Ana Belén Montes, ex responsable de Latinoamérica en la Defense Intelligence Agency (DIA, la agencia de inteligencia del Departamento de Defensa de Estados Unidos), fue liberada el 6 de enero de 2023, luego de 20 años de reclusión en una cárcel federal estadounidense.
Indignada ante la política anticubana de Estados Unidos, Ana Belén Montes, de nacionalidad estadounidense, transmitió a La Habana los planes del Pentágono contra Cuba durante 17 años.
Considerada la más alta funcionaria estadounidense especializada en “asuntos cubanos” dentro del Departamento de Defensa, Ana Belén Montes tenía acceso a todos los planes de las agencias de inteligencia de Estados Unidos contra Cuba, tanto que en los círculos oficiales de Washington llegaron a llamarla «la reina de Cuba» y fue condecorada por el director de la CIA, George Tenet, en persona (ver foto).
Ana Belén Montes violó las leyes de su país y transmitió a Cuba información clasificada del Pentágono por pura convicción moral y sin esperar, ni recibir, ningún tipo de retribución.
En el proceso al cabo del cual fue condenada, Ana Belén Montes declaró:
«Su Señoría, me impliqué en la actividad que me ha traído ante usted porque obedecí a mi conciencia más que a la ley. La política de nuestro gobierno hacia Cuba es cruel e injusta, profundamente hostil. Me siento moralmente obligada a ayudar a la Isla a defenderse contra nuestros esfuerzos por imponerle nuestros valores y nuestro sistema político.
Hemos dado prueba de intolerancia y de desprecio hacia Cuba durante 4 décadas. Nunca hemos respetado el derecho de Cuba a construir su propio camino hacia sus propios ideales de igualdad y de justicia. No entiendo cómo seguimos tratando de imponer a Cuba la manera como nosotros entendemos que debe selecciones sus dirigentes, quiénes no deben ser allí dirigentes y qué leyes son las más apropiadas para esa nación. ¿Por qué no dejamos que Cuba siga su propia vía interna, como Estados Unidos lo hace desde hace dos siglos?
Mi manera de responder a nuestra política hacia Cuba fue quizás moralmente reprehensible. Puede ser que el derecho de Cuba a existir sin presión política y económica no justifique haber dado a la Isla información clasificada para ayudarla a defenderse. Sólo puedo decir que hice lo que creí correcto para contrarrestar una grave injusticia.
Mi mayor deseo sería ver surgir una relación de amistad entre Estados Unidos y Cuba. espero que mi caso estimule de alguna manera a nuestro gobierno a abandonar su hostilidad hacia Cuba y a trabajar con La Habana en un espíritu de tolerancia, de respeto mutuo y de comprensión.
Hoy vemos con más claridad que nunca que la intolerancia y el odio, de parte de individuos o de gobiernos, sólo propagan dolor y sufrimiento. Espero que Estados Unidos desarrolle hacia Cuba una política basada en el amor por el prójimo, una política que reconozca que Cuba –como cualquier otra nación– quiere ser tratada con dignidad y no con desprecio.»
Arrestada en 2001 y condenada por espionaje, Ana Belén Montes fue internada en un hospital siquiátrico militar, bajo régimen de aislamiento. Las autoridades estadounidenses limitaron sus relaciones sociales a breves paseos con personas violentas y asesinos. No tenía acceso a diarios ni a la televisión. Sus condiciones de encarcelamiento fueron crueles y degradantes.
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