La posición de Rusia sobre los acontecimientos que provocaron esa guerra, sobre la oportunidad de emplear la fuerza y sobre el papel que la ONU habría podido desempeñar, tal como le corresponde hacerlo, es clara, no ha cambiado. Sin embargo, debemos mirar hacia el futuro y ayudar a Irak a construir un Estado democrático. Hay que reunir las condiciones necesarias para alcanzar el restablecimiento económico y fortalecer la seguridad. Todos los participantes en la Conferencia de Bruselas comparten ese mismo interés. Rusia, además, participó en la preparación de esta conferencia, lo que prueba que está inmersa en el proceso.
Creo que lo más importante ahora es evitar los conflictos en el seno de la sociedad iraquí que generan la guerra terrorista. Hay que ampliar el mecanismo del diálogo y hacer participar en él a todos los grupos étnicos y religiosos, y también a todos los partidos políticos. Sería conveniente fijar plazos a la presencia de fuerzas militares en el país. Rusia desempeña ya un gran papel en la reconstrucción de Irak, pues anulamos cerca de 8 000 millones de dólares de la deuda iraquí. El potencial de Rusia le permite desempeñar un importante papel en esa reconstrucción, y su experiencia en Irak en la esfera del petróleo y de la energía ha despertado, por ejemplo, el interés de Lukoil. No obstante, habrá que esperar a que las condiciones de seguridad permitan dar inicio a los proyectos.
«ВТОРОГО ИЗДАНИЯ “ХОЛОДНОЙ ВОЙНЫ” НЕ БУДЕТ», par Serguei Lavrov, Trud, 24 de junio de 2005. Texto adaptado a partir de una entrevista. Sólo hemos tomado los fragmentos referentes a Irak.
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