Organismos internacionales observan que México es uno de los países en el que la inequidad salarial persiste hasta en un 20 por ciento, como en la década de 1990. No obstante que la apertura comercial y las legales sobre los salarios, evidencian que las políticas comerciales han obligado a que más mujeres se inserten al mercado laboral por necesidad
Documentos internacionales colocan a México como una de las naciones donde prevalece la inequidad salarial. Mientras la participación laboral del sector femenino en condiciones de igualdad se incrementa en América Latina, la brecha económica en el país entre hombres y mujeres es hasta del 20 por ciento.
Así lo indican el Informe sobre el desarrollo mundial 2012: igualdad de género y desarrollo y el análisis Mujeres de América Latina y el Caribe en busca de un nuevo equilibrio, ambos elaborados por el Banco Mundial. En éstos se destaca que el nivel de ingresos de las mujeres es 20 por ciento menor al de los hombres.
El documento Informe sobre el desarrollo mundial 2012 presentado en enero pasado por Ana Revenga (coautora del documento) asegura que la población femenina tampoco puede acceder a mejores puestos de empresas donde laboran: “En México, como en otros países, han habido avances en algunas esferas pero siguen las brechas y barreras, las cuales no cambian mucho; entonces las mujeres de este país, como en otros, tienen más educación, trabajan más, pero siguen sin ganar más que los hombres”.
Agrega que el “nivel de ingresos y desarrollo en sí no es la solución, porque
estos países son relativamente avanzados y ricos en la región, pero en el tema de género están rezagados frente a naciones como Colombia”.
Inequidad en América Latina
Mujeres de América Latina y el Caribe en busca de un nuevo equilibrio es el segundo estudio que hace referencia a la “fuerza laboral” femenina. En éste se indica que las mujeres casadas con un alto nivel de educación muestran una mayor inclinación a permanecer en la fuerza laboral, con respecto a las mujeres con la educación básica como primaria o secundaria. Esto “porque las primeras tienden a considerar el trabajo más como una carrera que como simple fuente de negocios”.
Por el contrario, indica el documento, las mujeres casadas con un nivel educativo menor al básico también demuestran tener vínculos más fuertes con la fuerza laboral, pero porque “es probable que se vean obligadas a trabajar por simple necesidad, en lugar de ver el trabajo como una opción”.
Otro de los aspectos que revisa el organismo internacional es el llamado “culpabilidad de la madre”, que resulta de la lucha por alcanzar un equilibrio entre trabajo y calidad vida.
El texto indica que “la presencia de hijos en el hogar está asociada con un mayor abandono de la fuerza laboral de las mujeres con educación terciaria, que probablemente se enfrentan a menos limitaciones de los ingresos que las mujeres con educación primaria o menos.
“En América Latina y el Caribe, hombres y mujeres, cuyas ideas acerca de los roles tradicionales de género han permanecido prácticamente iguales desde la década de 1990, tienden a considerar que la identidad va más allá de su rol y que madres trabajadoras pueden tener relaciones igual de sanas con sus hijos que madres que permanecen en casa.”
Desigualdad, impacto de la apertura comercial
El reporte Salarios y calificación laboral en México, publicado por la Revista Mexicana de Economía,indica que el impacto de la apertura comercial y sus reformas al interior de México sobre los salarios, demuestra que las políticas comerciales han modificado el padrón del empleo hacia las industrias que utilizan más intensivamente la mano de obra calificada, esto ha producido incrementos sostenidos de la desigualdad salarial con mayor precariedad del trabajo.
El artículo, escrito por Luis Huesca Reynoso y Reyna Elizabeth Rodríguez –investigador titular y estudiante de doctorado, respectivamente, del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo–, indica que el impacto de la apertura comercial y sus reformas al interior de México sobre los salarios, demuestra que las políticas comerciales han modificado el padrón de empleo hacia las industrias que utilizan más intensivamente mano de obra calificada.
Lo anterior, indican los académicos, ha producido incrementos sostenidos de desigualdad salarial con mayor precariedad del trabajo. Un rápido crecimiento de la demanda de asalariados con más educación, habilidades y también mayor participación de la mujer en el mercado laboral.
México, de los países más desiguales: OCDE
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es otro de los organismos que identifica a México como uno de los países con mayor desigualdad en salarios y distribución de la riqueza.
En su reporte Reduciendo la inequidad en ingreso mientras se propicia el crecimiento económico: ¿puede hacerse?, la OCDE señala que los países que se encuentran en el mismo renglón que México son Chile, Israel, Portugal, Turquía y Estados Unidos.
La OCDE, encabezada por José Ángel Gurría, clasifica a sus socios en cinco categorías de acuerdo con su grado de inequidad. El grupo en el que ubica a México se caracteriza con una alta tasa de pobreza y un ingreso disponible por hogar muy por debajo de los otros integrantes. En mayo de 2011, ubicó a México en el segundo puesto entre los países de la Organización en los que la brecha entre los salarios bajos y altos es mayor.
Suiza, Islandia, Suecia, Dinamarca y Noruega, naciones en donde destaca que su sistema fiscal es eficiente, son los de menor desigualdad tanto en salarios como en empleo, de acuerdo con el documento.
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