Los miembros del cártel de Tijuana eran vigilados por agentes especiales de la Procuraduría General de la República: informaban al titular de la entonces Unidad Especializada en Delincuencia Organizada, José Luis Santiago Vasconcelos, de los pasos que daban en el trasiego de drogas de Colombia a Estados Unidos, de acuerdo con documentos contenidos en la averiguación previa 336/MPFEADS/2001, a los que Contralínea tuvo acceso, que revelan cómo la estructura militar-policiaca estaba, mediante sobornos, al servicio de la delincuencia organizada
Un extenso informe del 29 de marzo de 2002, UEDO/TIJ/AF/2002, suscrito por Mateo Arrona Landa, Alfonso Román Lugo y Victoriano Neri Dorantes, agentes federales de investigaciones, adscritos a la Coordinación Técnica de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de la República (PGR), da cuenta del cártel de Tijuana que encabezan los hermanos Arellano Félix y su complicidad con la estructura militar, policiaca federal, estatal y municipal que les brindaban protección en el trasiego de drogas hacia Estados Unidos.
El documento refiere los nexos de los principales líderes de la organización con los mandos del ejército y la policía, entre ellos Benjamín y Francisco Javier Arellano Félix, el Tigrillo, “responsable de organizar el arribo de avionetas clandestinas con cocaína procedentes de Colombia a Ensenada, quien tenía bajo su mando a excolaboradores de Efraín Pérez Pasuengo, el Efra, y de Carlos Francisco Cázares Beltrán”, el Quemado, líderes de las células del cártel.
Es precisamente Cázares Beltrán quien, a la postre, tras la detención de los hermanos Arellano Félix, encabezaría la organización delictiva y controlaría la plaza de Tijuana. El Quemado habría participado en el operativo para asesinar a Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, en el aeropuerto de Guadalajara, aquel 24 de mayo de 1993 en que perdió la vida el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.
Desde entonces, Cázares Beltrán, preso en el penal del Altiplano por el delito de delincuencia organizada y por el diverso contra la salud en la modalidad de tráfico de cocaína y marihuana, destacó como uno de los principales cabecillas del cártel de Tijuana. Hacía entregas de dinero producto del narcotráfico a Benjamín Arellano Félix, y recibía personalmente cargamentos de cocaína en la zona de La Bufadora, al sur de Ensenada, procedentes de Colombia.
Contaba con su propia escolta, conformada por Alejandro Diezmartínez Félix, Ernesto Gutiérrez, el Guti, quien también se desempeñaba en la policía ministerial del estado, y Mario Alberto Ituarte Camacho. También con su propio abogado: Arturo Rayle Cárdenas, el Rayle.
Marco Antonio López Benavides, adscrito al departamento de Homicidios en la Delegación de Rosarito, quien, dice el parte informativo, es considerado como uno de los viejos colaboradores del Quemado.
El informe de los investigadores de la PGR hace referencia al enjuiciado Francisco Carlos Cázares Beltrán:
“(…) Después de efectuar intensas investigaciones en el estado de Baja California, hemos podido detectar que: Dentro de la organización delictiva que aún encabezan los hermanos Arellano Félix, participa muy activamente Carlos Francisco Cázares Beltrán, el Quemado, a quien se identifica como un operador del trafico ilícito de drogas junto con Efraín Pérez Pasuengo, el Efra, el que también es sujeto de investigación en la presente indagatoria. También se le conoce con los alias de Carlos Cázares Solano, Ernesto Angulo Hernández, el Quemado, el Comandante, el Chicharrón, el Neto, el Ruco, el Jaibo y Zeta. Media filiación: tez morena, complexión obesa, estatura 1.65 a 1.70; seña particular: quemadura severa en la cara y acento norteño.
