Las manifestaciones, que salieron a la luz en Wall Street de Nueva York, están difundiéndose a otras ciudades de EE.UU. Entre ellas ya se encuentran San Francisco, Los Ángeles, Chicago y Boston; también se esperan protestas en Detroit, Portland, Minneapolis y Baltimore.
Los residentes de Los Ángeles organizaron una acampada frente al edificio de la administración de la ciudad y en Boston sus ciudadanos marcharon por el centro histórico.
En cada lugar los participantes tienen su propia agenda de reclamos ante el Gobierno. Sin embargo, hay muchos puntos en común: la mayoría intenta atraer atención de las autoridades en cuestiones sociales, corrupción, desempleo y los altos costos de la educación.
Los manifestantes no tienen ningún programa unificado, pero afirman que seguirán protestando hasta que logren implicar a los gobernantes en la resolución de los problemas.
La gente, disconforme con la situación actual en EE.UU., coordina sus acciones a través de Facebook y Twitter. Hasta el momento el día más notable de las protestas fue el sábado pasado, cuando miles de personas bloquearon el tráfico en el puente de Brooklyn, hecho por el que fueron detenidos unos 700 manifestantes.
Los ’indignados’ continúan con paso firme en Wall Street pese a las detenciones
En Los Ángeles cientos de personas se han manifestado contra la política llevada a cabo por algunas de las grandes corporaciones. Los activistas han instalado un campamento frente al edificio de la administración de la ciudad para apoyar las similares movilizaciones que tienen lugar en Nueva York.
El movimiento "Ocupa Wall Street" convoca una nueva jornada de protestas contra la situación económica y política que reina en EE UU. Los manifestantes niegan abandonar el puente de Brooklyn ya durante tercera semana consecutiva.
El Puente de Brooklyn fue paralizado durante horas por las numerosas protestas ciudadanas, contra la situación económica que reina en el país. La policía neoyorkina se empleó a fondo para controlar a los casi 700 activistas congregados en tan iconográfico paso. Allí agarraron, tiraron al suelo y luego arrestaron a los manifestantes. Aunque casi todos los detenidos fueron puestos en libertad poco después, con cargos de violación del orden público por lo que tendrán que presentarse ante el juez.
Al día siguiente, centenares de personas volvieron a salir a las calles de Nueva York, pero esta vez a su descontento se sumó la denuncia contra la represión policial.
“Una vez que dejes de tener miedo a ser arrestado, el control entero del estado policial desaparece. Y cuando esto pasa, se nos abren unas posibilidades increíbles y de repente te puedes imaginar un mundo diferente y te crees capaz de ser un agente del cambio”, dijo Robert Cammiso, manifestante detenido durante la protesta “Occupy Wall Street” en Nueva York.
Pero una de las cuestiones que ahora preocupa a la sociedad norteamericana es ¿Hasta qué punto los agentes pueden usar la fuerza en contra de acciones, supuestamente, pacíficas?
La semana pasada un miembro de las fuerzas del orden, roció con gas pimienta a un grupo de manifestantes en Wall Street. Fuentes del Departamento anunciaron que investigarán este caso, sin embargo la opinión pública ya tiene sus conclusiones al respecto.
“Muchos no creían que habría otra confrontación dramática este fin de semana, después de lo ocurrido el fin de semana pasado, cuando la policía utilizó gas pimienta contra cuatro mujeres a las que acorralaron. Luego el Departamento de Policía de Nueva York utilizó tácticas duras y golpeó violentamente a algunos manifestantes. Creo que mucha gente no esperaba que algo así volviera a pasar en esta ocasión. Aunque no tengo informes sobre el uso del mencionado agente químico, hubo arrestos violentos, miles de personas inmovilizada y centenares de detenidos”, indicó Ryan Devereaux, periodista de televisión.
Las protestas contra la situación económica empezaron el pasado 17 de septiembre en el centro financiero del país. Lo que empezó con una sentada de unas 500 personas en un parque público en el corazón de Manhattan, está recabando día a día nuevos apoyos.
Los activistas del así llamado movimiento “Ocupa Wall Street” protestan contra lo que llaman la "avaricia de los mercados", las ejecuciones bancarias y el alto nivel de desempleo en Estados Unidos.
La organización justifica que estas acciones se realicen en Nueva York en vez de Washington porque “hay que seguir al dinero”. Y comenzar en el lugar de donde salen las contribuciones para las campañas electorales, las donaciones y donde se originan los grupos de presión.
“Se trata de mandatos corporativos. Nos dijeron que Obama estaba por los cambios, pero recibimos más años de Bush. Antes de ellos tuvimos a su padre, es una dinastía de los Bush. La avaricia corporativa llega hasta el gabinete presidencial, pero allí se encuentra solamente la arteria, porque el pulso inicial es originado por Wall Street”, señaló Phil Budenick, activista del movimiento “Ocupa Wall Street”.
Lo sucedido en la gran manzana pronto tuvo réplicas en otras grandes ciudades del país como Los Ángeles, Boston, Filadelfia, Seattle o Chicago, entre otras. Varios especialistas ya han bautizado a estas manifestaciones como “el otoño de EE UU”, haciendo un paralelismo con las revoluciones de Oriente Medio, las célebres “primavera árabe”. Algo confirmado por los participantes que aseguran ser inspirados por ejemplos europeos y orientales.
“Podemos seguir el ejemplo de nuestros hermanos en todo el mundo, la primavera árabe, en Grecia, en España, podemos ver que sí que se envió un mensaje poderoso. El mensaje es que la gente común no está para tolerar más la avaricia corporativa, por eso nos levantamos y hacemos algo”, dijo Makeba Judge, activista de “Occupy Wall Street” en Nueva York
Por supuesto la tensión en las manifestaciones en territorio norteamericano es mucho más débil que en el mundo árabe. Pero tal vez este movimiento que empezó de una manera pacífica y culminó con choques con la policía podría dar sorpresas mayores.
Y la reacción de las autoridades estadounidenses hacia las protestas contra Wall Street muestra que "Washington quiere tapar el descontento masivo de los norteamericanos". Así lo ha comentado a RT Sara Flounders, co- fundadora del centro de acción internacional.
“No es nada más que un intento de la policía de tapar el descontento masivo de la población. El gobierno de EE. UU. habla sobre la democracia a lo largo y ancho de todo el mundo y al mismo tiempo bombardea a personas en muchos países. Y aquí, en casa, no permiten a las personas estar involucradas en protestas democráticas, en manifestaciones contra la dominación de Wall Street. Y estas protestas representan los intereses de la mayoría absoluta de los estadounidenses. Las últimas encuestas muestran que el 75 por ciento de la población apoya estas manifestaciones”, dijo Flounders.
Fuente: RT, 04 oct 2011.
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