Sí la Tierra sigue girando aún es porque las contradicciones
humanas son las que mueven el mundo. Brasil es el mejor
ejemplo del universo. A parte de todas sus contradicciones
congénitas, existen aquellas que surgen de repente
plantando al país en la cima del globo terráqueo, para al
mismo tiempo maravillar y decepcionar, por lo menos a una
gran cantidad de humanos. Tal vez sea esa la razón por la
cual el presidente Fernando Henrique Cardoso declaró
recientemente al recibir al presidente del Timor Oriental: "ya
no es posible vivir en un país tropical". Bueno...

Las más bellas contradicciones a pocas horas de la elección presidencial siguen en
el orden del día: Sí Brasil es el penta campeón de "soccer" y si 174,468,575
millones de brasileños gritan "Gol", "somos los reyes", nuestro gobierno recibe al
mismo tiempo 30 mil millones de dólares del FMI (Fondo Monetario Internacional),
caso contrario, sin este préstamo el reino tropical correría el riesgo de acompañar a
la Argentina en el infierno económico. Por cierto...el infierno anda lleno de buenas
intenciones. La primera empresa exportadora brasileña es "Embraer" que vende
aviones a 58 clientes instalados en los 5 continentes. Al mismo tiempo, en el centro
de la ciudad de Zurich, en Suiza, se ha formado en el más grande burdel del país
gracias a las prostitutas brasileñas que hacen allá negocios prósperos abriendo
bares tales como: "Lambada bar", "Piranha bar..."

Droga, prostitución, el Fondo Monetario Internacional, la FIFA constantes en
Brasil... Con razón el poeta Tom Jobim solía decir que "Brasil no es un país para
principiantes".

Principiantes ellos no lo son, los cuatro candidatos más importantes a la elección de
hoy día: Luiz Inacio "Lula" da Silva del Partido de los Trabajadores; José Serra,
candidato oficialista del PSDB (Pardido de la Social Democracia Brasileña); Ciro
Gomes del PPS (Partido Popular Socialista) y Anthony Garotinho del PSB (Partido
Socialista Brasileño).

Todos estos millones de dólares otorgados por el FMI podrían constituir más bien
un riesgo que una ayuda para el futuro presidente. El sucesor de Fernando
Henrique Cardoso no tendrá alternativa: tres de los cuatro años de su mandato
serán destinados a reducir los gastos públicos y/o aumentar los impuestos, pues el
FMI estará presente como siempre, o como nunca, imponiendo sus condiciones.
Por cierto, en la década de los 90, Argentina fue considerada por el "top" de la
tecnocracia internacional como el "alumno ejemplar" y Carlos Menem tuvo el honor
de sentarse al lado de Bill Clinton en una reunión del FMI y de la Banca Mundial, en
Washington....Argentina actualmente, bueno.... después de seguir obedientemente
una "política económica sana" es considerada, en la mejor de las hipótesis, como
un paria por sus benefactores de hace una década. Incluso Diego Armando
Maradona, celebridad sagrada del fútbol, tuvo que pedir una visa al propio rey
Hiroito para asistir al campeonato Mundial del 2002 en Japón, puesto que en la
embajada se la negaban. Por supuesto que el rey Pelé si fue, y fue recibido con el
debido respeto que se deben a los monarcas.

La oposición política en la Republica Federativa del Brasil por siglos juró que el FMI
es el padre de todos los males y madre de la globalización. Hoy, Lula, Ciro, Serra y
Garotinho tienen la misma opinión sobre un punto: sí el FMI está en territorio
"verde-amarelo" es porque el Brasil está mal, pero sin el FMI estaría peor.

