Durante los días 7 y 8 impulsamos la Jornada de Movilización Nacional Mujeres contra el TLC. Este tema, que para nosotras reviste la mayor importancia, estará presente en las múltiples iniciativas de reflexión, debate y celebración que se realizarán en todas las provincias; ahí avanzaremos también en la recolección de firmas para la Consulta Popular sobre el TLC.
8 de Marzo 2005
Día Internacional de las Mujeres
“Las Mujeres queremos más que flores,
queremos decidir nuestro presente y futuro”
¡Exigimos Consulta Popular sobre el T.L.C.!
En este día de lucha y celebración mundial, expresamos la posición de las mujeres ecuatorianas sobre asuntos cruciales para nuestros derechos, nuestras vidas, para el presente y el futuro del país. Queremos que nuestras voces se escuchen por encima del ruido de un festejo banalizado, que tiende a imponerse con la comercialización de esta fecha.
Durante los días 7 y 8 impulsamos la Jornada de Movilización Nacional Mujeres contra el TLC. Este tema, que para nosotras reviste la mayor importancia, estará presente en las múltiples iniciativas de reflexión, debate y celebración que se realizarán en todas las provincias; ahí avanzaremos también en la recolección de firmas para la Consulta Popular sobre el TLC.
Exigimos nuestro derecho a decidir sobre el TLC. Estamos en desacuerdo con las negociaciones del TLC con USA, que avanzan en un marco de sometimiento ciego del gobierno a este instrumento, cuyos verdaderos alcances ponen en riesgo nuestra existencia como Estado y pueblo soberanos, bloquean procesos de auténtica integración, y anulan posibilidades de desarrollo, al llevar al extremo un modelo de depredación económica, social, cultural y ambiental.
Nuestra situación como actoras económicas en persistente desventaja, como ciudadanas con derechos pendientes, nos alertan sobre los impactos que se ciernen sobre las mujeres con este Tratado, que se promociona con engañosas ofertas de ampliación de mercados. Así:
En el campo y las ciudades se eliminarán unidades productivas medianas y pequeñas -precisamente las que registran mayor presencia de mujeres-. La concentración de propiedades y decisiones en un esquema de control transnacional, anula posibilidades de definir qué y cómo producir, de acuerdo con las necesidades de la población y la protección del ambiente. Esto, junto con la privatización de empresas y servicios públicos, generará más desempleo -siendo las tasas femeninas siempre mayores-. Se ahondará la expulsión de fuerza de trabajo que alimenta migraciones del campo a las ciudades, y hacia países del norte. Los ‘nuevos’ empleos serán pocos y precarios, generalizando una flexibilización laboral regresiva, según el modelo ‘maquila’ que desconoce derechos de las mujeres.
La apropiación privada, vía patentes, del patrimonio colectivo generado especialmente por mujeres indígenas y campesinas durante siglos: semillas, artesanías, prácticas curativas, constituye una abusiva expropiación con letales efectos en las capacidades productivas, la soberanía alimentaria y la calidad de vida. Al mismo tiempo, nuevas exigencias sobre patentes de medicamentos, con afán de lucro desmedido, llegan a contradecir los acuerdos de Doha que garantizan la producción de medicinas básicas.
De especial peligro es la privatización de recursos estratégicos como fuentes de agua y páramos, que pasarían a ser manejados como una mercancía más, lo mismo que de los servicios básicos (agua, luz, telecomunicaciones, educación, salud); esto generará más exclusiones y privación de derechos, especialmente de las mujeres, obligadas a pagar por todo e incrementar nuestro trabajo para la producción y para el cuidado de familias y comunidades.
El TLC impondrá una normativa por encima de la Constitución, la legislación e instituciones públicas. El Estado ecuatoriano no podrá así dictar políticas soberanas y en ese marco trabajar en pro de la igualdad de género.
La agenda ‘comercial’ del TLC está conjugada con una agenda de seguridad y militar, enorme amenaza para la paz y la democracia, con costos siempre mayores para las mujeres.
Ningún gobierno, menos aún el actual, puede comprometernos en semejante aventura sin consultar el parecer de la población que será afectada. Por eso exigimos una Consulta Popular sobre el TLC, en la que sin duda las mujeres mayoritariamente diremos un NO rotundo.
Demandamos al Congreso cumplir con responsabilidad su papel, impidiendo la adopción del TLC. Es inadmisible que el Congreso limite su acción a un simple trámite de aprobación o, más aún, como anuncian voceras/os de la actual mayoría, a adelantar ‘reformas’ para allanar el camino a este nefasto Tratado.
Demandamos respeto a la institucionalidad y construcción de verdadera democracia
En lugar de avanzar hacia el cumplimiento cabal de derechos políticos, económicos y sociales consagrados en nuestra Constitución, atravesamos un período de retrocesos con tintes autoritarios; acciones como las emprendidas para controlar el Poder Judicial, muestran el grado de debilitamiento de lo público, de manipulación de instituciones por intereses ilegítimos.
No puede hablarse de democracia sin instituciones públicas fortalecidas, capaces de cumplir sus roles de promoción y garantía de derechos para todas/os. Las políticas públicas son fundamentales para impulsar cambios básicos aún pendientes para las mujeres, como aquellos contenidos en la Plataforma de Acción acordada hace ya diez años en Beijing, instrumento que ha acompañado múltiples iniciativas desplegadas por las mujeres para hacer realidad nuestros derechos, pero con un muy limitado cumplimiento por parte de los gobiernos suscriptores.
Tampoco puede hablarse de democracia en una sociedad donde aún predomina una cultura machista, en la que las mujeres afrontamos diversas formas de violencia y exclusión. Por eso en esta fecha invocamos de cambios que llaman a las conciencias y al compromiso de acción de toda la colectividad.
Decimos NO a la “Ley Combo”
Como una nueva amenaza se cierne el anuncio de la llamada “Ley Combo”, orientada a “completar” la aplicación de la agenda neoliberal privatizadora y de endeudamiento. Conocemos los efectos de esas políticas en nuestro país, las hemos sufrido; hemos subsidiado involuntariamente con nuestro trabajo no pagado o mal pagado ese modelo ineficiente. Es hora ya de optar por caminos de soberanía y justicia económica, de romper el yugo del Banco Mundial y el FMI, de adoptar leyes que sustenten esos cambios.
Celebramos la solidaridad y la lucha compartida por la construcción de Otro Mundo. Con las mujeres del mundo, renovamos hoy la solidaridad y el compromiso de acción para construir verdaderos cambios. Estamos junto a la multitudinaria movilización que este día ocurre en São Paulo, Brasil, para dar inicio al recorrido mundial de la Carta de las Mujeres para la Humanidad, que recoge nuestra visión y estrategias para un mundo con derechos e igualdad para las mujeres. Invitamos a todas a unirse en esta iniciativa.
Ama Killa, Ama Llulla, Ama Shwa
Mujeres de ECUARUNARI-CONAIE
Coordinadora Política de Mujeres Ecuatorianas CPME
Secretaria Mujer CEDOCUT
Secretaria Mujer C.T.E.
Frente de Mujeres C.E.O.S.L.
Red Mujeres de Loja
Movimiento de Mujeres de El Oro
Asociación de Mujeres “Nela Martínez”
FEDAEPS
Acción Ecológica
Fundación Pueblo Indio
Mujeres por la Democracia
Convergencia Democrática
Red Latinoamericana Mujeres Transformando la Economía REMTE
Marcha Mundial de las Mujeres Ecuador.
A.N.P.E.
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