“Vinculación con lo hechos: se tuvo conocimiento de que Cázares Beltrán controla el tráfico de drogas en la delegación de La Mesa de Tijuana y entrega al Efra el dinero producto del narcotráfico. Se detectó que como parte del grupo delictivo de los hermanos Arellano Félix, participó en el enfrentamiento del 24 de mayo de 1993 en el aeropuerto internacional de Guadalajara, Jalisco, en donde perdió la vida el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. Se le ha visto frecuentar lugares donde opera el Efra, como el restaurante de mariscos ‘Chachos’, ubicado en Guadalupe Victoria número dos, fraccionamiento Castro, colonia La Joya, Tijuana, Baja California.
“Como parte de la organización criminal de los Arellano Félix, Cázares Beltrán se ostenta como representante legal de la empresa Reciclajes de Baja California, SA, ubicada en Callejón Cairo 18587, fraccionamiento Pino Suárez, Delegación La Mesa, la cual perteneció a Agustina Félix Zazueta (hermana de Alicia Isabel, madre de los Arellano Félix), esposa de Jesús Chuy Labra Avilés, exoperador financiero de la organización delictiva. (…) Vínculos con elementos policiales: 1. Felipe De Jesús Beltrán Araujo, el Patotas o el Cotorro, jefe de grupo antisecuestros de la Procuraduría de Justicia de Baja California. Se reúnen en las canchas de juegos, ubicadas en vía rápida, Tijuana. 2. Jaime Niebla González, el Niebla, subdirector Operativo de la Policía Estatal Preventiva, jefe de seguridad de la empresa Sony y Gasolineras Gasmart Tijuana 1998-2002; exjefe de grupo de la Unidad Antisecuestros, Homicidios y Fiscalía Especial de la Policía Judicial del Estado entre 1992-1998 con José Luis Anaya Bautista, procurador general de Justicia de Baja California de noviembre de 1995 a noviembre de 1998, al menos en los últimos tres años. Amigo personal de Juan Cristóbal Aguilar Aispuro, comandante de la Policía Ministerial de Mexicali, quien ha sido señalado por un grupo anónimo de presuntos agentes ministeriales identificado como “La Fraternidad”, de brindar protección a Gilberto Higuera Guerrero, el Gilillo. 3. Sergio Riedel Barocio, comandante de la Policía Ministerial en Tijuana. 4. Mario Camilo Díaz Orduñes, el Chaparrito, comandante auxiliar en la policía ministerial de Tijuana. (…) Se pudo establecer que Ricardo Alberto Orozco Esquives, primer comandante de la Policía Ministerial de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Baja California, hasta diciembre de 2001, prestó sus servicios como escolta a Carlos Francisco Cázares Beltrán, el Quemado, lugarteniente de importancia de la organización criminal de los hermanos Arellano Félix. (…)”.
La célula del Efra
Efraín Pérez Pasuengo, el Efra, uno de los principales colaboradores del cártel de Tijuana, trabajaba directamente para Benjamín Arellano Félix, de quien fue su guardaespaldas, y encargado de una de las células del cártel de Tijuana.
“Una vez que llegaba a la plaza, la droga era depositada en el autolavado Jet del Yonke Rally, sobre el boulevard Gustavo Díaz Ordaz, donde a propósito, exponen los investigadores de la PGR, es donde se encuentra el centro de operaciones del Efra, que cuenta con equipo de radiocomunicación, antena repetidora, y cochera para guardar los vehículos en los que realizan levantones”.
Colaboran con el Efra: Julio Salas Reyes, el Pollo; Amador Gustavo Quezada, el Gus; Armando Robles, el Patotas, y Fernando Estrada, así como el Negro, principal guardaespaldas de Efraín Pérez, un exsoldado quien, dicen los investigadores, “es sumamente violento”. Eduardo Humberto Sandoval Cortés, de acuerdo con los investigadores en marzo de 2002, era jefe de la policía ministerial en Tecate al servicio de Manuel Herrera Barraza, el Tarzán.
