Compadre Llaminguito, ¿cómo así se acordó de los pobres?
– Comadre Micaela, ¡felices los ojos que la ven! ¡Donosa ha estado! ¡En edad de merecer está su mercé!
– Calle nomás, compadrito, con ojos de piedad es que me ve; pero cuente, cuente, ¿qué noticias hay por la Capital?
– ¿Sí supo que la CONAIE rompió el diálogo con el Rafico Correa?
– ¿Qué diálogo pues? ¿Cuándo hubo diálogo? Mapavivo nos resultó, igualito que los anteriores gobiernos neoliberales: si quiere que algo se diluya, meta a crear comisiones de la verdad o mesas de diálogo para que no salga la verdad a relucir o se discuta de todo menos de lo que le interesa al país.
– Ciertito es, comadre Mica, usted siempre prendida el foco; pero parece que aura el Movimiento indígena por fin se ha dado cuenta que sus hermanos naturales de lucha son los campesinos, los obreros, los maestros, los estudiantes, las mujeres, los grupos que han sido excluidos durante siglos de la toma de decisiones del Estado y van a hacer un frente común.
– Bueno fuera, pues nosotros ca trabajando como el burro, de sol a sol, para darles de comer a los pelucones, incluyendo a los de Alianza País, que andan ganando harto cushqui en tanto ministerio manavali creado por el gobierno.
– Torcido derechoso resultó el Rafico, siendo que nosotros tan apoyamos el proyecto político de cambio; esperanzados estuvimos, pero ya ve: la alegría del pobre dura poco, como dice el dicho, otra vez nos quiere jugar Barcelona. Aura ca en manos de la correa derechosa estamos.
– Así mismo resulta, pues. ¿No dijo que iba a nacionalizar los recursos naturales? ¿Que iba a combatir a la corrupción? Elé, con los mismos uñas largas ardientes está cogobernando, incluidos los felipillos de la FEINE y la FEI. ¡Ay si viviera mama Dolores Cacuango! de las iras se volviera a morir, viendo como igualito que el Lucio Gutiérrez divide al movimiento indígena.
– A los de la verdadera izquierda revolucionaria nadie nos rompe, comadre; ya va a ver cómo le tenemos como pericote, pishuiendo poquito, poquito en el calzón al graduado de Lovaina.
– Ja, ja, ja. Sáqueme de una curiosidad, compadre.
– Yo le saco cuarto aparte aunque sea, comadrita, y nos vamos a vivir en la parroquia Once de Noviembre, cerca de los olleros de Pujilí, si quiere.
– Ja,ja,ja, usted no deja la picardía ¿no? Pero responda a esta preguntita: ¿Por qué será que los de la CONAIE, la ECUARUNARI, la CONAICE y la CONFENIAE no se juntan de una vez por todas con los de Mamita Pega Duro? Convicción, coherencia, siempre han tenido ambos en las luchas populares libradas en las calles.
– Hablando con franqueza, comadre Mica, es por la miseria humana, por las bajas pasiones, porque se han dejado llevar por intereses electoreros; también por la campaña sistemática de los grandes medios de comunicación que los hacen aparecer como grupos antagónicos; pero ya va a ver cómo las cosas cambian, si no nos juntamos de a de veras entonces sí le estaríamos haciendo el juego a la derecha. Cuando el campo y la ciudad se junten en una sola fuerza ya verá cómo la oligarquía pelucona y agroexportadora huye con sus tereques a Miami.
– Eso es, compadre Llamingo, deganita cainamos peliando como perros y gatos, siendo que somos hermanos en el hambre y la miseria y que debemos luchar juntos para que por fin gobiernen los pobres, que difícil no ha de ser.
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