Empresas de Rusia y Europa están ejecutando el proyecto conjunto "Oural" destinado a crear medios capaces de satelizar ingenios espaciales de elevada capacidad de carga. La financiación de los trabajos se lleva a cabo en condiciones de paridad.
La Agencia Aeroespacial Europea representa, al decir de sus representantes, un "acceso de Europa al cosmos". Hoy por hoy son participantes en la Agencia Espacial Europea 15 países, incluidas Francia, Alemania, Italia, España, Gran Bretaña, Noruega y otros. Durante mucho tiempo el Viejo Mundo iba rezagado notablemente respecto a EE.UU. en los programas de exploración del cosmos. Pero estos últimos años la Agencia Espacial Europea ha adoptado toda una serie de medidas para fortalecer sus posiciones.
No es un secreto que el ambicioso programa de exploración del espacio propuesto por el presidente norteamericano haya servido en buena medida de fuerte estímulo en esta materia. Sin desear quedarse en un plano secundario, Europa ha ideado su propia estrategia que, en concreto, prácticamente estipula realizar una financiación doble de los estudios espaciales. Uno de los puntos centrales de la nueva concepción reside en crear prometedores medios de satelización que deben abrir una nueva era en la exploración del espacio.
Actualmente para realizar lanzamientos espaciales Europa dispone de un cohete portador pesado (Ariane 5) que se lanza en el cosmódromo de Courou, en Guayana Francesa, así como de un portador mediano ("Soyuz" ruso) que se lanza desde Baikonur, en Kazajstán. A fines de 2006 se procedió a dar inicio a la construcción del complejo de cohetes portadores "Soyuz ST" en Courou y fueron realizadas pruebas de banco de propulsores diseñados por el Centro Keldish ruso destinado a un cohete europeo de clase pequeña Vega. Se espera que una mayor y metódica modernización de los cohetes Ariane y Vega en una perspectiva próxima le asegure a Europa buena competitividad en el mercado de lanzamientos espaciales. Pero la globalización del mercado y el hecho de que en éste entren de manera cada vez más activa portadores chinos, indios y japoneses le obliga a Europa a adaptarse a las nuevas realidades.
Concretamente, la India, que antes lanzaba sus satélites mediante cohetes portadores Ariane, ahora lo ha sustituido por el cohete nacional GSLV-F2. Se tiene pensado mejorar sus características con la nueva versión GSLV-D3/Mark-2 y, a fin de cuentas, aparecerá un aparato análogo y rival de Ariane 5, que será el cohete pesado GSLV-D1/Mark-3. Encima, en comparación con las ofertas hechas por competidores extranjeros, el cohete Ariane 5 adolece de serios defectos que contribuye a disminuir la cartera de pedidos del mismo. Por raro que pueda parecer, el competidor principal de Europa es Rusia si bien es también uno de sus primeros socios en el ámbito de la exploración del espacio.
Los modernos cohetes portadores norteamericanos Atlas 5 (el propulsor ruso del primer escalón) y Delta 4 ahora se utilizan mayormente en interés del Gobierno estadounidense, sin prestar servicios de lanzamiento en el mercado mundial. Los lanzamientos comerciales norteamericanos se realizan mediante portadores "Proton" rusos y ruso-ucranianos "Zenit 3SL" (Sea Launch) y, en menor medida, mediante Ariane 5. Mientras tanto, tan sólo en los últimos años cohetes portadores rusos han satelizado más de una decena de ingenios espaciales europeos. Estos ingenios no podían haber sido lanzados al espacio mediante cohetes portadores Ariane 5 porque o se ponían en órbitas estrictamente específicas o no correspondían a sus habilidades respecto al peso de la carga útil.
Hoy día, los portadores rusos representados en el mercado de servicios espaciales siguen modernizándose. En 2006 se llevó a cabo el primer lanzamiento comercial mediante el nuevo cohete "Soyuz-2" (en el marco del programa "Rus"). Acaba de llevarse a cabo la puesta a punto del propulsor de propelente líquido destinado al tercer escalón de este cohete, lo cual hará posible satelizar con su ayuda cargas mayores en casi una tonelada.