Jorge Aureliano Félix, el Macumba, expolicía ministerial, pistolero de Efraín Pérez Pasuengo, se encargaba de realizar secuestros, traficar con armas de grueso calibre y cometer homicidios que ordenaban los Arellano Félix. Efraín Pérez e Ismael Higuera fueron personas de confianza de éste y brindaron protección al cártel cuando eran de la policía judicial. A Aureliano se le preparaba para sustituir a Pérez Pasuengo en caso de que fuera detenido, pero ambos fueron detenidos y sentenciados en el penal de máxima seguridad del Altiplano.
Martín Navarrete Baños, el Cabezón, policía ministerial adscrito a la delegación la Mesa, en Tijuana, Baja California, funge como chofer y hombre de confianza del Efra, apoyado por José Luis Salas Reyes, el Pillo, jefe del grupo de Aprehensiones de la Policia Ministerial de Baja California. El Cabezón pasó después a desempeñarse como chofer y hombre de confianza de Aureliano Félix.
A Luis Roberto Márquez Morales y Mario Alberto Medina Robles, policías ministeriales de Tijuana, se les atribuye ser escoltas de Efraín Pérez Pasuengo. Este último forma pareja con Luis Roberto Márquez Morales y les apodan los Tiquis.
Complicidad oficial
Entre los funcionarios que colaboran con el cártel, destacan los investigadores, se encuentra José Luis Anaya Bautista, procurador general de Justicia de Baja California de noviembre de 1995 a noviembre de 1998, quien, dice el documento, “pactó con Ismael Higuera Guerrero, el Mayel, para que a cambio de protección y fuertes cantidades de dinero, en la entidad se abstuvieran de secuestrar personas, realizar ejecuciones en forma descarada, efectuar movimientos impresionantes de vehículos, con lo cual el gobierno del estado y la procuraduría, a través de los medios de comunicación, difundirían la imagen de seguridad y tranquilidad en la entidad”.
A Bautista se le atribuye haber ordenado el retiro de la escolta al codirector del semanario “Zeta”, Jesús Blacornelas, con lo que facilitó el atentado que sufrió el periodista junto con Luis Valero en noviembre de 1997 por parte de la organización de los Arellano Félix. También se le imputa recibir sobornos a cambio de protección a miembros de la organización.
Arturo Torres Flores, el Toro, exsubdelegado de la Procuraduría General de la República en Ensenada y exagente del Ministerio Público de la Federación, adscrito a la Base de Operaciones Mixtas de Tijuana, conducía uno de los vehículos de Cázares Beltrán, de quien fue su colaborador y gatillero. “Torres controla al comandante de la Policía Ministerial de Tijuana, Sergio Riedel Barocio. Después de la detención de Benjamín Arellano Félix, formó parte del equipo de colaboradores de Francisco Javier Arellano Félix, el Tigrillo”.
También Rogelio Delgado Neri, subprocurador de Justicia de Tijuana, ejecutado el 22 de enero de 2004 en Tijuana, apuntan los investigadores que en la primera semana de marzo de 2002 recibió 20 mil dólares de los gatilleros al servicio de Efraín Pérez Pasuengo, el Efra, cuyo enlace fue su secretario particular Aldo Gabriel Barud Martínez, para hacer caso omiso a las inasistencias de personal a su mando que también forman parte de la organización de los Arellano Félix. En marzo de 2002 promovió a Guadalupe Jorge Mendoza Cabrales, el Muñeco, como jefe de la Unidad de Robo de Vehículos de la Policía Ministerial, para que éste suministrara unidades robadas o aseguradas a los lugartenientes de la organización criminal.
Guillermo Palomera López, el Motor, clave 79, policía ministerial hasta 1994, hombre de confianza de Efraín Pérez, encargado de efectuar secuestros, levantones y cobranzas de piso, pero enemigo de Gilberto Higuera, a quien tolera por ser parte de la organización, pero cuando se desplaza a Mexicali trata de evadir cualquier encuentro con Gilberto. Este sujeto era apoyado en sus funciones por sus hermanos el Chucky y el Iraquí.
