El gran escritor ruso Anton Chejov.

La sexta edición del festival teatral que lleva el nombre de Chejov, que acaba de celebrarse en la capital de Rusia, ha probado que Moscú desde hoy día forma parte del trío de los organizadores de los mejores foros teatrales del mundo, junto con Avignon, de Francia, y Edimburgo, de Escocia.

Durante dos meses, del 01 de junio al 30 de julio, el público ruso tenía una única oportunidad de ver y comparar entre sí los mejores espectáculos traídos de París, Londres, Taiwan, el Japón, Brasil y Corea.
Cinco fueron catalogados como acontecimientos más importantes del festival.

Se llevó la palma de las simpatías del público el teatro «Vidy-Lausanne E.T.E», de Suiza, que presentó el espectáculo «Eraritjaritjaka», basado en obras de Elías Canetti, Premio Nobel. El nombre raro de la pieza está tomado de la lengua de los aborígenes de Australia y significa «un hombre inspirado en el deseo de algo que ya no existe». Ese filosófico perseguir de la sombra de lo pasado lo plasma en el escenario un solo actor, Andrés Willams, un astro del teatro y cine francés.

El director del espectáculo, Heiner Goebbels, ha sumergido al intérprete en una extravagante atmósfera visual, que no le permite comprender al espectador dónde está el actor: en el escenario o la pantalla, en la sala o la cocina, en Moscú o no. Ese cuadro imposible de atrapar es expresión adecuada de la idea de Canetti de que el mundo es producto de las ilusiones que origina la conciencia humana.

Al lado de este espectáculo intelectual está «El sonido del Océano», del teatro «U» de Taipei (Taiwan), en que no hay ninguna acción, en el sentido europeo de esta palabra. En el escenario aparecen solamente tambores y tamborileros, cuya tarea consiste en realizar la ablución del alma de uno. Siguiendo una antigua tradición oriental, el teatro sumerge al espectador en un ambiente de intensas vibraciones de sonidos. El emocionante ataque de tambores y gongs produce el estado de trance en el espectador, resultado de lo cual su alma se purifica de vanas agitaciones.

Los más acalorados debates surgieron durante el festival en torno al espectáculo «Las tres hermanas», de Chejov, puesto en escena con actores rusos por Declan Donellan. Este director teatral inglés trabaja de hecho sólo en Moscú los últimos diez años y es considerado gran conocedor de la literatura clásica rusa. Esta vez él ha infringido con mucho atrevimiento todos los cánones y satirizó despiadadamente el idealismo infantil de las tres hermanas. Las estrambóticas y pretenciosas hijas del general no despiertan ninguna compasión en el público.

La mayoría de los críticos abuchearon el espectáculo.

También fue mordazmente criticado otro favorito del festival, el inglés Simon McBurney, quien presentó en Moscú el espectáculo «El ruido del tiempo», en el que están ocupados actores del teatro londinense «Complicité» y el único en su género «Cuarteto Emerson» de EEUU.

Inesperadamente para el público ruso, la acción se desarrolla en torno al destino y la música de Dmitry Shostakovich. Mientras que la genial actuación del cuarteto fue acogida con una tempestad de aplausos, el fondo documental del espectáculo estaba lleno de tantos errores y nociones trilladas que produjo estupor en la sala. El lenguaje del cartel antisoviético no concordaba en absoluto con la música trágica de Shostakovich.

El maratón teatral de dos meses de duración tuvo un digno final: el triunfo de Piotr Fomenko. La pieza El bosque, de Alexander Ostrovki, que este director ruso puso en escena de «Comedie Francaise» hace dos años y presentó por primera vez en Moscú con esta compañía, fue aclamada durante 25 minutos. Ese divino espectáculo representa en sí una singular armonía entre las búsquedas morales de Ostrovski y la gracia histriónica francesa.

El espectáculo se dio la última vez en Moscú, y ese prosaico detalle añadió fogosidad a los aplausos.

El efectista punto final se le puso al festival con la entrega en la embajada de Francia a Piotr Fomenko del máximo premio francés en materia de cultura: la Orden del Caballero de las Artes.

El siguiente foro análogo se celebrará dentro de dos años, en verano de 2007.

Fuente
RIA Novosti (Rusia)

Ria Novosti 03 de agosto 2005