Los representantes de la Confederación de Industriales de Venezuela aseguran que se recuperó la producción de bienes y servicios en el sector y se incrementaron las ventas.
Las industrias privadas no petroleras del país registraron en el tercer trimestre un crecimiento de 20,7% en el producto interno bruto -cantidad de bienes y servicios que genera la economía de un país-, según cifras del Banco Central de Venezuela.
Este resultado refleja la recuperación que ha tenido la actividad manufacturera a lo largo de 2004, luego de haber experimentado una contracción de 8% el año pasado.
En el 2003 el sector manufacturero sufrió las consecuencias del paro de la oposición que interrumpió el suministro de insumos como plástico, envases, químicos, combustible, gas, repuestos y de bienes nacionales e importados. En el primer trimestre del año pasado la industria local experimentó una caída histórica de 30,7% para cerrar entre enero y junio con una reducción de 20,6% en la producción total. Para el primer semestre de 2004 esa producción se recuperó hasta alcanzar 38,9% de crecimiento.
Lope Mendoza, presidente de la Confederación de Industriales de Venezuela (Conindustria), reconoce que el repunte de la actividad se debe a que ha cesado en el país la conflictividad política. Además considera que ha mejorado la demanda de bienes y servicios debido al aumento del gasto público apoyado en el alza de los precios del crudo.
La encuesta de coyuntura de Conindustria correspondiente al tercer trimestre del año revela que el sector manufacturero nacional está creciendo en forma lenta pero sostenida. El reporte señala que la capacidad utilizada de las empresas pasó de 44,9% en el tercer lapso de 2003 a 55,04% en el mismo período de 2004.
"De acuerdo con los indicadores del Banco Central de Venezuela (BCV), la mayor parte de los sectores industriales ha crecido por encima del promedio general: textiles, químicos, metales comunes, minerales, automotriz, cauchos y plástico. Solamente la industria de alimentos ha mantenido su ritmo de actividad por debajo del promedio del sector, desde febrero de 2003 hasta la fecha", expresó Mendoza.
Explicó que las industrias procesadoras de alimentos se han visto afectadas por el aumento de las importaciones de productos terminados y por la aplicación del control de precios por debajo del costo real de elaboración de los artículos de primera necesidad.
Por otra parte, dijo que se observa un mejoramiento en la mayoría de las variables como producción, empleo, ventas y capacidad de producción.
Comentó que la mayoría de las industrias reportan un crecimiento en los pedidos de productos y cuentan con suficiente inventario para atender la demanda.
"El nivel de pedidos asegurado por las empresas se ha mantenido estable en un promedio de dos meses para las industrias grandes y medianas, y en cerca de un mes para las pequeñas", acotó.
En el caso de las ventas, comentó que las fábricas reportan un crecimiento de la demanda de manera progresiva y más aun para la zafra de Navidad.
Inversiones moderadas
El informe de Conindustria indica que pese a la mejoría en la producción y las ventas, las industrias se resisten a hacer grandes inversiones de capital y ampliación de plantas. "Los gastos que se han ejecutado este año, están relacionados con el mantenimiento de la maquinaria y los equipos; así como para la reposición de aparatos", precisó.
Lope Mendoza considera que para lograr un crecimiento sostenido, es necesario que cada año se inviertan entre 6% y 8% del producto interno bruto como mínimo.
"Se observa en la encuesta que aun cuando la mayoría señala que se limitará a hacer inversiones operativas (es decir, de mantenimiento) comienza a ganar un poco de terreno la opción de que realizar algunas inversiones mayores y queda menos espacio para los que aun insisten en que no tienen previsto ningún plan este año", indicó.
El presidente de Conindustria prevé que al cierre del año la actividad manufacturera logre un crecimiento de 18% y para 2005 de entre 10% y 12%. "Aun cuando las respuestas de los industriales encuestados son moderadamente optimistas en cuanto a la evolución de dicha actividad económica en el futuro cercano, las cifras de crecimiento del sector industrial aportadas por el Banco Central de Venezuela revelan que éste ha experimentado un repunte importante que pudieran incrementarse significativamente en 2005 si mejora el clima de inversión en el país", dijo.
Pequeños piden perdón tributario
El gremio de la pequeña y mediana industria (Fedeindustria), propuso al Gobierno una ley de remisión tributaria para que se le perdonen a estas empresas las deudas generadas por el atraso de pago de impuestos durante el paro cívico de entre diciembre de 2002 y febrero de 2003. Miguel Pérez Abad, presidente de Fedeindustria, informó que las pymi adeudan aproximadamente 470 millardos de bolívares al Seniat por intereses del pago de los impuestos.
"Pedimos una ley de remisión para los intereses de mora causados por los impuestos no enterados a tiempo en el año 2003, que debido al paro no se cancelaron a tiempo", dijo.
Igualmente se estudia la acreencia que tienen las pequeñas y medianas industrias con el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), y con el Instituto Nacional de Capacitación Educativa (INCE) para tratar de llegar un acuerdo que permita cumplir con este compromiso de forma razonable.
"Las pequeñas y medianas industrias necesitan la reestructuración de la deuda financiera con la finalidad de mejorar su contabilidad. Pedimos esta ley de remisión para condonar los intereses de mora a los contribuyentes de la pymi que por motivos de fuerza mayor como en efecto fue la crisis de 2003, no pudieron entregar a tiempo los tributos", agregó Pérez Abad.
El empresario acotó que la recuperación económica que exhibe el país, no puede desviar la atención a la necesidad de promover reformas en el área fiscal y judicial para garantizar un Estado de Derecho donde se respete la propiedad privada y existan reglas claras para invertir.
Las pequeños industrias han abogado por la flexibilización del control de cambio y la eliminación de la regulación de precios.
Publicado en Quantum N.42
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