Otro personaje clave en la estructura del cártel de Tijuana era Miguel Alejandro Estrada Sarabia, el Alacrán, policía ministerial y hombre de confianza de Efraín Pérez Pasuengo, el Efra. Fungía como escolta y hombre de confianza de Ismael Higuera, a quien transportaba a Mexicali, Tecate, Rosarito o Ensenada.
Estrada “sirve de enlace a Efraín para dar órdenes al comandante de la Policía Ministerial de Tijuana, Sergio Riedel Barocio, al comandante auxiliar Mario Díaz Orduñez, al jefe del grupo antisecuestros, Felipe Beltrán Araujo, y a ‘N Puente’, así como al subdelegado de la PGR, Raciel López Salazar, el Ratiel, igual que a personal de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Salud, al mando del capitán Rodrigo Rodríguez Pacheco”.
Otros sujetos importantes eran Ismael Camacho Villavicencio y Manuel Ángel Aguirre Galindo, el Caballo, operadores financieros de la organización criminal de los Arellano Félix, este último es propietario del complejo turístico “Oasis” de Tijuana.
Jaime Niebla González, el Niebla, subdirector operativo de la Policía Estatal Preventiva, amigo personal de Juan Cristobal Aguilar Aispuro, comandante de la Policía Ministerial de Mexicali, quien formaba parte de un grupo anónimo de presuntos agentes ministeriales identificado como “La Fraternidad”, que brindaba protección a Gilberto Higuera, el Gil.
Ricardo Alberto Orozco Esquives, primer comandante de la Policía Ministerial de la Procuraduría General de Justicia de Baja California que fungió como escolta de Carlos Francisco Cázares Beltrán, el Quemado.
Luis Alberto Lara Verdugo, el Pollo, policía ministerial en Tijuana, pistolero del grupo de Los Escobar, cercano al Quemado. Después de la detención de Benjamín Arellano Félix, el Min, ocurrida el 9 de marzo de 2002, trabajaba para Francisco Javier Arellano Félix y tenía nexos criminales con Sergio Riedel Barocio.
Gilberto Camacho Valle, el Chayánee, refieren los investigadores que fue agente de la Policía Ministerial de la Procuraduría General de Justicia de Baja California y personal de confianza de Ismael Higuera, el Mayel, además de ser hombre de confianza de Fabián González Martínez, el Tiburón.
Raúl Camacho Valle, el Raulito, policía ministerial, y su hermano Mario. Oscar Campillo Valle, José Encinas Filatoff, el Ruso, excomandante encargado de la plaza de Ensenada al servicio de Jesús Chuy Labra Avilés.
Jaime Niebla González, el Niebla, de quien los signantes del parte informativo refieren que al menos en los últimos tres años fue amigo personal de Juan Cristóbal Aguilar Aispuro, comandante de la Policía Ministerial en Mexicali. Fernando Gastelum Lara, el Capi, de quien se narra que entre el 4 y 5 de noviembre de 1995 coordinó el aterrizaje de un avión cargado con 15 toneladas de cocaína en los llanos de Baturi, Baja California Sur.
Albino Lizárraga Osuna, excomandante de la Policía Judicial del estado en el IV Sector, con sede en Tecate, Baja California, a quien los investigadores enuncian que era común que asignara elementos de seguridad a la finca Rancho las Bardas, propiedad de los hermanos Arellano Félix.
Escobedo, el Rambo, expolicía ministerial, recibe la droga; en un comando integrado por policías ministeriales con torretas o sirenas encendidas la trasladaba a Tijuana, y de esa forma pasaban los puestos de la segunda zona militar sin ser detenidos.
Gerardo Visáis González Junior, el Monster, trabajaba para Cázares Beltrán. Destacó en la organización criminal de los Arellano Félix por su precisión en el uso de las armas, además de que ha sido campeón de tiro en la policía ministerial del Estado.
