Miembros de su equipo viajaron a México en octubre de 2012; se entrevistaron con Enrique Peña Nieto y otros políticos, y finalmente formularon un documento que empezó a circular en enero de 2013. Considero que su lectura permite conocer algunos de los más importantes aspectos de la iniciativa que Peña Nieto enviará al Congreso de la Unión. La resumimos a continuación y en unos meses más veremos si nuestras opiniones resultan correctas.

“La seguridad energética de Estados Unidos requiere una evaluación permanente de la situación de México”.

El entrecomillado es textual. El senador aduce que México ha sido un proveedor importante, cercano y confiable y ahora lleva ya casi 10 años con su producción y sus exportaciones en caída, y si México no reforma esta situación, Estados Unidos no puede confiar en que los actuales niveles de exportación se sostengan (“If Mexico does not reform its domestic energy production situation, the US cannot rely on current levels of imports”).

Aún más, sin reforma México dejará de exportar en esta década, asegura.

Los objetivos de la reforma

Del diagnóstico anterior se deducen sus tres únicos propósitos: 1) elevar la producción de hidrocarburos; 2) mantener los ingresos de dólares para el gobierno de México; y 3) contribuir a la seguridad energética de Estados Unidos.

¿Reformas para que México avance en la industrialización de los hidrocarburos que aún quedan? Eso no puede interesar a Estados Unidos. Por el contrario, si se construyen refinerías en México, miles de empleos de muy buena calidad serían perdidos por los gringos, de ahí que el documento del senador menciona dos veces que la caída de las exportaciones mexicanas de crudos pesados ya está creando problemas en las refinerías yanquis situadas en la costa del Golfo de México, diseñadas para ese tipo de aceites.

¿Qué áreas de la geografía petrolera de México les interesan?: 1) aguas profundas, 2) shale oil y shale gas y 3) Chicontepec.

Es importante subrayar que el documento del senador anuncia los “éxitos” de los pozos Trión, Supremus y ¡Maximino!, de este último, antes que Petróleos Mexicanos (Pemex) lo haga oficialmente. Advertimos a nuestros lectores que Maximino lleva apenas 3 meses de perforación. Su profundidad total es de casi 7 kilómetros.

¿Cómo detener la caída de la producción petrolera? Muy fácil, basta llamar a las petroleras internacionales.

¿No pueden levantar la producción? ¡Pero si tienen la solución en sus manos: consiste en asociarse con las grandes empresas internacionales! El senador dice que lo único que el gobierno mexicano tiene que hacer es definir: 1) qué cantidad quiere producir, y 2) en qué lapso de tiempo y deseos se cumplirá, al permitir el acceso, ya sea individualmente o asociadas con Pemex, de las grandes petroleras internacionales (“Therefore the decision on whether OICs should be granted access individually or in partnership with Pemex to develop oil in Mexico depends on how much oil the mexican government wants produced and over what span of time.”)

La nueva reforma requiere cambios constitucionales

La clave de cualquier reforma capaz de mejorar significativamente la producción petrolera es si va a convencer a las grandes compañías internacionales para invertir y aportar su experiencia (“The key marker for any reform capable of significantly improving Mexico oil production horizon is whether that will produce IOC willingness to invest their capital and expertise). Para lograrlo, Pemex debe permitirles que incluyan las reservas –que esas trasnacionales descubran– como propias en sus reportes a la SEC (Securities and Exchange Comission).

La nueva reforma, dice el senador, tiene que ser “más audaz” que los tibios cambios de 2008.

Se respetarán áreas en aguas someras y en tierra para Pemex

Lo anterior no significa la desaparición de Pemex, ésta puede concentrarse en las áreas donde tiene experiencia: tierra y aguas someras; actualmente no está produciendo nada en aguas profundas y lo hace sólo marginalmente en Chicontepec; las reformas podrían limitarse a esas dos áreas y al gas no convencional.

No tienen gas y están sentados en un mar de gas natural

El sector del gas en México está sufriendo una crisis. La industria mexicana sufre por restricciones de oferta… ¡Pero México cuenta con un mar de gas no convencional!, tiene una de las mayores reservas de shale gas del mundo. De ahí que el documento, aunque aprueba que Estados Unidos exporte gas a México al enlazar los nuevos gasoductos en construcción, es una solución de corto plazo. “Tú no puedes construir el futuro de México basado en gas barato importado de Estados Unidos”, advierte severamente con el viejo truco de que sólo repiten recomendaciones de expertos consultados durante sus encuestas en México.

De aquí que plantean que México tiene que apresurarse a desplegar una vigorosa campaña de exploración por su propio gas y por petróleo. Ya dijimos que si es en formaciones de lutitas o en aguas profundas, los senadores sostienen que deben realizarla las grandes compañías internacionales.

Acuerdo de yacimientos transfronterizos, rechazado

El acuerdo sobre transfronterizos es bueno para la seguridad energética, es bueno para mejorar la seguridad en las operaciones y abatir los riesgos, pero el texto firmado en Los Cabos, Baja California, el 20 de febrero de 2012, tiene errores y deberá ser reformulado, dice el senador Richard Green Lugar.

Dejaremos el capítulo relativo a este acuerdo para un próximo artículo.
Terminamos comentando que es una vergüenza para senadores del Partido Revolucionario Institucional y del Partido Acción Nacional que lo aprobaron. Ahora les van a devolver el documento rechazado por el Senado gringo.

Una aclaración: Richard Green Lugar perdió su escaño porque le ganó en las primarias el Tea Party.

Fuente
Contralínea (México)