Ya perdí la cuenta de las acusaciones contra Al-Jazeera y los intentos de hostigamiento que hemos estado sufriendo desde 1996. Según los rumores, hemos sido sucesivamente el instrumento del Mossad, de la CIA, de Bin Laden y después, de Sadam Husein. Logramos ser criticados a la vez por Zarkaui y por Rumsfeld. Sabemos que algunos de esos rumores son circulados por servicios de inteligencia árabes que quieren apartar de la cadena a los espectadores árabes.
Hasta 2001, la cadena gustaba en Occidente en general y en Estados Unidos en particular porque difundíamos un punto de vista diferente en el mundo árabe. La hostilidad de regímenes árabes era vista como una prueba de nuestro profesionalismo y de nuestra objetividad. Pero después del 11 de septiembre, Al Jazeera ha sido el puntal de la información en Afganistán y después en Irak. Sin embargo, esta vez la presentación de otras opiniones no ha sido ya del agrado de los que toman las decisiones a escala internacional.
Irak marcó un viraje: 74 periodistas, miembros de equipos técnicos o traductores han muerto en ese conflicto. Dos de ellos eran empleados de Al Jazeera. Hemos sufrido presiones y se nos ha acusado de incitar a la violencia. Nuestros locales en Kabul y en Bagdad han sido bombardeados. En ambas ocasiones se nos dijo que había sido un error, pero no se han hecho investigaciones y hoy sabemos que lo que se quería era bombardear nuestras oficinas en Qatar.
Yo exigí explicaciones, pero no recibí respuestas de las autoridades británicas. Queremos conocer la verdad sobre ese plan, sobre el encarcelamiento de Tayseer Alluni en España, el de Sami Al-Haji en Guantánamo y sobre la muerte de Tariq Ayub en Irak.

Fuente
The Guardian (Reino Unido)

«Why did you want to bomb me, Mr Bush and Mr Blair?», por Wadah Khanfar, The Guardian, 1° de diciembre de 2005.