Un nuevo sondeo Scripps Howard/Ohio University describe la comprensión de los atentados del 11 de septiembre de 2001 por parte de la opinión pública de los Estados Unidos.
– El 12% de los estadounidenses declara que el Pentágono no fue alcanzado por avión comercial, sino por un misil.
– El 16% de los estadounidenses declara que el derrumbe de las Torres Gemelas no fue provocado por los aviones que las embistieron, sino por explosivos.
– El 36% de los estadounidenses declara que la administración Bush está implicada activa o pasivamente en la perpetración de los atentados.
La encuesta de Zogby USA, realizada entre el 12 y el 16 de mayo de 2006 [1], indicaba que:
– El 42% de los estadounidenses no está convencido de la validez de los trabajos de la comisión presidencial Kean.
– El 44% de los estadounidenses piensa que George W. Bush manipuló los atentados para iniciar la guerra.
– El 45% de los estadounidenses desea que vuelva a abrirse la investigación judicial.
Estos resultados merecen algunos comentarios:
– En el actual ambiente nacionalista es difícil dudar públicamente sobre el 11 de septiembre. Cuando se pregunta a los entrevistados la opinión de sus allegados, lo que permite atribuir a otros las propias dudas, las cifras aumentan alrededor de 20%.
– La prensa dominante despliega toda su imaginación para explicar estos resultados y desacreditarlos. En primer lugar, es de buen gusto explicar que las tesis conspiracionistas se alimentan de la incapacidad de la gente para aceptar la horrible realidad (como si atribuir los atentados al gobierno fuera menos horrible) y del sentimiento de su impotencia (pues sí, si no quieren ser impotentes pues no duden). Alternativamente, la prensa dominante explica estos resultados por la pérdida de confianza en la administración Bush después de la guerra de Irak, incluso por la ira que suscita al continuar esta guerra (en resumen, no es porque Bush actúe de forma detestable que se le debe acusar además por el 11 de septiembre).
– Sin embargo, los resultados de los diversos sondeos así como los argumentos aquí mencionados muestran que las opiniones de los entrevistados corresponden a su estatus social. Los que aspiran a formar parte de la élite creen en el complot islámico mundial y en la misión de los Estados Unidos de acabar con él. Quienes no esperan nada del gobierno federal creen en el complot interno y en la necesidad de cambiar de régimen.
[1] Ver «11 septembre : 42 % des États-uniens doutent de la version officielle», Voltaire, 26 de mayo de 2006.
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