La renovación de autoridades representativas a través de un proceso de elecciones tuvo el 31 de octubre pasado una nueva oportunidad. En el caso de las elecciones parroquiales, municipales y estadales el Artículo 64 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) expresa que el derecho a voto se hace extensivo a los extranjeros o extranjeras mayores de edad con más de 10 años de residencia en el país. Tal extensión como derecho amplía el registro de electores y permite que quienes habitan en estas áreas definan las autoridades que van a regir el cuidado de ese espacio subnacional.
A tal efecto la lectura de los capítulos III y IV de la CRBV es de conveniente revisión. Desde los artículos 159 hasta el 184 se da una caracterización y definición de las normas, competencias, materias y restricciones que lo rigen y lo determinan. El gobierno y la administración de los estados y municipios les corresponden respectivamente a los Gobernadores y Alcaldes.
En esta oportunidad se dio la renovación de tales autoridades locales y también la de los órganos representativos. Algunos cambios ocurrieron en el mapa electoral y en su geografía que vale la pena destacar y comentar. Por la variedad que introducen la cantidad de municipios sobretodo nos restringiremos a lo ocurrido a nivel de los estados, con algún comentario específico para el caso municipal.
Un total de más de 14 millones de electores se encontraban inscritos en el Registro Electoral Permanente, de ellos la abstención alcanzó en las cifras iniciales que se tienen al momento, cerca de un 55%. En las dos elecciones anteriores para gobernadores de 1998 el grado de abstención alcanzó un 45,6%, cuando se tenía una población electoral de 9.812.834 electores. Mientras que en las anteriores del 30 de julio de 2000 disminuyó a un 43,6%, con una población electoral de 10.552.652 personas.
En esta oportunidad fue superior tanto en electores, un 34,9% mayor, como en el porcentaje de abstención que aumentó en más de 10 puntos. Muchas explicaciones surgirán al respecto de ellas tantas estarán cargadas de subjetividad o de conveniencia dependiendo del lugar donde se le mire. Habrá hipótesis para todos los gustos... inclusive para quienes predican la abstención militante, a todos ellos nuestro mayor respeto.
En muchos estados, en la mayoría, el electorado mantuvo a los representantes a las gobernaciones. Esto ocurrió como ratificación a la confianza hacia los mismos, en parte debido a su labor, y en parte también como fenómeno inercial posterior a lo ocurrido el 15 de agosto cuando fue ratificado con significativa mayoría el Presidente de la República. La misma presencia del propio Presidente en las últimas dos semanas de octubre al frente de una serie de actos públicos brindando su apoyo a algunos de los candidatos confirmó la tendencia que se mostró en el referéndum aprobatorio de agosto pasado. Los casos más notorios dónde se efectuó un cambio se dieron en Carabobo, Miranda, Anzoátegui, Bolívar, Monagas, Apure y Yaracuy.
A lo cual debe agregársele la Alcaldía Mayor de Caracas, cuya significación política al ser sede de la República tiene implicaciones de orden político, de seguridad ciudadana, y sobretodo en cuanto a los servicios que afectan la imagen y el sentido de su ciudadanía. En cambio la oposición ratificó sus preferencias en el caso del Zulia, el estado con mayor población electoral del país. Y a su favor conquistó la gobernación de Nueva Esparta que se encontraba en manos gobierno.
Se tiene ahora un nuevo panorama geográfico electoral a nivel de los estados, donde fuerzas de la oposición perdieron baluartes importantes. En lo que ser refiere a Anzoátegui, Bolívar y la Alcaldía Mayor de la Zona Metropolitana de Caracas, quienes habían sido elegidos en las listas del gobierno durante las elecciones del 2000 cambiaron tolda política, las cuales vienen recuperadas por el gobierno.
En los casos de Carabobo, Miranda y Yaracuy, los gobernadores quienes en algún momento tuvieron vínculos con corrientes democristianas debieron dar paso a candidatos cercanos a la línea nacional del gobierno. La situación en Monagas y Apure, estados que durante muchos años fueron predios de Acción Democrática también pasaron a gobernantes identificados con el proceso de cambio.
Del total de las 335 alcaldías, 270 se encontraban en manos de la oposición al gobierno y ahora solamente quedaron unas 65. En términos porcentuales para ilustrar el asunto de un control del 65% la oposición se quedó sólo con 17%. En el caso de los estados sólo la oposición tiene 2 del total, repetimos Zulia y Nueva Esparta. Nuevos colores en la geografía electoral ahora más teñido de rojo que antes, mientras el color verde casi desapareció, manteniéndose el blanco por sus orígenes. Cosas veredes Sancho... si recordamos lo blanco y verde de la polarización durante tantos años.
Nuevo cuadro que permitirá por un lado establecer una mayor y mejor coherencia entre los propósitos que se formula el Gobierno nacional, y por el otro, someter también a prueba el liderazgo y las propuestas formuladas a lo largo de la campaña electoral que concluyó el 31 de octubre y que permitirá un período de gobierno por los próximos cuatro años, a caballo este período de las elecciones nacionales que se tendrán a finales del 2006 para la Presidencia de la República, donde desde ya el propio Presidente ha señalado abiertamente su aspiración a ser reelegido.
Se abre una nueva fase del Ejecutivo a sus diferentes niveles, período que aún no cuenta con una deuda que debió ser saldada con la CRBV, nos referimos a la instancia del Consejo Federal de Gobierno que como reza el Capítulo V y el Artículo 185 de la misma donde se afirma que dicho Consejo "es el órgano encargado de la planificación y coordinación de políticas y acciones para el desarrollo del proceso de descentralización y transferencia de competencias del Poder Nacional a los Estados y Municipios".
Dicha instancia ausente en la actualidad dentro de la normativa constitucional debe llenarse de manera de poder articular la acción a los tres niveles del ejecutivo. No dudamos en expresar que el resultado que se dio el pueblo venezolano en esa nueva jornada cívica de convivencia ciudadana permitirá acentuar el proceso de cumplimiento de la norma constitucional. Se va construyendo la democracia participativa y protagónica desde abajo, con el avance de la legitimación de poderes a los niveles locales, más directos y en contacto con las necesidades y aspiraciones de la población.
Su profundización y la escogencia dentro de las reglas del juego que plantea el Poder Electoral muestran las fortalezas que se vienen construyendo desde abajo. Su reforzamiento por las bases populares dará la posibilidad de seguir avanzando en el cambio del régimen político actual, dejando atrás las prácticas de la vieja República. Otro paso más en la renovación y construcción de la nueva institucionalidad, lugar donde los recientemente elegidos como representantes serán sometidos a examen práctico, de las propuestas y promesas se deberán pasar a la acción y solución de los problemas que aquejan a la mayoría de los venezolanos. Suerte a los recién nombrados y esperemos que no le fallen a la voluntad de quienes los eligieron... mañana veremos, pues de la palabra al hecho existe mucho trecho...
Publicado en Quantum N.41
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