La situación de los niños involucrados en algún tipo de conflicto armado no ha mejorado en los últimos años. La Coalición para Acabar con la Utilización de Niños Soldados que trata el tema presentó hoy, en varios países, el Informe Global 2004 Niños Soldados . Según el documento, pese a los diversos acuerdos, en muchos países las fuerzas armadas oficiales siguen reclutando a menores de 18 años a los frentes de combate.
El informe fue desarrollado en más de 20 países dónde ocurren conflictos armados. En 10 de ellos, fue constatada la actuación de menores en las Fuerzas Armadas, como en Burundi, Congo, Liberia, Sudán, Estados Unidos, Guinea, Ruanda, entre otros. En otros casos, la participación de gobierno ocurre de forma indirecta.
Algunos gobiernos no reclutan a niños o niñas directamente, pero apoyan a grupos paramilitares, milicias y grupos de defensa locales que los utilizan para pelear, matar, cometer abusos de derechos humanos contra civiles, o para saquear y destruir propiedades , resalta el Informe.
Aunque no sean usados en los frentes de combate, los niños son utilizados como mensajeros o espías, lo que “de acuerdo con el Informe" no va a garantizar la seguridad del menor. Es el caso de países como Israel, Indonesia y Nepal. En datos generales, se estima que, alrededor de 60 países, utilicen menores para estos servicios.
“Mientras miles son reclutados legalmente, otros los son como resultado de levas forzadas para completar los contingentes de las fuerzas armadas. Dado que el registro de nacimientos sigue siendo incompleto en muchos países, resulta imposible verificar la edad de los reclutas”.
Corte Penal
Ante tal panorama, la Coalición para acabar con la Utilización de Niños Soldados pidió al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas que ponga en marcha acciones concretas, como el procesamiento ante la Corte Penal Internacional de los países que reclutan a menores y el cumplimiento del Protocolo Facultativo de Convención sobre los Derechos de los Niños.
En América Latina, Bolivia, Colombia, Cuba, Nicaragua y República Dominicana aún no han adherido al protocolo que, entre otros puntos, trata de la participación de niños en conflictos armados.
Brasil, un caso particular
Entre varias informaciones hace falta destacar que por la primera vez la problemática de los niños y jóvenes en la violencia armada organizada en Río de Janeiro, Brasil, figura en un documento de naturaleza internacional.
Ilona Szabó de Carvalho, representante de la Coalición, a través de la Coav (sigla en inglés para Niños y Jóvenes en Violencia Armada Organizada), afirma que al ser reconocido, el problema enfrentado por los niños relacionado al tráfico de drogas gana una dimensión mayor y otro tratamiento.
“La situación de los niños en violencia armada en Río de Janeiro es muy semejante a las condiciones de guerra, que son las condiciones peores. Esa es la primera vez que se reconoce, en un documento internacional, esa cuestión, lo que sin duda representa un avance para todos que trabajamos en el área”, afirmó Ilona.
Un estudio elaborado por el coordinador de la Coav, Luke Thomas Dowdney, estima que el 50% de las personas que componen las facciones, que caracterizan el sistema del tráfico, tienen menos de 18 años. Una realidad en la que la participación en el crimen empieza muy temprano, a los 10 u 11 años de edad y se extiende hacia la fase joven y adulta.
Así como en situaciones de guerra, los niños brasileros reciben atribuciones específicas dentro de la violencia armada. “En Brasil, el reclutamiento y la utilización de niños por facciones urbanas de narcotraficantes tenían grandes similitudes con las prácticas seguidas en este sentido por grupos de oposición armada”, afirma el Informe, resaltando que en el período 2001-2004, se calculaba que unos 5.000 niños tenían participación en la violencia armada organizada en Río de Janeiro.
América Latina
El reclutamiento de niños para los frentes de combate en Colombia sigue siendo definido como “amenazador”. Los últimos datos señalan que 14 mil niños y niñas fueron utilizados como soldados. Los niños reclutados por grupos armados de oposición o paramilitares tuvieron que aguantar condiciones muy duras. “Algunos de ellos fueron obligados a cometer graves abusos, matando a civiles”, resalta.
El informe apunta las consecuencias del conflicto armado en el país. En Ecuador, Panamá y Venezuela se incrementó el número de refugiados a causa de la guerrilla.
El trabajo menciona aún la existencia de las “maras”, citando a países como El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. De esos, solamente El Salvador y Honduras aprobaron leyes “anti maras”.
Brasil-Hambre Cero
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