Contrariamente a lo que se dice, es posible trabajar hoy en Irak aún cuando los riesgos físicos son enormes. Algunas compañías, como Interenergoservis, están implantadas en el país. El peligro se localiza sobre todo en el centro de Irak, en primer lugar en Bagdad, en el triángulo sunita. Todo el mundo quiere garantizar su presencia y continuamente se producen negociaciones. La corrupción sigue estando presente, como en los tiempos de Sadam pero entonces era mucho más fuerte. Claro está, las personas tenían miedo. Creo que Irak como maquinaria estatal continuará dirigiendo la economía. Tomemos por ejemplo el sector de la energía, nada ha sido privatizado. Actualmente los negocios sólo pueden desarrollarse en la parte controlada por los kurdos. Tienen una densa población, no hay desacuerdos entre religiones, existe una sólida estructura nacional con servicios leales, fuerzas armadas.
Los terroristas no tratan de asustar a una estructura determinada sino a los ciudadanos comunes. Son los que tienen el poder más allá de la línea verde al atardecer y durante la noche. La estructura del poder político durante el régimen de Sadam era similar a los sistemas soviético y alemán, con un control de la sociedad por parte de los baasistas que siguen estando presentes. Las pérdidas fueron mínimas, la cumbre entregó Irak a los norteamericanos para evitar el derrumbe de la economía. Hasta los norteamericanos recurrieron a ellos para utilizar su autoridad y devolver el orden. Aquellos que llevan a cabo actos terroristas forman una hidra de tres cabezas: los antiguos baasistas interesados en ese desorden, los religiosos musulmanes miembros de organizaciones terroristas y los grupos terroristas extranjeros que aprovecharon la apertura de las fronteras. La mayoría de las compañías rusas se muestran escépticas ante esta situación; incluso aquellas que perdieron grandes sumas en el país se muestran poco activas.
El sistema energético iraquí está casi destruido y totalmente paralizado. La anunciada partida de los norteamericanos no cambiará gran cosa, no aprovecharon el momento adecuado para salir de Irak para que el país pudiera restablecerse. En mi opinión, la única solución en estos momentos es el control estricto de la situación por parte de la Liga Árabe.
Los dirigentes iraquíes sabotean en secreto las decisiones que conciernen a Rusia. Provienen del mundo norteamericano y cuentan con sus propias redes. El programa «Petróleo por Alimentos tampoco desempeñó un papel positivo. Una brigada vino a vernos para decirnos que se ocupaba de los contratos con la ONU y que recibía el 10% del contrato. Se había creado un sistema en virtud del cual si los rusos necesitaban un contrato iban a ver a los norteamericanos y se ponían de acuerdo. Y al revés.
Es imposible comprender lo que ocurre en Irak sin hablar de Jordania, que se posiciona hoy como un segundo Líbano y que aspira a convertirse en el centro económico y financiero del mundo árabe. La cosa marcha. A nivel de la seguridad también. Todos los contratos pasan por los bancos jordanos. Es imposible armar un proyecto sin acudir a ellos. Mantenemos buenas relaciones con Jordania pero en el caso de contratos interesantes habrá que esperar a que la guerra termine. Personalmente perdí 60 millones de dólares en Irak, si me enterara de que otro se ocupa de mis contratos lo llevaría ante la justicia. Trabajé siete años en Irak y antes de la guerra no había el más mínimo problema entre cristianos y musulmanes.

Fuente
Strana.ru (Rusia)
Strana.ru est un site d’information créé en 2000, financé par la Compagnie nationale de radiotélévision russe, site officiel de l’administration présidentielle russe à la fois quotidien, agence de presse et magazine analytique, privilégie l’approche indépendante et subjective de l’événement, articles d’auteurs et d’experts. il fait partie des sites de référence souvent mentionnés par les journaux traditionnels.

«Сегодня бизнес может развиваться лишь на территории, контролируемой курдами», por Vladimir Semago, Strana.ru, 23 de junio de 2005. Texto adaptado a partir de una entrevista.