Están por quedar desarrollados cohetes portadores "Soyuz-3" ("Onega") y "Angara" de clase pesada, así como sistemas espaciales recuperables y unidades de aceleración, incluidas unidades criógenas que funcionan a base de combustible de oxígeno e hidrógeno. Dada esta situación, Europa se enfrenta sin duda a la necesidad de crear un portador competitivo.
En marzo de 2005, el director de la Agencia Aeroespacial de Rusia, Anatoli Perminov, y el presidente del Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia (CNES), Yannick d`Eckatha, firmaron un convenio sobre portadores futuros. El "Oural" iniciado y promovido por Francia, pero que de hecho se convierte en programa europeo, prevé crear modelos de demostración tecnológicos que sirvan de base para el desarrollo en cooperación con Rusia de un nuevo cohete portador con capacidad de carga hasta 35 toneladas. A título de comparación diremos que el peso de la carga útil de los cohetes portadores "Soyuz" es ahora de 7 toneladas.
En estos momentos los europeos, junto con especialistas rusos, ya tiene formada más o menos la imagen y la concepción del sistema espacial "Oural" que debe sustituir los actuales portadores tipo "Soyuz" y Ariane. A juicio del académico ruso Nikolai Anfimov, lo más probable es que este nuevo portador sea recuperable. No obstante, teniendo en cuenta la indisponibilidad de tecnologías de recuperación, este cohete del futuro próximo probablemente sea recuperable sólo en parte, y en la primera etapa de su explotación sea más bien irrecuperable.
Primero deben construirse demostradores de escalones recuperables del cohete portador y realizarse sus ensayos. Luego se ha de construir un demostrador de nave espacial destinado a confirmar la técnica de protección térmica reutilizable y aplicable a un ingenio que entre en la atmósfera de la Tierra a primera velocidad cósmica. La siguiente etapa consistirá en el desarrollo de un demostrador terrestre de tecnologías de tanque de combustible criógeno, el mismo cuyo modelo análogo en dos ocasiones fue causa de accidentes que lanzaderas norteamericanas sufrieron debido a la destrucción de su sistema de protección térmica. Como etapa final de la creación del nuevo cohete portador será - según opina Nikolai Anfimov - la creación de un demostrador de propulsor de propelente líquido que funcione a una mezcla de hidrógeno líquido (u oxígeno) y metano líquido.
Se espera que el cohete sea de tres escalones. Los especialistas piensan, no obstante, que las nuevas soluciones y materiales, que puedan surgir en los próximos quince años, permitirán hacerlo de dos escalones lo que disminuirá sustancialmente su costo.
El proyecto "Oural" es sólo una parte de un nuevo sistema de lanzamientos espaciales, sistema destinado a sustituir cohetes portadores ahora existentes en una perspectiva de 2020-2030, lo cual es igualmente cerca y lejos. En caso de necesidad, los europeos podrían modernizar el portador Ariane 5 para seguir explotándolo durante algún período, posiblemente hasta prolongado. Pero ello sería sólo una solución provisional del problema. Por ello resulta absolutamente justo el empeño de los dirigentes de la Agencia Espacial Europea en no sólo seguir conservando su competencia en materia de tecnologías clave de hoy sino que en contribuir activamente al avance tecnológico en sistemas de generaciones siguientes.
Gracias a la cooperación internacional de Europa con Rusia (programa ruso-francés "Oural" y preparativos de lanzamientos de cohetes portadores "Soyuz" en Guayana Francesa), ambas partes durante largo tiempo podrán desarrollar cohetes portadores conjuntamente, conservando, a la vez, la posibilidad de acceso independiente al espacio.
Fuente: Ria Novosti, 18/ 01/ 2007.
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