Rafael Vargas Ureña, adscrito desde el 16 de marzo de 1989 a la Procuraduría de Justicia de Baja California, como primer comandante de la Policía Ministerial, en la Subprocuraduría de Tijuana, pertenece al grupo de protección de Cázarez Beltrán.
Oscar Saúl Muñoz Lara, médico que atiende a los hermanos Arellano Félix y demás miembros de la organización.
José Gabriel Tapia del Río, director de Averiguaciones Previas en Tijuana.
Juan Francisco Franco Ríos, el Francoríos. José Martín Estrada, escolta de José Luis Anaya Bautista.
Jorge Mendoza Cabrales, el Muñeco, jefe de la Unidad de Investigación de Robo de Vehículos de la Subprocuraduría de Justicia en Tijuana, a quien se le atribuye proporcionar unidades robadas y alteradas en sus números de serie a la organización de los hermanos Arellano Félix, además, se le vincula directamente con el Quemado, y perteneció a la escolta de Ismael Higuera.
Finalmente, el informe menciona a Francisco Javier Contreras Mojarra, colaborador de Manuel Herrera Barraza, el Tarzán, operador de un narcotúnel situado en Tecate, así como Manuel Herrera Barraza, representante de Efraín Pérez, vinculado con un narcotúnel descubierto por las autoridades en febrero de 2002.
Interrogatorio de la defensa de Cázares Beltrán
El 30 de agosto de 2006, los investigadores de la Procuraduría General de la República Alfonso Román Lugo y Victorino Neri Dorantes fueron interrogados por el defensor de Cázares Beltrán, el Quemado:
Defensa: Que diga el testigo el tiempo que duró la investigación que se plasmó en el informe de 29 de marzo de 2002.
Testigo Victorino Neri Dorantes: No recuerdo los días que duramos, pero fueron aproximadamente de 15 a 20 días.
Defensa: Quién le informó que Carlos Francisco Cázares Beltrán participaba activamente en la organización de los hermanos Arellano Félix.
Testigo: Los informantes nos daban la información, eran policías ministeriales; no recuerdo.
Defensa: Quién le informó que a Cázares Beltrán se le conoce con los alias de Carlos Cázares Solano, Ernesto Angulo Hernández, el Quemado.
Testigo: Esa información también nos la pasaron los informantes.
Defensa. Cómo obtuvo la media filiación del Quemado, la cual describe en el parte informativo.
Testigo: Nos la pasaron los informantes.
Defensa: De manera personal observó a Carlos Francisco Cázares Beltrán en los mariscos “Chachos”.
Testigo: Pues al señor nunca lo ví en el restaurante, la información nos la pasaron los informantes.
Defensa: Por qué en su parte informativo afirma categóricamente que ha visto frecuentar los mariscos “Chachos” a Carlos Francisco Cázares Beltrán.
Testigo: No recuerdo lo que dice el parte, pero la información nos la dieron los informantes.
Defensa: De manera personal corroboró la información que le fue proporcionada por los citados informantes.
Testigo: Claro que sí, se corroboró la información que nos dieron los informantes, pero no recuerdo cuáles, porque son varios partes.
Defensa: Cómo fue que tuvo conocimiento que Cázares Beltrán controlaba el tráfico de droga en la delegación de la Mesa en Tijuana, Baja California.
Testigo: Fue por nuestros informantes tuvimos la información.
Defensa: Qué medio de convicción utilizó para sustentar su parte informativo y afirmar categóricamente que Carlos Francisco Cázares Beltrán controlaba el tráfico de droga en la delegación de la Mesa en Tijuana, aparte del dicho de los informantes.
Testigo: Lo que pasa es que cuando va uno a investigar, a veces se le pregunta a vecinos.
Defensa: Corroboró la información proporcionada por los vecinos respecto de las actividades de Cázares Beltrán.
Testigo: Sí, se corroboraron algunas, casi la mayoría de lo que viene en los partes informativos, pero no recuerdo específicamente si lo de él también, porque tenemos las investigaciones y el tiempo que ha pasado, la verdad no recuerdo.
