No es la primera vez que Estados Unidos y Rusia organizan visitas recíprocas de expertos con relación a sus arsenales nucleares. El objetivo es fortalecer la confianza e intercambiar opiniones sobre los métodos de conservación de estas armas. Por ejemplo, los expertos rusos visitaron en Texas una base donde se destruyen las armas estadounidenses. Estudiaron el lugar, consultaron a los especialistas e hicieron propuestas. No se trata de que Washington o Moscú controlen el arsenal del otro.
No se ha hablado nunca de la presencia de soldados estadounidenses en las bases rusas. Putin no está menos preocupado que Bush por la seguridad de las instalaciones nucleares, simplemente heredó gran cantidad de materiales nucleares en diferentes lugares. Una parte de las infraestructuras atómicas estaba en mal estado. Estados Unidos brindó ayuda financiera y técnica para ayudar a su preservación, Desde 1991, el plan Nunn-Lugar aporta varios miles de millones al año. Se trata de una ayuda, Rusia controla su propio arsenal.
Me ocupé de ese proyecto en el ministerio y sé que en Rusia la seguridad se garantiza por medio de personas. En nuestro país, confiamos más en los sistemas electrónicos. Hemos brindado ese tipo de equipamiento a Rusia y esta se fortaleció además en el plano económico por lo que nuestro programa debería reducir su intensidad. Las garantías con relación al arsenal nuclear deben ser tangibles. Era ese el sentido de la solicitud de inspección de las instalaciones rusas que hizo Condoleezza Rice durante su visita de abril a Moscú. Para que Putin pueda garantizar a los rusos que los estadounidenses garantizan la seguridad de sus instalaciones y para que Bush pueda decir lo mismo, los expertos deben poder controlar las bases.
«Гарантии по ядерным объектам должны быть осязаемы», por Graham Allison, Vremya Novostyey, 6 de mayo de 2005. Texto adaptado de una entrevista.
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