En ocho meses, el sistema de dirección está verdaderamente destruido, el caos actual afecta a todas las esferas de la vida. El nuevo gobierno ha creado tantas dificultades en política internacional al hacer evidente sus ambiciones contra Moscú, al pretender asumir el papel de «profesor de democracia», que tendremos problemas para rato.
La corrupción, los sobornos se ha hecho sistemáticos. En lugar de poner orden en la sociedad, el poder lanza sus fuerzas contra todo lo que pueda comprometer su monopolio del poder, consistente en ganar por todos los medios las elecciones legislativas de 2006 sin tomar en cuenta los intereses de la gente ni de la producción nacional, en incorporarse a la OMC lo más rápidamente posible y en lograr la integración en la Unión Europea.
El presidente no entiende cuál es la responsabilidad del gobierno en cuanto al futuro de un estado europeo inmenso y complicado. Al crear varios centros de poder, Yushchenko se sitúa como rehén de la situación. Él no dirige, sino que es dirigido. Se ha convertido en un manager; en vez de controlar el poder y la situación, ha involucrado a sus allegados en los problemas. Hay que decir bien claro y alto que el poder es incompetente. Ya Ucrania tuvo antes elecciones presidenciales anticipadas.
«Кравчук обвиняет новую власть в недееспособности», por Leonid Kravtchuk, Gazeta SNG, 7 de septiembre de 2005. Texto adaptado a partir de la transcripción de una declaración ante el Parlamento ucraniano.
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