Maduro usurpó el poder; él no es el presidente debidamente elegido. Juan Guaidó es la persona que eligió el pueblo venezolano. Estados Unidos y ahora otras 54 naciones simplemente han ratificado, han dicho que: ‘Sí, reconocemos que eso es lo que los venezolanos quieren’.
Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, 19 de marzo de 2019.

El antiguo régimen de Venezuela, liderado por Nicolás Maduro, ha violado sistemáticamente los derechos humanos y la dignidad de sus ciudadanos, ha saqueado los recursos naturales del país y ha llevado a una nación que antes era próspera a la ruina económica con su gobierno autoritario y sus políticas económicas socialistas. Los matones de Maduro han cometido asesinatos extrajudiciales y torturas, han tomado presos políticos y han restringido severamente la libertad de expresión, todo en un esfuerzo brutal por conservar el poder.

ACCIONES INCONSTITUCIONALES DE MADURO:

 En 2015, los partidos de la oposición en favor de la democracia derrotaron rotundamente al régimen de Maduro en las elecciones legislativas. Poco después, Maduro comenzó a desmantelar varias ramas del gobierno. El Presidente saliente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, se apresuró a llenar los tribunales del país con aficionados no calificados del partido para servir como garantes del poder de Maduro.
 El 11 de enero de 2016, cuando la Asamblea Nacional procedió a colocar a tres diputados legítimamente elegidos, el Tribunal Supremo declaró a la Asamblea Nacional en desacato, dejando sin efecto toda la legislación posterior aprobada por este órgano elegido democráticamente. Desde entonces, Maduro ha marginado deliberadamente esta Asamblea constitucionalmente legítima.
 Los cómplices de Maduro en el Consejo Nacional Electoral (CNE) supervisan la conducción de todas las elecciones y declaran a los ganadores. Desde 2015, han inclinado la balanza para asegurarse de que Maduro no pueda perder. Han descalificado a todos los principales partidos de la oposición y la mayoría de los candidatos de la oposición desde 2017.
 En 2017, siguiendo las órdenes de Maduro, el CNE organizó unas elecciones ampliamente cuestionadas para la Asamblea Nacional Constituyente, cuyo objetivo principal era redactar una nueva Constitución. En cambio, Maduro usó la Asamblea para usurpar los poderes de la Asamblea Nacional legítima, ratificar sus órdenes y promulgar leyes, muchas de las cuales vilipendian y desacreditan a las figuras de la oposición y sus propuestas políticas.
 Este sistema electoral falso culminó en las elecciones presidenciales del 20 de mayo de 2018. Con la mayoría de las figuras de la oposición arrestadas, exiliadas o con la prohibición de presentarse a las elecciones, Maduro enfrentó un campo de candidatos debilitado en una elección amañada. Para impulsar la participación pro Maduro, el régimen sobornó a los votantes con alimentos y otros subsidios que necesitaban desesperadamente a cambio de sus votos.
 El 10 de enero de 2019, Maduro asumió ilegalmente la presidencia en una ceremonia considerada ilegítima por muchos venezolanos y más de 50 países, incluida la mayoría de los vecinos de Venezuela y la mayoría de la Unión Europea.

En este contexto, Juan Guaidó, elegido el 5 de enero de 2019, como Presidente de la Asamblea Nacional, la única institución legítima y elegida democráticamente que queda en el país, invocó artículos relevantes de la constitución venezolana y se convirtió en Presidente Interino de Venezuela.

