Luego de la publicación del artículo de Manlio Dinucci «La nueva cortina de hierro», el gobierno letón envió, mediante su embajada en Roma, el siguiente texto a la redacción de diario italiano Il Manifesto. Manlio Dinucci responde al gobierno letón y Thierry Meyssan pone este intercambio en contexto.
Carta de la embajadora de Letonia en Roma
Roma, 5 de octubre de 2018
N. IT-26365
Señores,
Quisiera referirme al artículo sobre Letonia titulado «La nueva cortina de hierro» de Manlio Dinucci, publicado en Il Manifesto, edición del 18 de septiembre de 2018, y dada la importancia e inviolabilidad de la libertad de opinión como derecho fundamental, considero necesario aclarar ciertos aspectos relativos a las posiciones e informaciones oficiales de Letonia.
En primer lugar, me refiero al párrafo donde se afirma:
«(…) el presidente letón Raymond Vejonis (…) ya en abril había aprobado el proyecto de ley que prohíbe la enseñanza de la lengua rusa en Letonia, país cuya población cuenta casi un 30% de habitantes de la etnia rusa mientras que un 40% de sus habitantes utilizan el ruso como lengua principal.»
Según las informaciones existentes en el Registro de Población de la Oficina de Ciudadanía y Migración de Letonia (la última actualización data del 1º de julio de 2018), el porciento de personas de etnia rusa residentes en Letonia es 25,82%. El 2 de abril de 2018 el presidente de Letonia Raymond Vejonis proclamó las enmiendas a la Ley sobre la Instrucción y a la Ley sobre la instrucción General que introdujeron una transición gradual hacia la enseñanza en lengua nacional en la escuela secundaria en mayor proporción.
Quisiera subrayar además que el texto de la reforma no contiene ninguna disposición de ley que prohíba expresamente la enseñanza de la lengua rusa en Letonia, como se sostiene erróneamente en el artículo. La reforma trata de promover una sociedad consolidada y [las] mismas oportunidades para todos los estudiantes graduados, excluyendo toda forma de discriminación. El objetivo principal es asegurar a todos los graduados el dominio de la lengua letona al mismo nivel y garantizar así [las] mismas oportunidades para el ingreso en el mundo del trabajo y la continuación de los estudios.
Al mismo tiempo, tanto antes como después de la reforma, se mantendrán los programas de instrucción de las minorías nacionales que continuarán garantizando la protección y desarrollo de la lengua y de la identidad cultural, como está estipulado en la Constitución de la República de Letonia. El gobierno letón seguirá por tanto financiando los programas de instrucción de las minorías nacionales en siete lenguas (ruso, polaco, bielorruso, ucraniano, estonio, lituano y hebreo) en la escolaridad primaria; en la escuela secundaria el gobierno seguirá apoyando la enseñanza en lengua materna en las materias pertinentes [como] la cultura y la historia de las minorías nacionales. El apoyo público a la instrucción en lenguas menores en Letonia sobrepasará nuevamente el de numerosos países europeos.
Letonia seguirá garantizando la protección de la cultura e identidad de las minorías conforme a la Convención-Marco para la Protección de las Minorías Nacionales.
El segundo argumento sobre el que quisiera subrayar algunos aspecto concierne el despliegue del contingente italiano en Letonia. La presencia de las tropas italianas en Letonia es parte de la operación de la OTAN Enhanced Forward Presence bajo dirección canadiense que tiene como objetivo defender los territorios de los países de la Alianza.
El despliegue de las tropas tiene [un] objetivo preventivo y disuasivo ya que está destinado a evitar los conflictos y preservar la paz. La exigencia de esta intervención es consecuencia de acontecimientos concretos de utilización de la fuerza de parte de Estados que no son miembros de la OTAN, me refiero explícitamente a la anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia. Ese presente hace absolutamente legítima la adopción de una medida preventiva por parte de la Alianza como respuesta estrictamente defensiva, proporcionada y en línea con las obligaciones internacionales. El consenso sobre la presencia de militares de los países aliados y con otras medidas defensivas es [una] expresión de la responsabilidad del Estado en defender sus propias fronteras.
La visita del presidente Mattarella a Letonia y al contingente italiano es expresión de la cooperación entre Italia y Letonia para alcanzar los objetivos comunes como países de la OTAN.
Agradeciendo a usted su preciosa atención, le expreso mi disponibilidad para eventuales informaciones ulteriores y aprovecho esta oportunidad para presentarle mis más cordiales saludos.
Solvita Aboltina
Embajadoria de Letonia
Respuesta de Manlio Dinucci
Roma, 10 de octubre de 2018
Excelencia,
Apreciando su atención a nuestro trabajo, respondo a las dos cuestiones que usted señala.
