Inmensas jornadas por hacer de la educación pública un derecho real conoció el país durante toda la década de los años 80s. Marchas desde diversas cabeceras departamentales de miles de profesores y alumnos, motivados por un sueño que hoy sigue desvelando a las mayorías del país. Esas demandas, como síntesis de la constancia, se consagraron de manera contradictoria en la Constitución del 91. En efecto, la norma de normas reconoce el derecho a la educación, a cargo del Estado, pero sin dejar de reclamar la capacidad de las familias para asumir los costos y la misma posibilidad de los particulares para hacerse cargo del proceso educativo.
Contradicción que no va a desaparecer y estará presente en todo el proceso o ciclo educativo inclinándose finalmente, sin pudor alguno, a favor del mercado. Basta señalar algunos momentos de este proceso para constatar dicha tendencia: la Ley Orgánica de la Educación Superior (1992) que hoy ha perdido su carácter; la Ley 60 de 1993 con todas sus implicaciones para la educación a raíz del proceso de municipalización y departamentalización; el Acto Legislativo 01 de 2001 que reduce los giros del situado fiscal a las regiones, implicando inmensos recortes para la educación y la salud, dando pie a los nuevos giros condicionados al cumplimiento de los convenios de desempeño y los planes de racionalización educativa.
La contrarreforma en marcha
Si bien ninguno de los gobiernos conocidos durante las últimas décadas abrazó la causa de la educación, es muy notorio desde el gobierno de Andrés Pastrana el ejercicio legal por acabar con lo poco ganado. Las demandas del Banco Mundial son claras y el gobierno las acata sin pudor. El actual gobierno no sólo les brinda continuidad sino que además las profundiza agudizanso la política de recortes presupuestales.
Legalmente todo este proceso se consumó con la Ley 715 de 2001. Se establece allí parámetros de racionalización desde un punto de vista puramente administrativo, empresarial y financiero, que pasa por encima de los procesos pedagógicos, y que tiene como características básicas:
1. “Nuevo Colegio”, cubriría la educación básica, con vinculación a través de Órdenes de Prestación de Servicios generalizada, traslados discrecionales, fusiones de escuelas y colegios, entrega de los colegios en concesión al sector privado, supresión de la planta de cargo con remuneración a nivel de directivos docentes, supresión de supervisores, directores de núcleo. intentando pasar las funciones de administración y vigilancia a auditorías externas privadas. Además se suprimen cátedras como inglés e informática en primaria y en secundaria: artes, deporte, teatro, danza y estéticas
2. Autonomía para los centros escolares. Cada uno responde por sus recursos, por la calidad de la educación que brinda y por las condiciones de acceso y permanencia de los alumnos.
3. Cada comunidad debe estar involucrada al proceso de control y evaluación.
4. Establecimiento de pruebas nacionales de calidad. A partir de metas generales comunes, se busca una unificación de estándares nacionales para los grados 3, 5, 7, y 9 ( pruebas saber). Se va consolidando así un currículo único sobre competencias con unos enfoques cognitivos, técnicos y de gestión.
5. Imposición del subsidio a la demanda.
6. Reordenamiento presupuestal. Se descargan los costos de la educación en los departamentos y municipios, muchos de los cuales -como se sabe- están quebrados y no tienen de donde generar recursos
7. El pre-escolar orientado por madres y reducido a un año.
8. Se reduce el tiempo de vacaciones a los docentes, obligándolos a procesos de capacitación masiva.
10. Planes de racionalización de la planta de docentes. Se pasa de un promedio de 23-26 alumnos por aula a uno de 35-40.
11. Se impone un nuevo estatuto docente que no tiene en cuenta la pedagogía: cualquier profesional puede ejercer la enseñanza.
Un breve balance
De la implantación de este modelo, producto finalmente de 14 años de política educativa regresiva, ya vemos algunos de sus resultados. Se debe precisar que todavía falta desarrollo de las políticas educativas para ver en toda su extensión sus consecuencias. Pero ya sabemos que:
* La cobertura es insuficiente. Se calcula que entre 3 y 3.5 millones de niños y jóvenes están por fuera del sistema educativo. Vincular a los de primaría y secundaría costaría unos 400 millones de dólares, es decir, menos del 1% del PIB y la cuarta parte del presupuesto de educación.
* Inequidad del gasto familiar para educación. El 20% más pobre de los estudiantes de colegios públicosdebe pagar sumas que son cercanas al 40% de su gasto total mensual cuando el promedio nacional es del 4.3 %.
* Los Proyectos Educativos Institucionales han tenido más efecto en la gestión organizativa que en lo pedagógico.
* La capitación, suma fija por alumno atendido, muestra serios problemas de inequidad..
* La descentralización se maneja desde el clientelismo local y un nuevo centralismo que privilegia el pago de la deuda externa y que por tanto presiona para que se racionalice el gasto.
* Los nuevos maestros son mal pagos, trabajan por contrato y no tienen seguridad social.
* Desde el populismo y la meritocracia el gobierno focaliza algunas políticas en la educación básica de los más pobres entre los pobres, en detrimento de los demás y del resto del proceso formativo.
* La violencia ha creado un inmenso desplazamiento: 1’400.000 de estos son niños en edad escolar que requieren formas educativas específicas aún inexistentes.
Pese a estas evidencias, al hecho de ser uno de los tres paises de Amércia Latina donde la educaciòn primaria no es gratuida, se profundiza un modelo económico y social que ahonda las desigualdades. En su afán privatizador redun más y más el presupuesto de la educaciòn, pero al mismo tiempo desconocen evidencias empíricas que propician que miles deserten del sistema educativo: la pobrez creceinte, la desnutrición, la necesidad de muchos niños y jóvenes de trabanar y la la presión de la guerra
Por rescatar, la continuidad del movimiento docente, su lucha por una educación pùblica, de calidad y universal. El faltante, no vincular activamente la comunidad educativa a la lucha por un derecho de gran significación para millares de familias.
*Elaborado con base en el capítulo IV (Acercamiento al caso colombiano) de la obra Educación(es) en la(s) globalización(es). Entre el pensamiento único y la nueva crítica. Marco Raúl Mejía. Obra inédita
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