La cuestión de los yihadistas prisioneros de la coalición internacional contra Daesh se ha convertido en tema de disputa entre los miembros de la OTAN.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció en los últimos meses su intención de retirar las fuerzas militares estadounidenses ilegalmente presentes en el norte de Siria. Las primeras consecuencias de esa retirada serían el fin de lo que la prensa occidental llama «Rojava», o sea el control que los mercenarios kurdos de la OTAN ejercen sobre una parte del norte de Siria, y el cierre de los campos de prisioneros donde están detenidos numerosos yihadistas europeos.
Pero el Pentágono pretende seguir adelante con el proyecto de rediseño del «Medio Oriente ampliado» o «Gran Medio Oriente» y por tanto obstaculiza la retirada de las fuerzas estadounidenses presentes en Siria.
En definitiva, Rusia, Irán y Turquía llegaron, el 16 de septiembre de 2019, a un acuerdo sobre el norte de Siria, acuerdo que se basa en un proyecto de nueva Constitución. El presidente Trump anunció entonces, nuevamente, la retirada de las fuerzas estadounidenses.
Según una declaración emitida por la Casa Blanca,
«El gobierno de Estados Unidos ha insistido ante Francia, Alemania y otras naciones europeas, de donde provienen numerosos combatientes de Daesh capturados, para que se los lleven de regreso, pero [esos países] los han rechazado y se han negado [a llevárselos].» [1]
En esa misma declaración, la Casa Blanca anuncia que Estados Unidos ya no se ocupará de los yihadistas europeos capturados y que estos serán entregados al ejército turco.
Estados Unidos ya trasladó los yihadistas estadounidenses a una cárcel secreta cuya ubicación se desconoce. Por su parte, el Reino Unido solicitó a Washington que los yihadistas británicos capturados fuesen enviados a Irak, lo cual ya se hizo.
A pesar de lo que afirma la prensa occidental, los kurdos de las YPG no temen un regreso del Emirato Islámico (Daesh), contra cuyos yihadistas lucharon… antes de aliarse a ellos, teniendo en ambos casos como único objetivo conquistar la porción de suelo sirio que aún siguen ocupando y donde eran muy minoritarios. Pero desde hace varios meses, al ver que se quedan solos ante el ejército turco, los grupos armados kurdos están solicitando la protección de la República Árabe Siria cada vez que se anuncia una intervención de Turquía, cuyo objetivo es eliminar la presencia de grupos armados kurdos a menos de 30 kilómetros de la frontera sirio-turca.
El presidente estadounidense Trump ha convertido el cese del apoyo financiero y militar que las potencias occidentales aportaron a Daesh y al proyecto de conquista territorial yihadista en la piedra angular de su política en el Medio Oriente ampliado.
[1] «Declaración de la Casa Blanca sobre los terroristas del norte de Siria», Red Voltaire, 6 de octubre de 2019.
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