Defensa: Cómo se enteró que Cázares Beltrán se ostentaba como propietario o representante legal de la empresa Reciclajes de Baja California.
Testigo: Eso nos lo dijeron nuestros informantes, pero no recuerdo si se corroboró, porque son varias propiedades que tiene y que vienen ahí en el parte.
Defensa: Cómo obtuvo los datos generales de Cázares Beltrán, los cuales obran en el parte informativo de referencia.
Testigo: Unos datos nos los proporcionaron nuestros informantes, pero específicamente lo de Cázares Beltrán no recuerdo si nos los proporcionaron ellos, no recuerdo dónde los obtuve.
Defensa: Corroboró de manera personal que esos datos generales realmente pertenecieran a Carlos Francisco Cázares Beltrán.
Testigo: Se corroboraron algunos, pero específicamente los de él, ya que en los informes vienen varios nombres y sus datos generales.
Defensa: Quién le proporcionó los datos generales de Ernesto Angulo Hernández que describe en su parte informativo.
Testigo: Los informantes nos los proporcionaron, refiriéndome a los tres ministeriales.
Defensa: De manera personal corroboró que Cázares Beltrán era la misma persona que Ernesto Angulo Hernández, toda vez que los datos generales del primero son totalmente diversos a los de Ernesto Angulo.
Testigo: No recuerdo si se corroboró por el tiempo que ha pasado y no es una sola investigación la que tenemos, sino muchas.
Defensa: Cómo se enteró que Cázares Beltrán hasta el 25 de febrero de 2002 vivió en Marqués de León número 957 de la Zona Río, Tijuana.
Testigo: La información no la pasaron los informantes, pero no recuerdo porque los partes traen muchos domicilios y específicamente no le puedo decir quién nos informó.
Defensa: Cómo se enteró que el Quemado era propietario del taller mecánico de autoservicio “Fuell Inyection”.
Testigo: Por los informantes.
Defensa: Quién le proporcionó la fotografía que se anexa al parte informativo y que según corresponde a Carlos Francisco Cázares Beltrán.
Testigo: Por el momento no recuerdo quién me la proporcionó, pero al parecer fue el compañero Mateo Ronda Landa.
Defensa: Qué medio de investigación utilizó para afirmar categóricamente que las fotografías que anexa en su parte informativo son las de Cázares Beltrán.
Testigo: Pues, porque los informantes nos indicaron que estaba quemado, que tenía quemaduras, y la fotografía se la entregaron al compañero Mateo. No realicé ninguna otra investigación.
Defensa: De manera personal observó que Efraín Pérez Pasuengo le entregó dinero producto del narcotráfico al Quemado.
Testigo: No observé, nos lo manifestaron nuestros informantes.
Defensa. Durante el tiempo que duró la investigación, alguna vez tuvo a la vista de manera personal a Carlos Francisco Cázares Beltrán.
Testigo: No, no recuerdo haber tenido a la vista a Carlos Francisco Cázares Beltrán.
Defensa: De manera personal elaboró el parte informativo de 29 de marzo de 2002.
Testigo: No recuerdo si lo elaboré o le ayudé a mi compañero, pero siempre por lo regular, cuando se elabora un parte informativo, estamos todos, a veces se le ayuda a los compañeros, pero siempre estamos ahí todos juntos en todos los partes que hemos realizado.
Interrogatorio del defensor de el Quemado
Interrogatorio del defensor particular del inculpado Carlos Francisco Cázares Beltrán al investigador de la PGR en calidad de testigo Alfonso Román Lugo, 30 de agosto de 2006:
Defensa de Cázares Beltrán: Que diga el testigo si nos puede decir el tiempo aproximado que duró la investigación que se plasmó en el informe de 29 de marzo de 2002.
Testigo Alfonso Román Lugo: Aproximadamente quince días.
