El combate de las mayorías para construir un sistema de igualdad sigue vigente a pesar de la arremetida del capitalismo.
La caída del Muro de Berlín es uno de los hitos más importantes de la historia, donde las versiones de este hecho son muchas. La derecha arremete con todo su arsenal propagandístico con el intento de convencer que los procesos revolucionarios y que el Socialismo Real han sido derrotados en el mundo; planteando que el “nuevo orden mundial” es la salida para los problemas sociales que son propios del sistema capitalista, con lo cual lo que ha hecho la burguesía es reafirmar su ofensiva de opresión hacia los pueblos.
La verdad es que los pueblos aún luchan y combaten en contra de la explotación y opresión de la burguesía, los proletarios del mundo se levantan no solo con el objetivo de conseguir mejoras en sus salarios, en su calidad de vida, sino que pelean para construir un sistema más justo, donde las mayorías sean las dueñas y señoras de aquello llamado medios de producción.
Sin embargo, la caída del famoso muro alemán, lo que representa no es la destrucción de las ideas de la eliminación de las clases sociales, la idea del socialismo y de una sociedad comunista. Como lo dice el manifiesto de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxistas-Leninistas:
“Los comunistas saben que la caída del muro de Berlín no ha significado el derrumbamiento del socialismo proletario, ha sido la etapa final de un proceso de destrucción de la dictadura del proletariado y restauración capitalista mediante el revisionismo empezada en los años 50-60 del pasado siglo en la URSS y en la mayoría de los países del Este… La caída del muro no ha anulado la validez del marxismo-leninismo como teoría revolucionaria, sino que ha completado la parábola de la ideología revisionista en el Este europeo”.
Evidentemente que las fuerzas contrarrevolucionarias han sido parte de este proceso anticomunista y a favor del capitalismo, lo que han hecho en estos veinte años es ahondar aún más las brechas entre ricos y pobres, y con ello se han dado invasiones en países como Irak, Afganistán, Palestina, etc. Leyes migratorias y represivas; y la crisis financiera que atacó a Wall Street fue la más clara expresión del constante debilitamiento del sistema capitalista decadente.
Pero ¿por qué la burguesía durante veinte años se ha empeñado en continuar esta arremetida en contra del proletariado? Es evidente que como clase dominante no permitirá que los proletarios tomen la bandera revolucionaria y se vuelvan a levantar a nivel mundial.
Las muestras de que el socialismo es la alternativa de los pueblos es el debate generado en toda esa corriente que recorre América Latina, los gobiernos democráticos y progresistas que hablan de socialismo como la alternativa a la solución de la crisis social que vivimos.
De esta manera, los sectores sociales y populares siempre se levantan, pelean y combaten en contra de este sistema opresor y llevando como principio rector el llamado que hicieron Carlos Marx y Federico Engels en el Manifiesto del Partido Comunista: “¡Proletarios de todos los países, uníos!” La clase obrera y proletaria se organiza para derrotar a este sistema criminal e injusto.
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