Tomo nota de la rectificación que usted aporta sobre el porciento de presencia de la etnia rusa entre la población letona: «25,82%» en vez de «casi 30%». Sin embargo, no es por ello menos cierto que, en un país donde más de una cuarta parte de la población es de etnia rusa, la lengua rusa, utilizada como lengua principal, incluso por muchos de los demás ciudadanos, se ve excluida por ley de la enseñanza superior y restringida en la enseñanza secundaria. El Comité de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Discriminación Racial se declara «preocupado por los informes sobre las políticas lingüísticas actuales que en Letonia discriminan a las minorías étnicas en materia de instrucción y empleo» (30 de agosto de 2018).
Ese mismo Comité [de la ONU] señala otra cuestión que usted no menciona: 11% de los habitantes, sobre todo de la etnia rusa –entre los que se cuentan niños nacidos en Letonia– carecen de toda ciudadanía. Son «no ciudadanos» que, en contra de las normas mismas de la Unión Europea, se ven «privados del derecho al voto y discriminados en cuanto al acceso a los servicios públicos». Existe en Letonia misma gran oposición contra la discriminación lingüística y social –el partido Saskana (Armonía), contrario a la discriminación, ha ganado nuevamente las elecciones políticas el pasado 6 de octubre.
En cuanto al contingente italiano, que según usted la OTAN despliega en Letonia con un «objetivo preventivo y disuasivo» para «defenderla» de Rusia, tenemos que recordar hechos ampliamente documentados. Es la OTAN quien, desde 1999, se ha extendido amenazadoramente hacia el este al borde del territorio ruso –en 2004 se convirtieron en miembros del Pacto Atlántico todos los países que antes habían sido miembros, junto a la URSS, del Pacto de Varsovia, rápidamente disuelto; la OTAN apoyó en 2008 la agresión de Georgia contra Osetia del Sur; y en 2014 la OTAN apoyó las protestas en Ucrania, convirtiéndolas en putsch, operó con formaciones neonazis entrenadas con ese fin, lo cual motivó a los rusos de Crimea (territorio históricamente ruso, que Moscú había atribuido a Ucrania en 1954 dentro de las fronteras políticas de la URSS) a decidir el regreso a la Federación Rusa mediante un referéndum legal. Al acusar a Rusia de «anexión ilegal de Crimea» con «uso de la fuerza», se crea del enemigo la imagen que conviene a la escalada de Estados Unidos y la OTAN que hace retroceder Europa a una peligrosa confrontación similar a la de la guerra fría.
Quedo a la disposición de usted para otras clarificaciones.
Manlio Dinucci
Cronista de Il Manifesto
Comentario de la Red Voltaire
Lejos de ser un simple detalle, el tratamiento de Letonia a su minoria rusa constituye el punto central de la acción política de la OTAN en todo el este de Europa.
Desde la proclamación, en 1990, de la independencia de las Republicas bálticas, Estados Unidos y la OTAN han desplegado allí las familias de sus agentes de la red stay-behind reclutados al término de la Segunda Guerra Mundial y exilados en la zona bajo control de la OTAN. Eran familias educadas en el culto del nazismo y financiadas durante medio siglo por Estados Unidos y el Reino Unido, tanto directamente como a través de la Alemania federal.
Esas familias divulgaron la idea según la cual los soviéticos nunca lucharon contra el nazismo como ideología sino que invadieron el este y el centro de Europa para instalar su imperio. Los colaboradores del nazismo [según esas personas] nunca abrazaron la ideología hitleriana sino que se aliaron a los nazis para defender su país del imperialismo soviético. Después, los crímenes del régimen soviético en Letonia fueron supuestamente de naturaleza y envergadura diferentes a los cometidos en otras partes de la Unión Soviética.
Basándose en esas afirmaciones, grupos defensores del nazismo e históricamente vinculados con esa doctrina se han desarrollado, principalmente en Letonia, Estonia y Ucrania. A partir de 2005, por iniciativa de la señora Vaira Vīķe-Freiberga, ciudana canadiense que adquirió la nacionalidad letona y se convirtió en presidente de Letonia, y con su respaldo, se celebraron públicamente ceremonias nazis o neonazis en Letonia y la ideología propugnada por la red stay-behind fue oficializada [1].
Sólo conociendo ese contexto puede entenderse el tratamiento actual del gobierno letón a la minoría rusa.
Thierry Meyssan
Presidente de Red Voltaire
[1] «La presidente de Letonia rehabilita el nazismo», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 20 de marzo de 2005.
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