Las Madres viajaron a Santa Cruz para llevar la solidaridad del cuerpo a los petroleros. Se reunieron con los familiares de los detenidos y denunciaron los abusos y torturas que les imparte.
El 18 de marzo de 2006, una delegación de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, integrada por su presidenta, Hebe de Bonafini y el abogado de las Madres, Doctor Sergio Schoklender, se hizo presente en la localidad de Las Heras, Provincia de Santa Cruz. Allí se reunieron en la iglesia local con los familiares de los detenidos, representantes de los trabajadores, vecinos de la localidad y los abogados de algunos de los encausados.
Durante la visita de la delegación, no se pudo observar presencia policial ni de Gendarmería Nacional en la ciudad.
Las Madres pudieron verificar las graves lesiones, abusos, torturas y malos tratos a los que fueron sometidos los primeros detenidos a disposición de la jueza Ruata de Leone, del fuero Criminal de Instrucción de la ciudad de Pico Truncado.
Asimismo, constataron que el día 27 de febrero de 2006, el propio Jefe de la Policía de Santa Cruz, Wilfredo Roque, había formulado la denuncia por estas graves violaciones a los derechos humanos, todas debidamente acreditadas por los médicos policiales que recibieron a los detenidos, sin que hasta la fecha la jueza Ruata de Leone hubiera citado a prestar declaración indagatoria al personal policial responsable de estas torturas, a pesar de estar correctamente identificados ya que constituían las delegaciones que actuaron en los procedimientos en Las Heras a las órdenes de la magistrada.
Según los dichos de los detenidos y sus familiares, no se observó intervención del personal de Gendarmería Nacional en estos hechos.
Las Madres de Plaza de Mayo se pusieron a disposición de los familiares para garantizar el alojamiento y la comida de quienes desearan viajar a Buenos Aires para entrevistarse con el Ministro del Interior, Aníbal Fernández; con el Jefe de Gabinete, Alberto Fernández y con el Secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde. Las Madres de Plaza de Mayo informaron a los familiares que antes de salir de Buenos Aires habían efectuado una consulta telefónica con los funcionarios citados, quienes garantizaron que recibirían a los familiares en sus respectivos ministerios.
También ofrecieron a los delegados de los trabajadores gestionar y acompañarlos a una entrevista con el Ministro de Trabajo, Carlos Tomada, a fin de exigir el cumplimiento del reencuadramiento sindical que originó el conflicto en Las Heras.
También propusieron a los familiares de los detenidos gestionar un pedido de audiencia con el nuevo gobernador de la provincia de Santa Cruz, Carlos Sancho.
Luego de la reunión, la delegación se dirigió a la localidad de Pico Truncado para entrevistarse en la comisaría con uno de los detenidos, José Rosales. Este les manifestó que no había recibido golpes, pero sí amenazas e intimidaciones.
A la noche, una delegación de familiares le entregó a Hebe de Bonafini una carta donde se solicitaba la presencia del Gobernador en Las Heras, la cual fue enviada el mismo día al gobierno de Santa Cruz.
Al día siguiente, la delegación de la Asociación Madres de Plaza de Mayo se dirigió a la localidad de Caleta Olivia, para recorrer tres de las comisarías de la zona y entrevistarse con todos los detenidos allí.
Las Madres de Plaza de Mayo denuncian la arbitrariedad de la Jueza Ruata de Leone que resolvió la detención de 18 trabajadores, por hechos indeterminados y sin pruebas que los incriminen y sin diferenciar las conductas de cada uno.
También denuncian los abusos, torturas, golpes y amenazas recibidas por los detenidos, con la anuencia de la jueza quien, a pesar de la denuncia formulada por el Jefe de Policía y las comprobaciones de las lesiones, continúa encubriendo al personal policial del GEO y de Las Heras.
Las Madres de Plaza de Mayo pudieron constatar en el lugar la legitimidad del reclamo de los trabajadores y la vergonzosa estafa de las subcontratistas de REPSOL: cientos de trabajadores petroleros, que desempeñan sus tareas en las condiciones más difíciles, son mantenidos en una virtual situación de esclavitud encuadrados como obreros de la construcción en lugar de reconocérseles la afiliación como petroleros.
