La UNASUR nació con buenas intenciones, pero con un nada grato Secretario Ejecutivo. Rodrigo Borja es uno de los presidentes que más han afirmado el neoliberalismo en el Ecuador, principalmente en el área laboral.
Este proceso, que incluye a 12 naciones, tiene como finalidad buscar una integración social, cultural y económica, que permita fortalecer los lazos de unión y equidad entre los países; con la finalidad de enfrentar y negociar en mejores condiciones, en especial con Estados Unidos y el resto de potencias. Hoy la situación se presenta más favorable con el surgimiento en América Latina de gobiernos democráticos que actúan en defensa de su soberanía nacional, basaba en el sentir de sus pueblos que pugnan por una nueva institucionalidad del Estado para proyectarse a una integración regional.
En este marco de cooperación, en el ámbito económico, se tratan temas concernientes a la continuidad de proyectos de exploración y explotación de crudo, búsqueda de reservas, la construcción de nuevas refinerías, temas energéticos, la construcción del Gasoducto del Sur, Banco del Sur, Moneda común para los países suramericanos, temas agrícolas, promover programas de investigación e intercambio de experiencias para la transferencia de tecnología, entre otros.
Un Secretario no grato para este organismo...
El ex presidente de la República, Rodrigo Borja, aceptó la propuesta formulada por los mandatarios de las 12 naciones de América del Sur para que asuma la Secretaria Ejecutiva de la UNASUR. Seguramente el presidente de la República Rafael Correa olvidó que en el período 1988-1992 el gobierno de Borja se caracterizó por ser uno de los gobiernos de derecha que más reformas negativas en el ámbito laboral aplicó; profundizando el esquema neoliberal y a la larga dio lugar a la ‘flexibilización laboral’, que posteriormente fuera aprovechada por el gobierno de Sixto Durán Ballén para iniciar procesos de la supuesta modernización del Estado.
Un gobierno de retrocesos, que acudió a los ajustes fiscales para equilibrar las finanzas públicas, subió el costo de los combustibles, los pasajes y en menor medida los salarios.
En el campo laboral y para mejorar la competitividad y por presiones de los sectores económicos privados, se hicieron profundas reformas en este campo: políticas de debilitamiento en la contratación colectiva en el sector público, la ampliación de 15 a 30 el número de obreros para armar un sindicato, la modalidad de ‘tercerización’ con la finalidad de romper la libre asociación de los trabajadores, restándoles estabilidad y buscando eliminar la conflictividad laboral.
Antecedentes que no se han tomado en cuenta para este cargo, de quién hoy dice defender al pueblo, bajo el argumento de que se debe “encontrar en la unión la fuerza de los países pobres y defender sus intereses frente los grandes bloques geopolíticos y geoeconómicos y frente a las corporaciones transnacionales que se han consolidado en el mundo”, discurso contrario a la política que aplicó en su gobierno.
Que el pueblo sea escuchado
La UNASUR es una propuesta que se viene mencionando en los últimos cuatro años. La idea base ha sido juntar los esfuerzos hechos a través de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y junto al Mercosur ratificar el hecho de que es posible una integración comercial de los países de Suramérica, mucho más importante, más equitativa y más beneficiosa que cualquier tipo de Tratado de Libre Comercio con las potencias, y especialmente con Estados Unidos.
Este instrumento de desarrollo independiente, solidario, en el que además se comparten lazos históricos y culturales, puede constituirse en un instrumento para debilitar la presencia de Estados Unidos en la región, sin embargo de ello no es un instrumento creado contra el imperialismo, sino más bien a favor del desarrollo y de la unidad e integración regional.
En términos generales, la UNASUR puede crear un escenario favorable a la independencia de cada uno de los países miembros, y desfavorable a la dominación imperialista que hemos sufrido hasta ahora.
Rodrigo Borja es un representante del neoliberalismo, no es la mejor elección como representante de la integración regional, como tampoco de los derechos de los pueblos dependientes frente al Imperialismo.
El debate se centra en definir, desde las organizaciones de izquierda, las finalidades y mecanismos de trabajo a ejecutarse en este organismo, lo que los pueblos decidan, de tal manera que el Secretario Ejecutivo sea quién tenga que cumplir los designios y mandatos populares, entonces se puede decir que esta entidad será la unidad de desarrollo y de independencia, de tal forma que posibilite atacar las injusticias sociales.
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