Como derecho humano, social y público, las educación solo alcanzará su plenitud cuando se logre su universalización, desde los cero años hasta el décimo año, y aún mejor: hasta el bachillerato. Un alto porcentaje de la población infantil en edad escolar está fuera de la escuela; además de los millones de niños y niñas que están en las calles trabajando en condiciones de alto riesgo
Al igual que en toda América Latina, en el Ecuador se expresa la influencia del neoliberalismo en la educación, la cual es concebida como simple instrumento al servicio del mercado, es decir, en base a la ley de la oferta y la demanda y no como un derecho humano, social y público. Este concepto ha servido de base para las reformas de la educación básica y del bachillerato, que se sustentan en los conceptos de destrezas y competencias individuales y en la eficiencia, de acuerdo a la inspiración neoliberal que solo analiza la relación costo-beneficio y no las capacidades desarrolladas a partir de la realidad en la cual vivimos y trabajamos.
Además de las consecuencias negativas para la democracia que genera este modelo, promotor del individualismo y de la exclusión y, por tanto, de una democracia más formal que real, se dan consecuencias negativas también desde el punto de vista de la calidad, pues la educación no ha conseguido logros efectivos.
Como derecho humano, social y público, las educación solo alcanzará su plenitud cuando se logre su universalización, desde los cero años hasta el décimo año, y aún mejor: hasta el bachillerato. Un alto porcentaje de la población infantil en edad escolar está fuera de la escuela; además de los millones de niños y niñas que están en las calles trabajando en condiciones de alto riesgo.
Por ello, desde la Unión Nacional de Educadores (UNE) se ha trabajado el Proyecto Educativo Emancipador, con el que respaldamos una educación que sea generadora de oportunidades, por ello partimos del concepto de equidad. El modelo neoliberal parte del concepto de que todas las personas son iguales y por tanto deben tener el mismo trato, supone que las oportunidades son dadas de manera igual para todas las personas; nosotros partimos de que la generación de oportunidades debe considerar las diferencias de una forma democrática.
Nuestra concepción defiende que el proceso educativo debe ser dignificante para la persona, pero además un impulsor de todas sus potencialidades y, por tanto, debe contemplar todas las dimensiones humanas: individual, social, política, económica; en consecuencia trabajar todos esos ámbitos del conocimiento: técnico, cultural, y político. Para esto la educación debe tener un carácter público, laico, y con cualidades sociales, esto es, busca la inclusión de todas y de todos.
El Proyecto Educativo Emancipador promueve una educación que prepare para el trabajo, pero para un trabajo con perspectiva colectiva, en la cual se defiendan los derechos generales y se desarrolle una actitud crítica, que posibilite apropiarse de los conocimientos de la humanidad, de manera cuestionadora, sin actitudes sumisas. Una educación que enseñe a convivir en grupo, a entender la dinámica social y apropiarse de un conocimiento sistematizado para comprender la historia de la humanidad. En consecuencia, los contenidos a ser trabajados en nuestro planteamiento tienen que ser contextualizados, o sea, vinculados a las soluciones para los problemas de nuestra sociedad y de la humanidad.
Por ahora prevalece en la agenda educativa la concepción neoliberal, que es “auspiciada” por los países que controlan la economía y la política del mundo, que a través de los organismos internacionales financieros y ONGs condicionan el diseño y aplicación de la concepción educativa neoliberal en nuestro país, la misma que gracias a la dependencia económica y financiera obliga a la implantación de los componentes educativos que promueven el neoliberalismo.
Entre las medidas más visibles tomadas por el modelo neoliberal en la política educacional, que han colapsado todo nuestro sistema educativo, o al menos lo han estancado, analicemos las principales:
La Privatización de la educación es cautelosa, si bien no se vende la escuela, se privatiza su estructura por dentro, lo cual es más difícil de combatir, pues muchas veces no se comprende nuestra denuncia contra la privatización. El mecanismo se implementa mediante la cooperación con la iniciativa privada y la disminución de la responsabilidad del Estado con las distintas áreas del sistema educativo.
En el Financiamiento del presupuesto se refleja la importancia que se da a la educación. Cuando se tiene que hacer ajustes presupuestarios uno de los sectores que sufre rebajas es la educación, siguiendo las presiones de los organismos financieros internacionales. Incluso las recomendaciones de la UNESCO no se respetan, y la educación se hace con lo que hay disponible. Afortunadamente, una de las políticas del Plan Decenal de Educación es el incremento del 0,5% anual del PIB para el sector educativo.
La Gestión del Sistema en la concepción neoliberal implica el control de los resultados cuantitativos, basado en estadísticas de la presencia del alumnado en la escuela para asegurar la mejor utilización de los recursos. En nuestro proyecto educativo la gestión administrativa y pedagógica se construye de manera democrática, participativa, con la comunidad para la solución de conflictos de manera integral y que tienda hacia el desarrollo integral de las personas.
La Desvalorización profesional
no tiene que ver solo con salario, a pesar de que en este aspecto la situación es alarmante si establecemos una comparación con otros sectores profesionales. Pero además se suman otros factores, como la intensión de aumentar la jornada; la situación de contratación temporal o tercerización, las malas condiciones de la infraestructura y poco equipamiento de talleres y laboratorios, la inexistencia de planes integrales de formación y actualización profesional, etc.
Como consecuencia de estas medidas del neoliberalismo en la educación se ven agravadas las condiciones de salud de los y las docentes; es notoria la pérdida de autoridad del sector docente frente al estudiantado y a la comunidad.
La UNE ha asumido el reto de enfrentar esta realidad para construir una propuesta pedagógica con otra dimensión, donde se conjugue la idea de nación con el carácter de un movimiento nacional y humano, que imprima determinadas características culturales, económicas, políticas y sociales a la educación. El Proyecto Educativo Emancipador implica que la educación no se desvincula de un determinado modelo de sociedad, al contrario, al optar por un modelo educativo, estaremos optando por un modelo de sociedad. Por ello, más que una propuesta pedagógica, hablamos de Proyecto Educativo Emancipador. Es proyecto por que está en permanente construcción, por que muestra los conflictos, las diferencias, integra la utopía.. Es educativo porque tiene que ver con la promoción del conocimiento, la convivencia social, por que se concibe como un espacio de enriquecimiento cultural que socializa los saberes. Y es emancipador porque no es neutro, tiene una visión y misión política: mejorar las condiciones de vida de los y las ecuatorianas. Es emancipador, además, porque cumple la función de canalizar nuestro dialogo con la comunidad escolar y hacer la disputa concienzuda con quienes defiendan el modelo educativo neoliberal. La UNE tiene la certeza de a favor de qué, y de quiénes estamos, y por qué.
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