Con el líder del PT las contradicciones se intensifican: En caso de que "Lula" gane
las elecciones, será la primera vez que los sectores de la población
tradicionalmente marginados de las decisiones económicas, políticas y sociales
participen de los proyectos nacionales. "Lula" representa -¿representaba?- a los
pobres: 80% de la población. Tom Jobim, impertinente como siempre, decía
también que Brasil es un país de una docena de millonarios. Las paradojas
continúan: En l982 "Lula" proponía en el programa del PT la suspensión del pago
de la deuda externa y la ruptura con el FMI. En 2002 el PT acepta pagar la deuda
del "inevitable" préstamo de los 30 mil millones de dólares

El pueblo desconfía entonces, de aquel que representará posiblemente el sentido
común e igualmente los grupos financieros (entre las 500 empresas más
importantes del mundo 405 están instaladas en Brasil) quienes no están totalmente
seguros del futuro político brasileño.
Y si de repente "Lula" es presidente y considera que en l998 tenía razón cuando
decía: "el FMI no existe para ayudar el país o al pueblo, el existe para ayudar a los
acreedores. "¡Vaya! La certeza de que habrá traiciones es concreta: "el presidente
contra el FMI, o el FMI contra el pueblo, o el presidente contra el pueblo, o el pueblo
contra las empresas.

Los resultados serán una sorpresa para todos, incluso para los mismos candidatos.
Pero si incluso en Francia hubo sorpresas con la extrema derecha fascista ¿Por
qué no en Brasil? Que tal vez sea un país, digamos, menos sofisticado en lo que se
dice respecto a las llamadas sociedades avanzadas.

Con los otros candidatos no se vislumbra tampoco un horizonte sin nubes: según
Anthony Garotinho del PSB, Fernando Henrique Cardoso deja "el país en quiebra,
en una situación muy complicada". En caso de que gane Garotinho, su visión del
futuro no es muy animadora y serían los brasileños gobernados dentro de un
Estado de calamidad pública. Ciro Gomes, del PPS, se encuentra desde ahora algo
desamparado. Se sabe que sus asesores tuvieron "negocios" poco éticos
relacionados con los no menos corruptos hombres del no menos listo ex-presidente
Fernando Color. Negocios financieros, cuentas fantasmas, asuntos inexplicables,
ingredientes básicos cuando la meta es una bella gandaya. Serra, del PSDB,
sencillamente esta de acuerdo con el FMI y todas sus condiciones, todas sus
restricciones. De acuerdo con los l84 países que forman el Fondo. De acuerdo con
que el FMI sea el motor del sistema monetario internacional para evitar las famosas
turbulencias, conocidas como efectos tango, tequila y samba. De acuerdo con que
el FMI "supervise el país" con el fin de garantizar la estabilidad monetaria y salvarse
de las crisis. Además, Serra esta convencido de que los US$ 30 mil millones es
apenas suficiente para empezar nuevamente a atraer o dar confianza a los
inversionistas, o sea, que si él gana la presidencia, hará muchas otras solicitudes a
la eterna deuda externa.

El principio que defiende la soberanía se presenta en este momento muy frágil. Con
cualquiera que sea el próximo presidente, la nación se encontrará fuertemente
atada a las imposiciones externas. ¿Será, con todo este esfuerzo táctico, que las
condiciones de vida de los brasileños serán resueltas y mejoradas? ¿O será que
seguirá el país siendo reconocido exclusivamente por los bellos pares de piernas
que exporta: los jugadores de "soccer" y las prostitutas de Zurich? ¿Será, qué si por
acaso triunfa la dignidad en las próximas elecciones es una prueba de que Dios
existe? Hoy día en Brasil la fe es una fuerza que definitivamente mueve el país:
99% de los brasileños creen en Dios y 83% creen en la vida eterna. En la
ceremonia de clausura de la última Copa Mundial los jugadores campeones
realizaron su ceremonia religiosa particular: lloraban y cantaban su victoria dando al
mundo, vía satélite, su interpretación de la gloria. ¡Aleluya!

El pueblo brasileño piensa pasar la eternidad en el paraíso (como si Río de Janeiro
no fuera de éste mundo) y por lógica cree en milagros. Esperemos que el resultado
de las elecciones sea a favor de la integridad cívica y física del país. Ojalá la cultura
"fast-food" sea abolida y ojalá que nadie se robe el Amazonas. Así sólo, el pueblo
brasileño tendrá la prueba que Dios existe.

Marcia Rodrigues de Vázquez es periodista brasileña corresponsal en México.
Nos ofrece un interesante análisis de la situación política en el país carioca a las vísperas de las elecciones presidenciales.
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