Defensa. Quién le informó que Carlos Francisco Cázares Beltrán participaba activamente en la organización de los hermanos Arellano Félix.
Testigo: los informantes que ya se habían mencionado.
Defensa. Quién le informó que a Carlos Francisco Cázares Beltrán se le conoce con los alias de Carlos Cázares Solano, Ernesto Angulo Hernández, el Quemado, el Comandante, el Neto, el Ruco, Cayares Martínez Carlos, el Jaibo y el Zeta.
Testigo: Los informantes, refiriéndome a las personas que nos proporcionaron datos de investigación sin recordar los nombres.
Defensa. Cómo obtuvo la media filiación del Quemado, la cual describe en el parte informativo.
Testigo: Los informantes fueron quienes nos dieron la media filiación.
Defensa: De manera personal observó a Carlos Francisco Cázares Beltrán en los mariscos “Chachos”.
Testigo: No.
Defensa: Por qué en su parte informativo afirma categóricamente que ha visto frecuentar los mariscos “Chachos” a Carlos Francisco Cázares Beltrán.
Testigo: Por la información que se nos da.
Defensa: De manera personal corroboró la información que le fue proporcionada por los informantes.
Testigo: Bueno, en este caso alguna, no recuerdo cuál, pero alguna sí se corroboró y alguna no.
Defensa: Cómo tuvo conocimiento que Carlos Francisco Cázares Beltrán controlaba el tráfico de droga en la delegación de La Mesa en Tijuana.
Testigo: Por los informantes.
Defensa: Qué medio de convicción utilizó para sustentar su parte informativo y afirmar categóricamente que Carlos Francisco Cázares Beltrán controlaba el tráfico de droga en la delegación de la Mesa en Tijuana, aparte del dicho de los informantes.
Testigo: Nada más por el dicho de los informantes.
Defensa: Cómo se enteró que Carlos Francisco Cázares Beltrán se ostentaba como propietario o representante legal de la empresa Reciclajes de Baja California.
Testigo: Por la información que nos proporcionaron los informantes.
Defensa: Cómo obtuvo los datos generales de Carlos Francisco Cázares Beltrán.
Testigo: Nos los proporcionaron los informantes.
Defensa: Corroboró de manera personal que esos datos generales realmente pertenecieran a Carlos Francisco Cázares Beltrán.
Testigo: No.
Defensa: Quién le proporcionó los datos generales de Ernesto Angulo Hernández.
Testigo: Los informantes nos los proporcionaron.
Defensa: De manera personal corroboró que Carlos Francisco Cázares Beltrán era la misma persona que lleva por nombre Ernesto Angulo Hernández, toda vez que los datos generales del primero en cita son totalmente diversos a los del de Ernesto Angulo.
Testigo: No.
Defensa: Cómo se enteró que Carlos Francisco Cázares Beltrán hasta el 25 de febrero de 2002 vivió en Marqués de León número 957 de la Zona Río, Tijuana.
Testigo: Por los datos recibidos de los informantes.
Defensa: Cómo se enteró que el Quemado era propietario del taller mecánico “Fuell Inyection”.
Testigo: Por la información proporcionada por los informantes.
Defensa: Quién le proporcionó la fotografía que se anexa al parte informativo de 29 de marzo de 2002 y que según corresponde a Carlos Francisco Cázares Beltrán.
Testigo: Los informantes nos la proporcionaron.
Defensa: Qué medio de investigación utilizó para afirmar categóricamente que las fotografías que anexa en su parte informativo son de Carlos Francisco Cázares Beltrán.
Testigo: Los datos proporcionados por los informantes fueron los que nos dijeron que era la persona.
Defensa: De manera personal observó que Efraín Pérez Pasuengo le entregó dinero producto del narcotráfico al Quemado.
Testigo: No.
Defensa: Durante el tiempo que duró la investigación alguna vez tuvo a la vista de manera personal a Carlos Francisco Cázares Beltrán.
Testigo: No.
