a gran escala destinada a la exportación, altos volúmenes, precios bajos, baja calidad, comida insalubre que se mueve en la economía global, expulsando a los agricultores locales fuera de sus mercados locales en cualquier lugar, y básicamente envenenando a los consumidores con grasas, azúcar, sal, colorantes artificiales y sabores artificiales y otros tipos de productos cancerígenos.
Dos, lo que llamamos en los EEUU el modelo de agricultura familiar, lo que la gente de los países del sur llama el modelo campesino, o agricultura basada en el sistema familiar: más en consonancia con la tierra. En lugar de producir productos sin sabor para el mercado global, producen comida real para gente real en las economías locales, regionales y nacionales, a través de prácticas agrarias más sustentables.
Y mientras el modelo dominante ha ido empujando a los agricultores familiares y campesinos a la extinción a lo largo de varias décadas, finalmente esta llegando a un punto donde los agricultores familiares y campesinos están diciendo “¡Ya basta!”, “hasta aquí y no más”, “ahora contraatacamos”.
Hemos visto que ahora este movimiento, la Vía Campesina, se ha convertido en el más dinámico entre este más amplio movimiento que llamamos el movimiento anti-globalización – luchando contra las políticas de liberalización comercial, en contra de la OMC en Seattle y Cancún, contra el Área de libre comercio de las Américas (ALCA), contra los OGMs, a favor de la agroecología, y de la reforma agraria. Es el –- odio usar palabras como vanguardia—pero es realmente el líder entre los movimientos sociales a escala global luchando contra la globalización corporativa. Son la gente más excluida por el modelo dominante los que ahora son los primeros en responder y los que están mostrando el camino a los demás, yo creo, a muchos otros sectores y movimientos.
Espero que pronto los consumidores tengan una alianza global como la Vía Campesina. El pescador artesanal ya la tiene. Espero que los movimientos de mujeres, de pueblos indígenas, los sindicatos legítimos, puedan tener la misma clase de expresión y liderazgo internacionalmente. Pero ahora es la Vía Campesina la que está mostrando el camino en términos de contraataque global, nacional y local, en las comunidades rurales en todo el mundo.
Democracia participativa, organización comunitaria
- ¿Hay una conexión entre la democracia participativa y la gente produciendo comida para sobrevivir?
- Gente produciendo comida para gente, para su propia subsistencia, pero también para los demás – esto es — más que producir para los mercados lejanos y las corporaciones que la convierten en comida basura de baja calidad.
Y una democracia participativa no en el sentido de que todo el mundo va a las urnas y vota por uno o varios partidos idénticos, más bien democracia participativa en el sentido de que la gente se organiza en sus propias comunidades, tomando control de su propia realidad y transformándola en una dirección positiva. Para mí esa es la democracia participativa real. Tiene prácticamente nada que ver con la urna, que es casi como un simulacro de democracia. Es un proceso superficial que sólo toca rozando la superficie del cambio real que se necesita para eliminar la pobreza y la degradación medioambiental en todo el mundo. Ese cambio real sólo ocurre cuando la gente asume su responsabilidad con su propia realidad y la transforman. Eso para mí, es democracia participativa, otras personas podrían llamarla organización comunitaria, pero sea lo que sea, eso es lo que realmente se necesita y es la esencia de lo que se trata.
Cambios en el sistema alimentario
In Motion Magazine: En términos corporativos, ¿es la industria alimentaria la que ha recibido el golpe – y fuera de esto, este movimiento está creciendo?
Peter Rosset: Exacto, es un movimiento que responde a la industria alimentaria global. Tanto si hablamos de Monsanto y semillas, si es Cargill y el comercio de grano mundial, si es Nestlé, si es Parmalat, bien si es una cadena de supermercados dictando a todo el mundo la oferta de la cadena, el tipo de productos genéricos sin calidad, sin gusto, idénticamente uniformes que ellos quieren, es el sistema que está matando a los consumidores con la obesidad y la diabetes, así como con enfermedades del corazón y cáncer, y matando a los agricultores desplazándolos fuera del campo.
Precisamente la Vía Campesina lucha en contra de todo esto, está contraatacando. Los agricultores están liderando el camino, pero el resto de la gente que se alimentan de esta comida deben estar dispuestos a unirse a la protesta, porque es justo tan importante para nosotros, para los consumidores, para los agricultores, como para los productores que cambiemos el sistema alimentario.
Traducido por Elisa Botella - Motion Magazine
Rebelión
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