Desde que se concretó el establecimiento de la soberanía de la República Popular China sobre Hong Kong, ese territorio constituye –junto a Macao– una de las dos Regiones Administrativas Especiales existentes en el gigante asiático.
En virtud de los acuerdos de 1997, Pekín instaló en Hong Kong la democracia al estilo occidental que nunca existió bajo la dominación británica. Fue bajo la soberanía china que la población de Hong Kong eligió su parlamento por primera vez.
Sin embargo, aunque la retrocesión de Hong Kong a la República Popular China mejoró las condiciones de vida de la población de ese territorio, esa población se mantiene más cerca de la cultura británica que de la cultura china, algo que siempre sorprende a los viajeros.
Las grandes manifestaciones que han tenido lugar últimamente en Hong Kong son ante todo una muestra de la incomprensión cultural que está obstaculizando la unificación china.
Pero el Reino Unido y Estados Unidos están estimulando el endurecimiento de esas manifestaciones. Como prueba de ello, las autoridades publicaron una foto de la “diplomática” estadounidense Julie Eadeh, sorprendida por la cámara mientras daba instrucciones a varios dirigentes de las protestas. (Ver foto al final de esta información)
Además, en esas manifestaciones “populares” se ha visto al Movimiento por la Independencia de Hong Kong, la formación política más implicada, agitar la antigua bandera colonial del territorio… exactamente el mismo fenómeno observado en Libia –donde el Consejo Nacional de Transición adoptó la bandera del rey Idris– y en Siria –donde el llamado «Ejército Sirio Libre» adoptó la bandera del mandato colonial francés.
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