LA CORRUPCION DE MADURO:

 El plan de corrupción más grave de Maduro consistió en la malversación de la compañía petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PdVSA). En 2015, la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) del Departamento del Tesoro de los EE.UU. emitió un fallo en virtud de la Sección 311 de la Ley PATRIOTA de EE.UU. (USA PATRIOT Act). Un banco europeo aceptó comisiones exorbitantes para procesar aproximadamente US$ 2 mil millones en transacciones relacionadas con blanqueadores de dinero de terceros, compañías ficticias y productos financieros complejos para desviar fondos de PdVSA.
 En 2018, un plan de blanqueo de dinero de US$ 1.200 millones que involucró a Matthias Krull, un ciudadano alemán y residente panameño, y Gustavo Adolfo Hernández, un ciudadano colombiano y ciudadano naturalizado estadounidense, explotaron PdVSA y aprovecharon la corrupción en los sistemas de cambio de moneda extranjera de Venezuela mediante el cambio de dólares estadounidenses por bolívares venezolanos a precio de mercado y luego invertir el cambio.
 En 2016, Maduro declaró que aproximadamente el 12% del país era parte de un “Arco Minero del Orinoco” y se otorgó amplias autoridades para supervisar la explotación de recursos para beneficio personal. En 2017, el régimen expulsó a compañías extranjeras legítimas que realizaban actividades comerciales y las reemplazó con mineros no regulados que operaban con el respaldo de altos oficiales militares venezolanos.
 En 2017, después de una investigación de siete meses, la Asamblea Nacional de Venezuela descubrió casos en que el régimen “gastó” US$ 42 por una caja de alimentos, que luego distribuyó a cambio de votos, en un momento en que esos alimentos costaban menos de US$ 13. El círculo interno de Maduro se quedó con la diferencia, que ascendió a más de US$ 200 millones de dólares en al menos un caso.
 Venezuela se ubica en el lugar 169 de 180 países en el Índice de Percepción de la Corrupción 2017 de Transparencia International.

VIOLACIONES DE LOS DERECHOS HUMANOS POR PARTE DE MADURO:

 En octubre de 2018, el concejal de Caracas, Fernando Alban, viajó a Nueva York para denunciar la brutalidad del régimen de Maduro, al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas. A su regreso a Venezuela el 5 de octubre, la policía secreta de Maduro lo arrestó en el aeropuerto. Murió bajo custodia unos días después, cuando se cayó misteriosamente de una ventana del piso 10 de una prisión de máxima seguridad en Caracas.
 Maduro confía cada vez más en la Fuerza de Acciones Especiales de la Policía Nacional (FAES) que creó en 2017 para llevar a cabo redadas ilegales y asesinatos extrajudiciales.
• La FAES, compuesta por 1,300 oficiales, está acusada de matar a más de 100 personas en vecindarios de bajos ingresos desde junio hasta diciembre de 2018. (Informe de la ONG Provea de 26 de enero de 2019)
• El 20 de marzo de 2019, según la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, FAES ejecutó a 37 personas en relación con redadas ilegales de invasión de hogares en enero.
 El régimen ha desplegado la Guardia Nacional y las milicias civiles conocidas como colectivos para reprimir a los manifestantes pacíficos. Según la Asamblea Nacional, el régimen anterior es responsable de al menos 40 muertes relacionadas con la protesta en lo que va de año.
• 175 detenciones relacionadas con la protesta y 7 muertes reportadas el 23 de enero de 2019 (ONG Foro Penal)
• 1.255 personas detenidas desde el 21 de enero de 2019 (ONG Foro Penal)
• 864 presos de conciencia, incluidos 95 miembros militares (ONG Foro Penal, al 1 de abril de 2019)
 El 5 de abril de 2019, la ONG de derechos humanos PROVEA anunció el descubrimiento de varios centros de detención clandestinos, entre ellos tres presuntamente dirigidos por colectivos, policía, fuerzas de seguridad del estado y agencias de inteligencia, donde el antiguo régimen detenía y maltrataba extralegalmente a ciudadanos venezolanos.
 El 4 de abril de 2019, la policía allanó la casa del diputado de la Asamblea Nacional, Roberto Alcalá, en un esfuerzo por procesarlo por cargos de terrorismo fabricados.
 El 21 de marzo de 2019, la policía de Maduro allanó la casa del jefe de despacho del Presidente interino Juan Guaidó, Roberto Marrero, y lo arrestó. La agencia de inteligencia de Maduro apoyada por Cuba, SEBIN, sigue manteniéndolo detenido. SEBIN tiene un historial de uso de tratos crueles e inhumanos para forzar confesiones.