I. Prosa en el yunque del periodismo, la del también escritor, poeta en sus primeros años: “vamos en mi barco de papel, tú mi bella timonel”; pero periodista siempre, profesor en nuestro municipio de Cajeme, en la secundaria Campoy, en el Tecnológico, en la Unison. Moncada Ochoa se hace presente con su enésimo libro-investigación, para contarnos su “curso intensivo de corrupción: 2009-2015: Asalto a Sonora”, en 27 capítulos, un epílogo y la bibliografía, donde da cuenta y razón del mal gobierno del desgobernador: Guillermo Padrés Elías; el peor titular del poder Ejecutivo de la entidad en los últimos 80 años. El panista-calderonista que, junto con su cómplice, el presidente municipal de Hermosillo: Javier Gándara, su hermano y su cuñado, en 6 años impidió el crecimiento uniforme de Sonora privilegiando a la capital. Y cuyas biografías penales están en la Procuraduría General de República (PGR), esperando, con varios detenidos, la aprehensión del mismo Padrés. Son las huellas del panista que Margarita Zavala y Calderón protegieron para fortalecer la complicidad con el anterior desgobernador: Robinson-Bours con relación al incendio premeditado de la guardería ABC.
II. Asalto a Sonora, curso intensivo de corrupción: 2009-2015 reúne la concepción jurídica del abogado que es Moncada, para fundamentar la investigación de las raterías de Padrés. Es una historia de estafadores. Un expediente-guía de las fechorías y perversidades de un carterista y su pandilla, que convirtieron a Sonora en un botín; y sobre quienes las sanciones de cárcel y multas para devolver los millones que se robaron, requiere de raticidas para la pérdida de sus derechos políticos y civiles. E imponerles una capitis deminutio maxima, porque se corrompieron e integraron una delincuencia para robar. Padrés dirigió una banda de rateros. Un cártel de cacos a la sombra de la impunidad del poder público. Y es que además de construirse una presa, Padrés construyó un acueducto para robarse el agua de la Tribu Yaqui, privando de suficiente agua potable al municipio de Cajeme y junto con Calderón y Peña pisotearon los amparos. Todos estos abusos y actos ilegales fueron mermando la legitimidad de Padrés desde su primer año de desgobierno.
III. Ésta es la integración periodística y jurídica de un auténtico expediente, suficiente para que Padrés y sus incondicionales estuvieran en la cárcel. Puntual pesquisa que dice que el rey va desnudo, pero cargado de alforjas; empezando por las maletas que en los primeros meses guardaba en la Casa de Gobierno, según vio la trabajadora Gisela Peraza Villa. Entonces los esposos Padrés la acusaron de “robar unas alhajas”, y en un acto de vileza y abuso del poder la encarcelaron por 4 años. Asalto a Sonora es un texto para estudiantes de derecho que quieran tener a la mano un modelo para tesis (para investigar a los Cué Monteguado de Oaxaca; Duarte de Veracruz y Chihuahua; Graco de Morelos; Medina de Nuevo León; Velasco de Chiapas, etcétera). Un trabajo del periodismo de investigación, para los periodistas y para los estudiantes de comunicación, si quieren tener un clásico que reúne la investigación de lo jurídico, lo político y social en un excelente trabajo periodístico. Y todo ello con un hecho: la desgubernatura en el caldo de cultivo de la corrupción. Su autor logró, una vez más, como sus anteriores libros de los más variados temas, un completísimo y puntual análisis sobre las imputaciones legales y periodísticas a un desgobernador.
Ficha bibliográfica:
Autor: Carlos Moncada Ochoa
Título: Asalto a Sonora. Curso intensivo de corrupción.
Editorial: Impresora SINO (Sierra Moreno 90, Loma Linda, Hermosillo Sonora, 2015)
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