El gobierno de Estados Unidos sí estaba enterado con anticipación de los detalles específicos del golpe contra el presidente venezolano Hugo Chávez en 2002, que incluía planes para generar violencia durante manifestaciones, el arresto del mandatario y la culminación del golpe, según documentos secretos de la CIA recién revelados, algo que contradice las afirmaciones de la Casa Blanca de que no contaba con información previa y que el golpe era culpa de Chávez.
"Facciones militares disidentes, que incluyen a algunos altos oficiales descontentos y un grupo de oficiales menores radicales, están intensificando esfuerzos para organizar un golpe contra el presidente Chávez, probablemente tan pronto como este mes", advirtió la CIA en un documento clasificado conocido como Senior Executive Intelligence Brief, fechado el 6 de abril de 2002, cinco días antes de la intentona.
"Para provocar acciones militares, los conspiradores podrían intentar explotar los disturbios generados por las manifestaciones de oposición", agregó la CIA. El documento, obtenido por una abogada venezolana-estadounidense bajo la Ley de Libertad de Información, se refiere específicamente a planes para arrestar a Chávez y a otros 10 altos oficiales. Otros documentos de la CIA fechados en marzo y abril de 2002 que se refieren al complot golpista en Venezuela son accesibles en el sitio de Internet http://venezuelafoia.info.
Una vocera de la CIA entrevistada por el periódico Newsday -que dio a conocer la existencia de los documentos confidenciales- declaró que la agencia no advirtió al gobierno venezolano sobre el motín. Alertar a Chávez sobre el golpe que se conjuraba, añadió la portavoz, "sugeriría que nos entrometemos en los asuntos de otra nación".
Silencio sobre posible alerta
Funcionarios del gobierno venezolano indicaron a Newsday que el gobierno de George W. Bush nunca les advirtió del complot. Pero un vocero del Departamento de Estado declaró hoy que "nosotros alertamos al presidente Chávez sobre conspiraciones para un golpe". Cuando La Jornada preguntó este miércoles a otro funcionario del Departamento de Estado si su gobierno había alertado a su contraparte venezolana del complot mencionado en el informe de la CIA del 6 de abril, el funcionario rehusó contestar.
El mismo funcionario dijo que no comentaría sobre la negación de funcionarios de la Casa Blanca inmediatamente después del golpe en el sentido de que el gobierno estadunidense tenía conocimiento del complot.
El 16 de abril de 2002, cinco días después de la intentona cuando Chávez recuperó el poder, al entonces vocero de la Casa Blanca Ari Fleischer se le preguntó si Estados Unidos "tenía conocimiento anticipado de que se estaba fraguando algo" como un golpe. "No", respondió Fleischer, y agregó: "creo que uno debe ser cuidadoso sobre el conocimiento de un acto específico con anticipación y con los comentarios generales sobre el descontento en una nación como Venezuela".
Esa declaración oficial, señala Eva Golinger, la abogada venezolana-estadunidense en Nueva York que obtuvo estos documentos secretos, sugiere un intento para encubrir lo que estaba ocurriendo y un intento deliberado para justificar el golpe. "Los documentos de la CIA fueron difundidos a 200 personas, incluyendo a gente en el Departamento de Estado y la Agencia de Seguridad Nacional, quienes lo enviaron a la Casa Blanca", señaló.
"Tenían en sus manos planes detallados de un golpe. No cuento con pruebas a partir de estos documentos de que ellos estaban maniobrando los hilos del golpe, pero sabían que estaba por ocurrir", dijo Golinger en entrevista con La Jornada.
Estos documentos, agregó la abogada, arrojan nueva luz sobre las declaraciones del vocero de la Casa Blanca Fleischer y el entonces vocero del Departamento de Estado Philip Reeker el día después del golpe, cuando culparon a Chávez por la violencia en las manifestaciones y sugirieron que el mandatario venezolano había renunciado. "Nunca han desmentido su declaración de que Chávez era el responsable de la violencia", subrayó a La Jornada. "Pero en los hechos contaban con conocimiento detallado de que los conspiradores iban a provocar violencia, arrestar a Chávez e impulsar el golpe".
Al preguntarle nuevamente por esta contradicción en particular, el funcionario del Departamento de Estado rehusó responder a La Jornada. Al insistirle sobre el punto, señaló: "la información le fue entregada (a Chávez). Si él actuó o no... pero afirmar que sabíamos todo el tiempo y no dijimos nada es incorrecto".
Golinger cree que estos documentos, cuando son combinados con las declaraciones oficiales estadounidenses deliberadamente falsas inmediatamente después del golpe, comprueban otra cosa. "Sabían que existían estos planes, y cuando fueron realizados de aquella manera, ellos se presentaron y dijeron algo que directamente contradice lo que ya sabían. Elaboraron un cuento porque deseaban apoyar el golpe, deseaban apoyar el derrocamiento de Chávez".
Estados Unidos, añadió, continuó otorgando asistencia financiera a sindicatos y ONG en Venezuela en marzo de 2002, aun después de que los informes clasificados de la CIA ya habían indicado que estas mismas agrupaciones podrían participar con los conspiradores del golpe.
"Estados Unidos ha otorgado 20 millones de dólares a grupos de oposición venezolanos sólo en estos últimos dos años", informó Golinger. "Y tienen planes para otorgar otros 5 millones a estos mismos grupos en 2005".
Jim Cason Y David Brooks corresponsales de La Jornada en EE.UU.
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