El presidente estadounidense Donald Trump restableció por decreto la neutralidad de las redes sociales y los servicios de internet al emitir, el 28 de mayo de 2020, la Executive Order on Preventing Online Censorship [1].
En lo adelante las redes sociales y servicios de internet –como Twitter, Facebook, Instagram y YouTube– tendrían que
– publicar los contenidos que sus clientes suben a internet, sin filtrarlos,
– u optar por filtrarlos, alterarlos o comentarlos.
En el primer caso, las compañías de internet no serían jurídicamente responsables de lo que sus usuarios publican en la red. Pero en el segundo caso, o sea si las compañías optan por filtrar, alterar o comentar aunque sea un solo contenido de un usuario, pasarán a ser consideradas responsables de todos los contenidos de dicho usuario que hayan publicado anteriormente.
Con esta medida, el presidente Trump restablece la definición de la libertad de expresión enunciada en la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense, donde se estipula que la libertad de expresión es total, independientemente de la opinión que se exprese sobre tal o más cuál idea.
A diferencia de las leyes europeas, las leyes estadounidenses y británicas condenan la difamación a condición de que el demandante demuestre que el demandado ha cometido ese delito.
Este decreto es resultado de una polémica entre Trump y la red social Twitter, que decidió agregar a un comentario del presidente estadounidense una advertencia que pone en duda su veracidad.
Teóricamente, el nuevo decreto del presidente Trump debería aplicarse a las notas de NewsGuard, con las que Google pretende poner en duda la veracidad de los sitios web informativos que cuestionan el imperialismo estadounidense [2].
[1] “Executive Order on Preventing Online Censorship”, por Donald Trump, Voltaire Network, 28 de mayo de 2020.
[2] «La Unión Europea, la OTAN, NewsGuard y la Red Voltaire», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 5 de mayo de 2020.
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