Esto se produce a pesar de que el ministro Tomada había firmado un acta de compromiso con los trabajadores que nunca se cumplió.
Con respecto a la actuación de la jueza, las Madres de Plaza de Mayo adviertieron que solicitarán al Consejo de la Magistratura de la provincia de Santa Cruz el inmediato Juicio Político de la magistrada, que autorizó y promovió las torturas a los detenidos y mantiene en prisión indefinida a 18 trabajadores petroleros.
En la visión de las Madres de Plaza de Mayo y, según los testimonios de los familiares y trabajadores, la policía de Las Heras está trabajando fundamentalmente al servicio de las empresas contratistas que señalaron a los delegados obreros. Los detenidos están en la cárcel, no por el crimen de Sayago, sino por su condición de delegados obreros, reclamando un justo encuadramiento sindical y condiciones dignas de trabajo.
Las miles de estaciones de bombeo de petróleo que saquean la riqueza de la patria, contrastan con el trabajo esclavo de centenares de obreros sometidos a las subcontratistas de REPSOL. Soldadores, que transcurren sus días soldando caños de petróleo junto a los pozos, son considerados obreros de la construcción. No se les provee de los mínimos elementos de seguridad ni de salarios dignos que les permitan enfrentar las inclemencias de la región más austral e inhóspita del país. Los que reclaman, son detenidos o despedidos. La investigación de un delito, cesamiento de algún responsable, no puede ocultar la legitimidad de los reclamos de los trabajadores.
Jueves en la Plaza
9-03-06. Hebe de Bonafini
Fue sorprendente la decisión de impedir que se pueda exportar carne durante seis meses. Pero ¿bajarán los precios a lo que valían en noviembre? ¿O va a seguir cara y la van a seguir comiendo los ricos? Y eso de que la carne de los pobres vale más barata… ni la del perro. Porque la del perro es puro cartílago, y ésa no la puede comer nadie. No empecemos como en otras épocas, que los ricos, paladar negro, comen cosas cada vez más ricas; y los pobres, cada vez más feo. Hay que ponerse mano dura para ver si la carne realmente baja el precio y vuelve a lo que estaba en noviembre. Esa sería una buena medida, porque si no lo que pasó no sirve para nada.
16-03-06. Hebe de Bonafini
Hay periodistas que tienen imaginación y hay periodistas que tienen información. Van der Koy, del diario Clarín, tiene sólo imaginación. Por eso acusa a las Madres de que vamos a ir a Las Heras para que Kirchner pueda echar a Acevedo, el gobernador de Santa Cruz. El periodista de Clarín no puede entender que las Madres seamos tan libres que hacemos lo que se nos canta. Porque a él le pagan, y le paga la señora de Noble, para que diga esto que dice. El no puede ser libre y decir otra cosa. Entonces, como tiene sólo imaginación y no tiene información, y tiene la pata de la señora de Noble en la cabeza, dice lo que dice. Y Página 12, que agarra la carroña, lo repite. Que les quede claro: las Madres somos libres de ir, y siempre lo hemos demostrado. Hemos ido en los momentos más difíciles, a todos los lugares, como corresponde, y vamos a seguir yendo.
30-03-06. Hebe de Bonafini
Vino el Almirante Jorge Godoy a saludarme, también le dije que no, como a Felipe Solá. No le voy a dar la mano, no lo voy a saludar. “Usted tiene una deuda muy grande con las Madres. Usted hizo una autocrítica falsa e hipócrita, delante de la gente también. Y le voy a decir más, tiene una deuda enorme con las Madres porque usted nos tiene que decir quiénes fueron los que autorizaron o los que idearon secuestrar, torturar, asesinar y tirar vivas al río a las tres mejores Madres que dio este país. Si usted me quiera dar alguna vez la mano, tiene que señalar quiénes son esos tipos, y usted lo sabe muy bien”. “Y… es difícil”, me dijo. “Usted vaya por los mandos para atrás y los va a encontrar. No quiero que usted los condene, ya los vamos a condenar las Madres”. Estoy muy contenta de haberle dicho en la cara lo que las Madres sentimos. El dijo “yo igual la quiero y la respeto”; muy bien, será la cadena de mandos… mandaré más que él.
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