Las encuestas demuestran que la Voice of America (VOA) con sus programas en 50 lenguas fue la emisora radial más escuchada en el mundo entre 1975 y 1995. Trabajé en esta emisora durante 21 años y dos años en la BBC. Sé la calidad del trabajo de las mismas. Hay sólo una diferencia entre ellas: La VOA tiene su difusión prohibida en los Estados Unidos. Por lo tanto, los ciudadanos estadounidenses ignoran la calidad de su emisora de radio «oficial».
Cada vez con mayor irritación observo las discusiones de la administración Bush y sus asesores en cuanto a la mejor forma de influir en el mundo musulmán. Se pide al Congreso la suma de 75 millones de dólares para «apoyar la democracia en Irán», se habla de desarrollar emisoras radiales en farsi, pero no se habla nunca de la VOA. Por el contrario, se trata de que ésta no siga emitiendo durante las 24 horas (lo que hace desde 1942 sin interrupción). La VOA tuvo un gran impacto en China o durante las huelgas en Polonia en los años 80. La VOA sólo cuesta el 1% del presupuesto del Departamento de Estado, pero así y todo se verá afectada por recortes presupuestarios. Mientras tanto, se gastan fondos para crear emisoras de radio pop para los adolescentes árabes y se paga a expertos para que reflexionen sobre cómo mejorar la imagen de los Estados Unidos. Esto fue lo que condujo al escándalo de la compra de periodistas iraquíes por el Lincoln Group.
«Muffling the Voice of America», por John J. Schulz, Boston Globe, 24 de febrero de 2006.
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