Venezuelo optó por la adquisición de los mejores fusiles ametralladoras del mundo para renovar el equipo militar de sus Fuerzas Armadas a pesar del disgusto y la presión de Washington para que esta venta sea anulada.
Venta de fusiles de asalto rusos a Venezuela provoca temor injustificado de Washington.
El temor de Estados Unidos se debe a que en los mercados de armamento impera una dura competición, declaró a RIA Novosti el vicepresidente de la Academia de Problemas Geopolíticos, Leonid Ivashov, quien ha aceptado comentar las declaraciones críticas de Washington hechas en relación con los planes de Rusia de vender fusiles automáticos AK-47 a Venezuela.
«Estados Unidos emplea todo su poderío político, económico y militar para limitar la participación de Rusia en esa región», declaró Ivashov señalando que EE UU intenta rebajar el papel de Rusia en los asuntos internacionales, especialmente si se trata de la capacidad de defensa de otros países.
A su juicio, la Administración Bush busca debilitar la capacidad defensiva sobre todo de los Estados latinoamericanos.
«Se intenta reducir las posibilidades de esos países en la defensa de su soberanía e independencia -precisó Ivashov-. El objetivo es conseguir que los países de Latinoamérica caigan bajo la dependencia y el control de su poderoso vecino del Norte».
En esa situación Rusia de ninguna manera debe ceder a las presiones, advirtió el experto.
El viernes último, Washington declaró estar preocupado por el suministro de más de 100 mil fusiles automáticos de fabricación rusa a Venezuela. «Ello puede surtir un efecto desestabilizador en el Hemisferio Occidental», manifestó el portavoz adjunto del Departamento norteamericano de Estado, Adam Ereli.
«La venta de fusiles Kalashnikov a Venezuela es un asunto que concierne exclusivamente a Rusia y a ese país latinoamericano -observó el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov-. La parte rusa no infringe ningunas normas internacionales y no hay nada más que comentar».
«Los argumentos de que los fusiles de asalto rusos puedan caer en manos de los terroristas son tendenciosos e infundados», comentó a RIA Novosti el departamento de información y prensa de la cancillería rusa.
«Lo mismo podría decirse de cualesquiera armas que se venden en el mercado internacional, incluyendo las producidas en Estados Unidos», indicó el departamento.
El vicepresidente de Venezuela, José Vicente Rangel, ha expresado en un comunicado especial que las declaraciones de EE UU son impertinentes y buscan provocar a Venezuela.
Comentó que la compra de armas de fabricación rusa no es una escalada de la carrera de armamentos, sino un rearme planificado del Ejército venezolano.
Comenta cancillería rusa reacción de EEUU ante posible suministro de fusiles de asalto rusos a Venezuela
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha tomado con extrañeza la preocupación de Estados Unidos por los planes de Rusia de suministrar fusiles automáticos a Venezuela.
El departamento de información y prensa de la chancillería rusa ha hecho recordar que durante su visita a Moscú, el presidente venezolano Hugo Chávez mostró interés por comprar una partida de fusiles automáticos rusos para modernizar las Fuerzas Armadas de Venezuela.
«Al igual que otros países, Rusia tiene pleno derecho a colaborar en el dominio técnico-militar con cualquier Estado del mundo siempre y cuando éste no cumpla sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU o no existan otras restricciones al respecto -declaró el Ministerio de Exteriores ruso-. Por lo que sabemos, Venezuela no se encuentra en estado de guerra con nadie ni está en conflicto con ningún país de América Latina».
Venezuela se propone efectuar un rearme planificado de su Ejército, dotado asimismo con armamento pesado de producción norteamericana, alemana, belga, francesa e israelí, observó la cancillería.
«Sin embargo, nadie pone en tela de juicio la legitimidad de las ventas de ese armamento a Venezuela —recalcó el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores-. Los argumentos de que los fusiles de asalto rusos puedan caer en manos de terroristas son tendenciosos e infundados, pues lo mismo podría decirse de todas las demás armas que se venden en el mercado internacional, incluyendo las producidas en Estados Unidos».
El vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, ha expresado en un comunicado especial que «Venezuela es un país soberano y tiene derecho a adoptar cualquier decisión que concierne a sus asuntos internos sin necesidad de consultarlo con nadie». «En este caso, el Gobierno de Venezuela asume responsabilidad únicamente ante los ciudadanos de su país», reza el comunicado.
En el documento se hace resaltar que la compra de armas de fabricación rusa no es una escalada de la carrera de armamentos, sino un rearme planificado del Ejército venezolano.
«El Gobierno de Venezuela garantiza que las armas serán destinadas sólo para los propósitos anunciados anteriormente y bajo ningunas condiciones llegarán a parar en manos ajenas. El temor de Estados Unidos es infundado, y las declaraciones hechas por el señor Noriega al respecto son al menos imprudentes», afirmó el vicepresidente de Venezuela.
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