Al recibir en Washington al primer ministro italiano Giuseppe Conte, el 21 de julio de 2018, el presidente estadounidense Donald Trump confirmó públicamente que reconoce la preeminencia de Italia en Libia.

La Casa Blanca socava así los esfuerzos de Francia por apoderarse del petróleo libio.

Durante la guerra que la administración Obama desató contra Libia, el entonces primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, fue el único dirigente occidental que trató de defender al Guía libio Muammar el-Kadhafi, pero el parlamento italiano lo obligó rápidamente a someterse al dictado de Washington junto a los demás países de Occidente.

Italia, ex metrópoli colonial de Libia, masacró a la población de Trípoli en 1911 y ahorcó al líder de la resistencia libia de la época, Omar al-Mokhtar. Como primer ministro de Italia, Berlusconi había negociado con Kadhafi una reparación por esos crímenes.

Silvio Berlusconi es actualmente miembro de la coalición italiana conformada con ayuda de Steve Bannon, el ex consejero especial de Donald Trump, coalición que designó a Giuseppe Conte para el cargo de primer ministro.