El proyecto ITT es uno de los más importantes del país, pues se calcula que existen reservas de 900 millones de barriles que pueden ascender a 2 000 millones de un crudo pesado de 16 grados
Los defensores de la explotación de petróleo sostienen que se deben adjudicar los campos del Ishpingo-Tambococha- Tiputini (ITT), porque eso serviría para inversión social, tomando en cuenta la extremada pobreza del pais y con lo cuál el Gobierno podría financiar el Presupuesto General del Estado y la economía nacional, ya que el petróleo representa el 56 % de las exportaciones y el principal rubro del financiamiento del Presupuesto.
Lo que no toman en cuenta estos “preocupados” petroleros es que el campo ITT se encuentra en el Parque Nacional Yasuní, y forma parte de la reserva mundial de la biosfera, por su riqueza biológica. Es además habitado por nacionalidades indígenas que ocupan una extensión de 982 mil hectáreas. En el parque nacional Yasuní habitan más de 2 000 especies de árboles y arbustos, cerca de 800 tipos de aves, anfibios y reptiles, y más de 160 000 de abejas e insectos.
El Gobierno planteó a varios países europeos y organismos internacionales una millonaria indemnización para evitar la explotación de su más grande reserva petrolera, el ITT, para evitar así un impacto ecológico de gran magnitud. No pide que se cubra con los 700 millones de dólares que dejaríamos de recibir por ganancia, pero sí con 350 ó 400 millones de dólares. En caso de no recibir dicha compensación sometería a concurso internacional la explotación de su mayor reserva petrolera. Tesis defendida behementemente por el presidente de Petroecuador, Carlos Pareja, quien dice que es la mejor opción, ya que el hambre y la miseria no esperan y no es posible tener 25 millones de dólares bajo tierra.
Pareja se ha constituído así en el más feroz enemigo de la vida en el planeta, y en el más leal aliado de los intereses transnacionales. Según dice, solo necesita 100 hectáreas de la reserva, y el resto quedaría intacto. Típica demagogia de los mercaderes de la vida, que una vez instalados se inventan una serie de escusas para justificar el desastre ecológico que provocan.
La canciller de la nación, María Fernanda Espinoza, dio a conocer que hay cien organizaciones y gobiernos interesados en apoyar la propuesta ecuatoriana.
La posibilidad más cercana de concretar un apoyo económico estarían con Noruega e Italia. Además de estos países, "cientos de organizaciones no gubernamentales de conservación internacionales han manifestado su apoyo".
Mientras tanto se continúa el proceso de licitación con las empresas petroleras. El Gobierno estima que los yacimientos del ITT contienen unos 950 millones de barriles de petróleo, cuya explotación arrojaría ganancias anuales por unos 700 millones de dólares.
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