El comentarista Jackson Diehl del Washington Post el día 26 de septiembre de 2005, miente descaradamente al mencionar que la pobreza heredada por más de cuarenta años de bipartidismo corrupto y depredador, es producto de la gestión del Presidente Hugo Chávez.
Cuando el Presidente Chávez asume su gestión, el país estaba literalmente hablando, en bancarrota económica y la más pavorosa ruina moral. No había dinero ni para pagar los sueldos de los empleados públicos, con un precio del barril de petróleo de apenas 7 US$, con una recesión económica catastrófica y por ende la caída del PIB a sus niveles más bajos. Cuando el Presidente llega a Miraflores sede del Poder Central no hubo ni siquiera una transmisión formal. Se instala el gobierno y de una vez se comienza a realizar las gestiones para tratar de elevar el crecimiento económico, bajo las más atroces críticas y descalificaciones, inicia un periplo por todos los países OPEP con el fin de robustecerla y que asumiera el papel protagónico para la cual había sido creada: Mantener los precios del crudo a niveles justos y establecer el sistema de bandas en los precios, por cierto, para evitar trastornos tanto a productores como a consumidores.
El desconocimiento que tiene Jackson Diehl sobre la República Bolivariana de Venezuela es absolutamente penoso Más aún para un columnista que al menos podría acceder a las más elementales fuentes de información. Plegándose a los mandatos del rey de papel del mayor imperio genocida, guerrerista e invasor del planeta tierra tecleó mentiras sin fin. Los logros tan evidentes que se han obtenido y perfectamente demostrables, no obstante, los paros y el mayor desangramiento que país alguno haya sufrido, el sabotaje a la mayor industria del país que redujo los ingresos y sumió a la nación en la más desgarradora y atroz de las indefensiones. Como idea, para quienes me lean fuera de nuestras fronteras, este sabotaje petrolero –63 días sin producir ni una gota de petróleo- causó pérdidas mil millonarias y una crisis general en todo el sistema de bienes y servicios moteado de muertes y penurias sin fin.
Quienes tienen conocimiento de lo que es la industria petrolera y de los daños de gran envergadura ocasionados a la misma con la mayor vileza y traición, auguraban, los más optimistas, una recuperación a largo plazo, es decir, mayor a los dos años, pero para sorpresa de muchos y de los vende-patria, la industria se fue recuperando y al cabo de tres meses ya estaba casi en sus niveles de producción actual 3 millones de barriles por día. Todos estos crímenes fueron auspiciados y financiados por la potencia del norte.
A causa de esta puñalada hubo de crearse Misiones que asistieran la escasez alimentaria, como Mercal, que hoy asiste a más del 50% de la población venezolana sin distinción alguna de posición social, raza o religión. Con precios solidarios y desde su creación no ha tenido aumento alguno en los precios de sus productos que además de cubrir la canasta básica, proporciona otros elementos supletorios.
Jackson Diehl desconoce la asistencia médica gratuita y de calidad que cubre la Misión Barrio Adentro I, atención primaria dentro de los núcleos poblacionales más desposeídos, donde además de la atención médica se proporcionan los medicamentos, que, aunque gratis para el paciente el gobierno sí debe pagar por la logística que comprende los insumos y pago del personal médico y paramédico y Barrio Adentro II, esta, en instalaciones más completas, dotadas de equipos con tecnología de punta y atendiendo todas las especialidades, incluyendo cirugías. De acuerdo a las últimas cifras se han asistido en ambas misiones más de 140 millones de consultas. Jackson Diehl desconoce además la Misión Milagro, visión para todos, donde hasta el presente se han operado de los ojos una cifra cercana a los cien mil pacientes en las distintas patologías, desde cataratas hasta transplante de corneas, habiéndose extendido esta misión por las Islas del Caribe y algunos países del área latinoamericana.
Jackson Diehl es un mentiroso así como lo son su presidente y sus connotados allegados. No hay día que la Casa Blanca no lance artillería pesada contra Venezuela. No hay día en que desde la Casa Blanca no se vomiten mentiras. Ahora, no-conforme con ello, tienen un nuevo peón, Lucio Gutiérrez, presidente derrocado de Ecuador, por haberle mentido a su pueblo e ir corriendo a postrarse ante el imperio una vez que asumiera su mandato. Este pobre mequetrefe, a quien le acaba de dar asilo político la “hermana República de Colombia”, es ahora el nuevo lanza excrementos del Imperio, está haciendo declaraciones de que fue el Presidente Chávez quien lo derrocó (...) ¡Menudo caradurísmo el de este sujeto1. Estas son las voces que se suman a los mandatos del amo del norte.
Estos ataques no son de extrañar ya que como el imperio genocida y guerrerista e invasor ha visto el debilitamiento cada vez mayor de sus tratados TLC y el ALCA, muerta antes de nacer, necesita mantenernos desunidos y manda a sus lacayos dar declaraciones sin orden ni concierto, sólo con el propósito de seguir manteniéndonos desunidos porque sabe que unidos somos un puño cerrado como dijera el actual Presidente de Ecuador y lo seremos. Ya con la unión de Brasil, Argentina y Venezuela, y la firma reciente del acuerdo de PETROBRAS con Brasil y Venezuela. PETROCARIBE en plena marcha. TELESUR avanzando a pasos agigantados y los demás acuerdos que están sobre la mesa en vías de su aprobación rumbo a PETROAMERICA, BANCO DEL SUR, y la Universidad Bolivariana de las Américas.
Claro, Jackson Diehl no puede reconocer estos logros. Sería como morder la mano del amo.
...Concluyendo, y como dijera Cristo, Nuestro Señor: “No hay peor ciego que el que no quiere ver”.
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