La secretaría responsable de fortalecer la economía del país y contribuir a su crecimiento confiere a las mineras trasnacionales el rol de detonar un futuro prometedor para el país. En contraste, la industria extractiva no ha generado los mecanismos de desarrollo necesarios, como se observa en las 26 entidades en las que la minería es la principal actividad; en todas ellas, la pobreza y las bajas tasas de empleo son evidentes
Información pública en el sitio web de la Secretaría de Economía (SE) describe que la minería se ha convertido en un “motor para el desarrollo de la economía nacional”. Actualmente, dice, las acciones del gobierno, combinadas con el potencial minero reconocido a nivel mundial, deparan “un futuro prometedor en cuestión de mejora para la industria, para la inversión y más y mejores empleos. Para que vivamos mejor”.
La dependencia indica que el sector minero contribuyó a la “conservación y generación de más de 290 mil empleos el año pasado”. Tan sólo en el primer mes de 2008 se reportó la creación de 5 mil 600 empleos, aunque explica que, después de cuatro años consecutivos de incremento en los niveles de empleo, durante 2008 se registró una caída del 0.8 por ciento anual, “reflejando el fin del auge en el sector”.
No obstante, la SE añade que el potencial geológico del subsuelo de México cuenta con un “escenario favorable”, pues actualmente México es el país con mayor potencial minero del mundo, sobre todo en extracción de plata, cobre y oro.
De acuerdo con las estadísticas –actualizadas a junio de 2009– sobre exploración minera que proporciona la Dirección General de Promoción Minera a través de la Dirección de Promoción de Proyectos, las empresas con capital extranjero en la industria minera provienen de los cinco continentes. Son, según los datos oficiales, 14 países los que “tradicionalmente” han tenido, como México, una amplia experiencia en la industria minero-metalúrgica y de exploración de minerales que están expandiendo su desarrollo y así satisfacen la demanda mundial de metales.
El Resultado del análisis de la información obtenida sobre las empresas con capital extranjero que invierten en la minería, de la SE, refiere que existen 263 empresas con capital extranjero operando actualmente en el país, y manejan un portafolio de 677 proyectos en total. De ese universo de empresas, 198 tienen sus oficinas centrales en Canadá (que equivale al 75 por ciento), 39 en Estados Unidos (15 por ciento), siete en el Reino Unido (3 por ciento), cinco en Australia (2 por ciento), tres en Japón (1 por ciento), China y Corea cerca del 1 por ciento, con dos empresas cada una, y Suiza, Luxemburgo, Chile, India, Italia, Holanda y Perú figuran con una empresa respectivamente.
Las actividades extractivas de esas firmas internacionales se despliegan por todo el territorio mexicano a lo largo de 26 estados: Sonora, 163 empresas; Chihuahua, 101; Durango y Sinaloa, 73 empresas, respectivamente; Zacatecas, 50; Jalisco, 41; Oaxaca, 32; Baja California, Nayarit y Guerrero, 15 empresas por estado; Guanajuato, 11; Michoacán y San Luis Potosí, 12 cada uno; Chiapas, nueve; Coahuila, ocho; Estado de México, Baja California Sur y Colima, siete, respectivamente; Puebla, seis; Nuevo León y Querétaro, cinco por entidad; Hidalgo, tres; Morelos, Tamaulipas y Veracruz, dos.
Del total de proyectos operados por empresas con capital extranjero en México, unas 621, el 85.38 por ciento, están en la fase de exploración (578); el 8.27 por ciento ya está en producción; 15 proyectos, en etapa de desarrollo, que representan el 2.22 por ciento, y 28 proyectos, que representan el 4.14 por ciento, en postergación (o stand by), para su posterior activación hasta que sea “financieramente razonable”.
Metales preciosos
La información de la SE indica que “aproximadamente” 434 de esos proyectos mineros están asociados con metales preciosos, oro y plata, que corresponden al 64 por ciento; 122 son polimetálicos (18 por ciento); 88 están asociados al cobre (13 por ciento); 23 al hierro (3 por ciento); y 10 proyectos a metales y materiales como germanio, cobalto, titanio, molibdeno, bismuto, antimonio, niquel, tungsteno, zeolita-chabazita, barita, pórfidos, wollastonita, roca fosfórica (2 por ciento). Sin embargo, señala la dependencia, en la mayoría de los casos, estos minerales son considerados como subproductos o asociados con los minerales metálicos.
En el rubro de inversión minera, la SE afirma que en el periodo de enero a agosto de 2009 “se ubicó en 1 mil 819 millones de dólares”, lo que significa 16.6 por ciento menos que la registrada en igual periodo de 2008.
Por su parte, el Anuario estadístico de la minería mexicana 2008 de la SE, cuya responsabilidad editorial corrió a cargo de la Coordinación General de Minería, la Dirección General de Minas y la Dirección General de Promoción Minera, explica que este sector acumuló dos años con variaciones anuales negativas; “evolución que se originó de la combinación de una acentuada disminución de la minería petrolera”, en respuesta a un volumen decreciente en la extracción del crudo, así como de incrementos modestos de la minería no petrolera, sector que “registró un crecimiento de 1.5 por ciento en 2008”; aunque en el último trimestre registró una tasa negativa de crecimiento en el Producto Interno Bruto debido a la recesión.
Este documento informativo agrega que el valor a precios corrientes de la producción de la minería mexicana ampliada alcanzó los 117.84 mil millones de pesos, monto que representó un incremento de 2.3 por ciento en relación con el año anterior. La inversión en el sector alcanzó un monto total de 3 mil 656 millones de dólares, cifra superior en 69.6 por ciento a 2007.
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