La Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos OHCHR está organizando una Consulta de Expertos sobre los niños que trabajan y / o viven en la calle, que se celebrará en Ginebra los días 1-2 de noviembre de 2011.

Las comunicaciones recibidas desde la sociedad civil se integrarán en el informe que la Oficina del Alto Comisionado presentara al Consejo y le ayudará a formular recomendaciones para mejorar la promoción y protección de los derechos de los niños que trabajan y / o viven en la calle. Por esta razón el Observatorio sobre Latinoamérica SELVAS ha enviado su informe para Naciones Unidas (http://www.ohchr.org/EN/Issues/Children/Study/Pages/childrenonthestreet.aspx).

He elaborado la nota “Latinoamérica: los derechos de los niños en la agenda parlamentaria” (http://www.argenpress.info/2011/10/latinoamerica-los-derechos-de-la.html), la nota en portugués “Brasil: Medidas para enfrentar violência contra Infância “(http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=PT&cod=61713 ) y la nota “PARAGUAY: PRESIDENTE LUGO HABLA DE LA DEUDA QUE EL ESTADO TIENE CON LOS NIÑOS/AS “ que me ha publicado la Red Latinoamericana de Maestrías sobre infancia (http://foros.uexternado.edu.co/portal/html/modules.php?name=News&file=article&sid=124 ).

Lucero Zamudio, Secretaria Ejecutiva de la Red Latinoamericana de Maestrías en infancia, ha analizado que “el trabajo no siempre fue alienante, ni explotado, ni denigrante, ni sinónimo de maltrato, subordinación y control. Y no lo es en todos los espacios ni en todos los momentos. Por eso, el tema de la niñez trabajadora es enormemente promisorio, porque devela lo que se esconde tras el debate, porque obliga a deslindar terrenos y a recuperar el sentido del trabajo como punto de partida del conocimiento, la dignidad, la independencia, la solidaridad, la relación cooperativa del ser humano con el mundo. Porque obliga a pensar si lo que se debe prohibir es el trabajo o las condiciones y relaciones en que se realiza el trabajo y, entonces, el problema no es sólo del trabajo de los niños.

(..) En dos de los países, Nicaragua y Bolivia, los niños trabajan fundamentalmente en el sector rural en labores agrícolas, mientras que en Perú y Colombia lo hacen en el sector urbano, especialmente en el comercio y en actividades ligadas a procesos económicos ilegales como la droga o en organizaciones ligadas a esos procesos.
El análisis de estos trabajos de los niños en el contexto de la dinámica estructural de la economía en cada país, daría elementos importantes para entender la dinámica del trabajo de los niños.

Extrañamente la prohibición recae sobre los niños pobres. Trabajos como la actuación en TV, no obstante su complejidad, no están prohibidos. Investigaciones y debates sobre estos asuntos más estructurales resultan pertinentes”.

(...) Las organizaciones de niños trabajadores son visibles en el Perú, en Bolivia y en Venezuela. Lo son menos en Nicaragua aunque hace algún tiempo fueron más notorios. En Colombia la organización es muy débil, e invisibilizada. Acciones tendientes a articular estas organizaciones de niños trabajadores a los espacios que les corresponden como ciudadanos y en la formulación y evaluación de las políticas públicas que les competen, tendrían que ser consideradas en un plan de acción futuro” (http://www.redmaestriasinfancia.org).

El Dr. Norberto Liwski, Presidente DNI Argentina y Miembro Vicepresidente del Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas (2003-2007), ha declarado al Observatorio SELVAS, que “en vísperas a la anunciada Sesión Especial ONU deseo expresar mi profunda convicción acerca de la necesidad que los miembros de ese Consejo den la palabra, escuchen y tengan presente la opinión de las organizaciones de niños, niñas y adolescentes, quienes desde su experiencia y conceptualización podrían enriquecer el debate.

En el camino de hacer efectivos los principios y disposiciones de la Convención sobre los Derechos del Niño y su singularidad económica, social y cultural en América Latina, la que a su vez abarca una enorme diversidad de realidades, la visibilidad de las organizaciones que acompañarán el debate en el Consejo y que harán llega sus documentos, deberían constituirse en una plataforma necesaria para reconocer la complejidad del problema que se aborda y la multiplicidad de respuestas que los Estados y la organizaciones sociales deben construir mancomunadamente” (www.voltairenet.org/Naciones-Unidas-sobre-trabajo).