Cemiloglu, con chaqueta de color crema, junto al presidente turco Erdogan.
El 1º de agosto de 2015, unas 200 asociaciones participaron en el Segundo Congreso Internacional de Tártaros, reunido en el hotel Bilkent de Ankara, bajo la copresidencia del ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Pavlo Klimkin, y del vice primer ministro de Turquía, Numan Kurtulmus.
Durante esa reunión, el líder histórico de los tártaros antirrusos, Mustafa Abdulcemil Cemiloglu, notorio colaborador de la CIA en tiempos de la administración Reagan, anunció, en nombre del gobierno de Ucrania, la creación de una brigada musulmana internacional cuya misión será oponerse al «separatismo de los rusos de Crimea» (sic). Esa brigada tendrá su base en Jerson, cerca de la frontera con Crimea, e incluirá voluntarios provenientes de las repúblicas rusas de Tartaristán y Chechenia así como de Uzbekistán, Azerbaiyán y la región georgiana de Meskhetia.
Al terminar el congreso, Mustafa Abdulcemil Cemiloglu fue recibido por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, quien le garantizó que gozará del apoyo de Turquía en contra de Rusia.
Después del atentado que, como respuesta al asesinato de los responsables del Consejo de Seguridad Nacional de la República Árabe Siria, casi acaba con la vida del príncipe saudita Bandar ben Sultán, en julio de 2012, fue el hoy presidente turco Erdogan quien asumió el papel de coordinador internacional del terrorismo islámico.
En diciembre de 2013, los servicios secretos de Turquía (MIT) repatriaron a Ucrania, desde Siria, un grupo de yihadistas tártaros para que se encargaran de “proteger” a los manifestantes de la plaza Maidan que exigían el acercamiento de Ucrania a la Unión Europea. [1].
[1] «Yihadistas dan servicio de seguridad a los manifestantes de Kiev», Red Voltaire, 4 de diciembre de 2013.
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