Defensa: De manera personal elaboró el parte informativo de 29 de marzo de 2002.
Testigo: Sí
Careo
Careo entre el procesado Efraín Pérez Pasuengo y el testigo Alfonso Román Lugo, realizado el 30 de mayo de 2006:
Procesado Efraín Pérez Pasuengo: Por qué razón sin conocerme personalmente me incluyó en los informes que aparecen en la presente causa penal.
Testigo Alfonso Román Lugo: Fue la información que requerimos de la persona a los informantes y se incluyó.
Procesado: Si no le constaba personalmente lo que puso en los informes antes mencionados, por qué razón lo hizo.
Testigo: Fue la información recabada y fue por ese motivo que se puso.
Procesado: Quién le ordenó que hiciera los informes que aparecen en la causa.
Testigo: En este caso tenemos un comandante y fue quien nos ordenó hiciéramos la investigación y de ahí resultó el informe.
Procesado: Dónde adquirió la fotografía que acompañó a los informes que obran en autos y que se refiere a mi persona.
Testigo: Algunas nos las dieron los informantes y otras las sacamos de internet y de los periódicos.
Procesado: Diga el nombre y domicilio de sus informantes.
Testigo: No tenemos nombres ni domicilios.
Procesado: Diga el día, mes, año y hora de cuando dice le dieron esos informes.
Testigo: Fue durante la investigación y lo que duró la misma, sin recordar con exactitud el día, mes y año.
Procesado: En alguna ocasión se cercioró si eran ciertos los informes que le daban sus informantes.
Testigo: Algunos no se verificaban por la situación de la misma investigación.
Procesado. Cuál era el domicilio en donde vivía el de la voz.
Testigo: No, no recuerdo cuál era su domicilio.
El testigo
Careo entre el testigo Victorino Neri Dorantes y el procesado Efraín Pérez Pasuengo, el Efra, 30 de mayo de 2006:
Procesado Efraín Pérez Pasuengo: Por qué razón sin conocerme personalmente me incluyó en los informes que aparecen en la presente causa penal.
Testigo Victorino Neri Dorantes: La causa fue que los informantes fueron quienes nos dijeron lo que viene en el parte.
Procesado: Si no le constaba personalmente lo que puso en los informes antes mencionados, por qué razón lo hizo.
Testigo: Algunas cosas sí me constan, sin recordar cuáles, pues se checaron algunos puntos o domicilios y fue porque los informantes nos proporcionaron esa información.
Procesado: Quién le ordenó hiciera los informes que aparecen en la presente causa.
Testigo: Los informes se hicieron conforme se fue investigando y la investigación fue ordenada por un Ministerio Público.
Procesado: Dónde fue que adquirió la fotografía que acompañó a los informes que obran en autos y que se refiere a mi persona.
Testigo: Las fotografías nos las proporcionaron los informantes, algunas, y otras las consiguió Arrona Landa, sin recordar por el momento de dónde.
Procesado: Diga el nombre y domicilio de sus informantes.
Testigo: En mi parte dice que no quisieron proporcionar ni su nombre ni su domicilio.
Procesado: Diga el día, mes, año y hora de cuando dice que le dieron esos informes.
Testigo: No recuerdo la fecha, ni hora por el tiempo que ha pasado y además nosotros tenemos muchas investigaciones.
Procesado: En alguna ocasión se cercioró si eran ciertos los informes que le daban sus informantes.
Testigo: Algunos domicilios sí nos cercioramos, pero no recuerdo en específico si eran los de usted.
Procesado: Cuál era el domicilio en donde vivía el de la voz.
Testigo: No, no recuerdo, pues eran varios domicilios, en específico no recuerdo el de usted. Los informantes nos dijeron a lo que se dedicaba usted, sin que me conste lo asentado ahí, pues únicamente se verificaron algunos domicilios, sin recordar si era el de usted.
Procesado: Niego rotundamente y categóricamente todo lo que se me imputa en esos partes informativos.
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